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Errázuriz no cede ni un centímetro: cardenal niega encubrimiento de abusos de Karadima y Muñoz Toledo

El cuestionado cardenal respondió a una serie de tres artículos publicados por el medio estadounidense Crux, señalando que “la investigación sobre mi historia personal contiene decisivas omisiones y unos errores”. Los reportajes también escudriñaron en su relación con el laico peruano Luis Fernando Figari, fundador del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), acusado de abusos sexuales, de poder y conciencia.


Una serie de tres reportajes del medio estadounidense Crux apuntó al cardenal Francisco Javier Errázuriz como uno de los acusados de encubrimiento de los casos de abuso sexual que han sacudido a la Iglesia Católica chilena. 

En los artículos, publicados entre el 1 y el 6 de agosto, Crux dio cuenta de los problemas que enfrenta Errázuriz no solamente en suelo chileno, al ser sindicado como uno de los encubridores del ex sacerdote Fernando Karadima, sino también en Perú, por su historial de apoyo al controversial grupo Sodalicio Vida Cristiana (SCV), cuyo fundador, Luis Fernando Figari, ha sido acusado de abusos de conciencia, sexuales y de poder.

Pero Errázuriz no guardó silencio, y en un correo electrónico enviado tanto a La Segunda como a Crux, aseguró que «la investigación sobre mi historia personal contiene decisivas omisiones y unos errores». 

Respecto al encubrimiento de Fernando Karadima, aseguró que solicitó «que se levantara la prescripción de los delitos, de manera que la Congregación para la Doctrina de la Fe emitiera su sentencia en verdad y justicia». 

«Lo anterior demuestra uno de los errores del artículo. Es claro que no hubo encubrimiento del sacerdote Karadima. Si yo lo hubiera querido encubrir, nunca hubiera pedido que se levantara la prescripción de los delitos», sostuvo. 

El cardenal también se refirió al caso del canciller Oscar Muñoz Toledo, formalizado y en prisión preventiva por abuso sexual y estupro. «En lo que a mí se refiere, es necesario recordar que no fue canciller mientras yo fui arzobispo de Santiago. En vista de las acusaciones y de su auto inculpación recientes, pregunté a los cancilleres de entonces si habían recibido alguna denuncia o acusación contra el presbítero Muñoz Toledo. La respuesta fue: «Ninguna». Nos difama el artículo al afirmar que lo encubrimos por delitos que ni siquiera conocimos», es la respuesta de Errázuriz. 

«Del árbol caído, todos hacen leña»

Sobre su relación con Figari, el religioso señaló que «es cierto que he visitado en Roma a Luis Fernando Figari. La sentencia popular dice: «Del árbol caído, todos hacen leña». Cuando se trata de seres humanos yo me guío por otro principio, que se inspira en el Evangelio, y que no significa respaldar ni errores ni pecados ni posibles delitos: «al árbol caído hay que ayudarlo a levantarse»». 

Crux también hizo referencia a la defensa que hacía del sacerdote peruano en encuentros privados, argumentando que «él era inocente y que su caso era diferente al de los Legionarios de Cristo». 

Para el periodista peruano Pedro Salinas, autor del libro «Mitad monjes, mitad soldados», es claro que existe una relación antigua entre ambos, pero aseguró que «no hay forma de saber si conocía los casos de abuso porque fue una sorpresa para la misma gente del Sodalicio». 

Crux es un medio fundado por el Boston Globe, diario que en 2002 destapó la red de abusos al interior de la Iglesia en Boston, se refirió a Errázuriz como uno de los hombres clave, a quien inclusive apuntaría Francisco en el marco de una fuerte reforma a la institución religiosa. 

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