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Hasta ahora existen 7 víctimas que, al momento de los hechos, tenían entre 11 y 17 años. Sus testimonios estaban en conocimiento de las autoridades de la Iglesia, donde el denunciado ocupó altos cargos al lado de Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzatti.
Durante esta jornada, el fiscal Regional de Rancagua, Emiliano Arias, ordenó la detención del sacerdote Óscar Muñoz Toledo, el ex canciller del Arzobispado que se autodenunció recién a inicios de este año por casos de abusos sexuales.
De acuerdo a la información recopilada por el prosecutor, luego de revisar los documentos incautados del Tribunal Eclesiástico de Santiago y el archivo secreto del presbítero en el Arzobispado, existe constancia desde el año 2002 de abusos sexuales y estupro contra menores de edad por parte de Muñoz Toledo.
Cabe destacar que hasta ahora existen 7 víctimas, incluido familiares, que, al momento de los abusos tenían entre 11 y 17 años. Sus testimonios estaban en conocimiento de las autoridades de la Iglesia.
En mayo pasado, cuando se conoció que había denuncias en su contra, el Arzobispado admitió los hechos y comunicó que «se implementaron medidas cautelares, siendo relevado de sus cargos de canciller de la curia y párroco, prohibiéndosele -además- el ejercicio público del ministerio sacerdotal”.
Según consigna La Tercera, Muñoz Toledo se ganaba la confianza de los niños, se convertía en su confesor, posteriormente les realizaba tocaciones, pedía que lo masturbaran y en al menos un caso hubo acceso carnal. Existen, además, otras tres denuncias de actuaciones sórdidas: el religioso exhibiéndose o solicitando que lo tocaran sin que los menores aceptaran. Uno de los casos corresponde a un menor en Rancagua, lo que explica por qué se ordenó su detención en el tribunal de esa capital regional.
Por otra parte, existían pruebas realizadas por el Servicio Médico Legal que involucran a quien detentó uno de los más altos cargos en la Iglesia chilena y que hasta hoy gozaba de plena libertad.
Óscar Muñoz Toledo fue ordenado sacerdote en 2000, y en agosto del año 2003 fue designado vicecanciller del Arzobispado de Santiago, un cargo cercano al entonces arzobispo Francisco Javier Errázuriz Ossa. En 2011, fue promovido a canciller del Arzobispado, cuando ya estaba al mando Ricardo Ezzatti. También fue párroco de la Iglesia Jesús de Nazareth ubicada en Villa Alessandri en Estación Central.
En enero pasado, Óscar Muñoz Toledo realizó una autodenuncia, antes de la visita del Papa Francisco a Chile, sin embargo recién en mayo se conoció este hecho, previo a la visita de Charles Scicluna, el arzobispo enviado por el Vaticano a Chile para indagar en los abusos sexuales cometidos por miembros de la institución. En ese momento, la Fiscalía de O’Higgins determinó abrir una investigación de oficio en su contra.
