En medio de la crisis ambiental, las madres de los niños intoxicados se organizaron y comenzaron a acampar en la Plaza del Deportista, que fue rebautizada como Plaza de la Dignidad, como una forma de manifestar su descontento por la vulneración de los derechos humanos de sus hijos. Así se formó un movimiento que organizó actividades como la “metilclorofonda” de Fiestas Patrias y elaboró un petitorio, pero que no ha tenido respuesta de las autoridades: “Está claro que el primer objetivo del Gobierno ha sido mantener el parque industrial por sobre la vida y salud. Acá lo político ha pesado mucho más que lo humano y lo ético”, dice una de sus voceras.
La crisis ambiental en Quintero y Puchuncaví no ha dado tregua. El jueves, el intendente Jorge Martínez anunció el levantamiento de la Alerta Amarilla, y el consiguiente regreso a clases desde este lunes 24 de septiembre. La autoridad buscaba dar una señal de retorno a la vida normal para todos los quinteranos y puchuncavinos, sin embargo los nuevos casos de intoxicación registrados desde la noche del viernes obligarán a los habitantes de la “Zona de Sacrificio” a seguir en estado de alerta.
Desde finales de agosto han sido más de 700 personas intoxicadas por la grave situación que afecta a estas dos comunas de la región de Valparaíso. Autoridades médicas, políticas y la propia ciudadanía han apuntado sus dardos al Gobierno central, acusándolos de tener un manejo negligente en la crisis. Y en este difícil panorama, los miembros del Cabildo Abierto de Quintero-Puchuncaví se han mantenido en pie de lucha para exigir soluciones a las autoridades correspondientes, un movimiento que sirve como punto de encuentro para todos los actores sociales de la zona.
“Desde el viernes 31 de agosto algunas de las mamás de los niños intoxicados del Liceo Politécnico de Quintero decidieron comenzar a acampar en la Plaza del Deportista, que la rebautizamos Plaza de la Dignidad, y esto fue una medida extrema para poder manifestar con fuerza su descontento, su rabia e indignación por la vulneración de los derechos humanos de sus hijos. Con ellas nos sumamos más personas y en definitiva terminamos armando lo que hoy es el Cabildo Abierto de Quintero-Puchuncaví”, dijo a El Mostrador Carolina Orellana, vocera del Cabildo.
La denominada Plaza de la Dignidad se ha convertido en un punto neurálgico, donde el cabildo se reúne diariamente para compartir vivencias, emociones y tomar decisiones.
La solidaridad también se hace presente. A propósito de las reuniones que se organizan en la Plaza de la Dignidad, los habitantes de Quintero y Puchuncaví llegan para regalar alimentos. “La plaza está siendo un punto de encuentro, un punto neurálgico donde nos estamos reuniendo todos los días a hacer cabildos y nos consolidamos en distintas comisiones para poder trabajar”, añade.
También se realizan diferentes actividades culturales y educativas. Talleres de radio y venta de sopaipillas son algunos de los eventos que se han realizado en este espacio. Además, el 17 y 18 de septiembre, en el marco de las fiestas patrias, se llevó a cabo la denominada “metilclorofonda”, que tuvo como objetivo abogar por la descontaminación de Quintero y Puchuncaví.
Para este domingo 23 de septiembre, está programado un concierto en la playa El Manzano de Quintero, que contará con la participación de artistas como Sol y Lluvia, La Trilla, la Locomobomba, Joshua Cadima, Amilia Rechazada e Incógnito. La actividad además tiene el objetivo de conmemorar un mes de la crisis ambiental que desde agosto afecta a los habitantes de Quintero, Puchuncaví y Ventanas.
La labor de las autoridades y su reacción ante la crisis ha sido puesta en tela de juicio por los afectados. Así, ante la comisión investigadora de la Cámara de Diputados por Quintero y Puchuncaví, la presidenta del Consejo Consultivo de Salud de Quintero, María Araya, criticó las malas condiciones del hospital de campaña para atender los casos de intoxicación que han afectado a los pobladores. Pero el reclamo sobre las carencias sanitarias de la comuna no es nuevo: hace unos 3 meses expuso la misma situación ante autoridades como el ministro de Salud, Emilio Santelices, y el intendente Jorge Martínez, y no hubo respuesta.
En este contexto, los miembros del Cabildo establecieron un petitorio con 5 exigencias básicas. El primer punto establece el cierre del parque industrial mientas no se conozcan los responsables de la contaminación. Además, exigen pedir zona franca energética para las comunas de Quintero y Puchuncaví, lo que significaría bajar los costos de electricidad, bencinas y combustibles en general.
También están solicitando una ley general para Quintero y Puchuncaví y declarar parques nacionales a las Dunas de Ritoque y el Humedal de Mantagua.
Hasta ahora, ninguna de estas peticiones ha sido acogida. “Los petitorios siguen activos, están claritos, entregados a las autoridades correspondientes. Seguimos trabajando para conseguir esas exigencias. Estamos molestos, porque está claro que el primer objetivo del Gobierno ha sido mantener el parque industrial por sobre la vida y salud. Acá lo político ha pesado mucho más que lo humano y lo ético”, lamenta Orellana.