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Las opiniones divididas que generó en Chile la nueva ley vaticana que obliga a denunciar abusos PAÍS

Las opiniones divididas que generó en Chile la nueva ley vaticana que obliga a denunciar abusos

En Chile aún se ve con cierto recelo esta iniciativa del Vaticano, especialmente porque -según consideran algunos dentro de la comunidad eclesial local- es insuficiente para la realidad de los abusos sexuales en Chile, porque no estipula la obligatoriedad de que los clérigos denuncien estos casos a la justicia civil. Sin embargo, otros valoran los esfuerzos del Papa Francisco para acabar con los abusos sexuales al interior de la Iglesia. Por ejemplo, el presbítero y doctor en Derecho Canónico de la Universidad Gregoriana de Roma, Francisco Walker, esto es «un paso importante, muy positivo». [ACTUALIZADA]


El Papa Francisco firmó el jueves una norma en la que se obliga a denunciar cualquier presunto abuso sexual o de poder por parte de un clérigo, establece el procedimiento a seguir en las diócesis, y exige celeridad en las investigaciones preliminares.

Sin embargo, en Chile aún se ve con cierto recelo esta iniciativa del Vaticano, especialmente porque -según consideran algunos dentro de la comunidad eclesial local- es insuficiente para la realidad de los abusos sexuales en Chile, porque no estipula la obligatoriedad de que los clérigos denuncien estos casos a la justicia civil.

En ese sentido, el vocero de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos, Jaime Concha, dijo que «pareciera ser que se está consolidando una estructura dentro de la iglesia para que también se investiguen estos delitos», aunque señaló que en nuestro país «los obispos no han colaborado, han destruido información importante sobre estos crímenes, han mentido».

También emitió su opinión el vocero de los Laicos de Santiago, Osvaldo Aravena, quien consideró que «esto no garantiza que la Justicia sea el elemento rector de esta voluntad que el Papa ha expresado en ese sentido, porque vuelve a colocar el manos de quienes son justamente los que pueden ser investigados, en este caso los obispos y la jerarquía de la Iglesia, la posibilidad de que estas denuncias tengan algún tipo de acogida».

«Si bien hay una suerte de guiño, en ningún momento hay de manera explícita la definición de que hay que colaborar con la justicia civil», agregó Aravena.

Sin embargo, otros valoran los esfuerzos del Papa Francisco para acabar con los abusos sexuales al interior de la Iglesia. Por ejemplo, el presbítero y doctor en Derecho Canónico de la Universidad Gregoriana de Roma, Francisco Walker, esto es «un paso importante, muy positivo». Además destacó que se establece un procedimiento más claro sobre las denuncias contra un obispo o religioso, y que por primera vez tipifica la figura de encubrimiento. 

«En algunas instancias ya estábamos más avanzados, por ejemplo, cuando se establece que en todas las diócesis deberá existir un organismo para recibir denuncias», argumentó.

Por otra parte, la abogada canonista y vocera de Voces Católicas, Valeria López, señaló que «una vez más el Papa muestra que este tema le preocupa (…); el Pontífice quiere comprometer a las autoridades de la Iglesia”, además de que “fija un plazo de 90 días para llevar a cabo todas las investigaciones eclesiales».

Respecto a que los sacerdotes en Chile deban informar a su autoridad eclesial sobre las situaciones abusivas que conozcan, dijo que «no creo que se desencadene una oleada de denuncias. En el último tiempo ya se han recibido muchas y pese a que ahora quedó por escrito esta obligación, en los últimos años se ha generado una conciencia de que moralmente ya era algo obligatorio».

Finalmente Juan Carlos Claret, miembro de la comunidad de laicos de Osorno, dijo que «es un avance, porque se establecen criterios uniformes, tanto para las investigaciones contra religiosos de congregaciones como sacerdotes diocesanos», pero advirtió  que «los antecedentes seguirán siendo almacenados en archivos secretos, de difícil acceso para el Ministerio Público».

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