“El tribunal ha adoptado el predicamento de avanzar en la materia, de manera de acercarnos lo más posible a la objetividad, a la priorización del mérito y a dejar de lado los espacios de arbitrariedad”, sostuvo el vocero del máximo tribunal, Lamberto Cisternas, respecto al plan que la Suprema espera tener en funcionamiento de aquí a tres meses. Entre sus principales innovaciones contempla un «concurso ciego” de modo de impedir conocer la identidad de los participantes, y así dar más transparencia al sistema [ACTUALIZADA].
Una propuesta que va más allá que lo planteado por el Gobierno y busca introducir cambios de corto plazo al sistema de nombramientos presentó este lunes la Corte Suprema.
Los cambios apuntan a dar mayor objetividad y transparencia al sistema, según sostuvo el vocero del máximo tribunal, Lamberto Cisternas, al dar a conocer el auto acordado del pleno.
“El tribunal ha adoptado el predicamento de avanzar en la materia, de manera de acercarnos lo más posible a la objetividad, a la priorización del mérito y a dejar de lado los espacios de arbitrariedad”, sostuvo el vocero del máximo tribunal.
La propuesta de la Suprema surge luego que el Presidente Sebastián Piñera anunciara en su Cuenta Pública del 1 de junio –sin dar ningún detalle- que el Gobierno está trabajando en una serie de proyectos de ley para terminar con el lobby judicial, mejorar los requisitos, y el sistema de nombramiento de jueces y fiscales.
El anuncio no estuvo exento de polémica dada la frase del ministro de Justicia Hernán Larraín señalando que no había visto en la Suprema “interés” en avanzar en estos cambios. Luego, el secretario de Estado socializó con los ministros las líneas gruesas de su plan, y precisaría su frase, que fue replicada por el máximo tribunal.
“La Corte tiene interés, opinión, estudios y acciones concretas en materia de nombramientos. Tenemos un tremendo interés de participar”, respondió en su momento Haroldo Brito, el presidente de la Corte Suprema, tribunal que ahora decidió desplegar sus propias cartas en la materia.
De todos modos, desde la Suprema defendieron su plan señalando que “no estamos en líneas diversas, sino que estamos siguiendo lo que en este momento podemos hacer, y tratando de hacerlo lo más óptimamente posible en esa línea”.
Respecto a los plazos, Cisternas planteó que el objetivo es que “comiencen a funcionar de aquí a tres meses, a lo menos en los aspectos más generales (…) mientras no se reforme el sistema por la vía legal, la Corte avanza en la dictación de autos acordados que mejoren el sistema de objetividad”.
Una de las principales innovaciones dice relación con una selección anónima de los candidatos, para dar garantías de un concurso “ciego” para la designación y “se guiarán conforme a criterios que impidan conocer la identidad de los participantes”.
Asimismo, las modificaciones –que abordan el proceso de selección hasta los concursos para definir a los magistrados que compondrán los distintos tribunales- también incluyen las pruebas que se deben rendir para postular a los concursos, audiencias públicas obligatorias respecto de los candidatos y asignación de puntajes en las calificaciones anuales, entre otros.
“Las pruebas para los concursos respecto del escalafón primario serán preparadas por la academia judicial y para los otros escalafones por la corporación administrativa”, explicó Cisternas.
Los otros puntos del plan de la Corte Suprema son: