PAÍS
Crédito: Agencia UNO
La Moneda se vio obligada a ceder luego de varios días de férrea defensa de su propio proyecto, en desmedro del presentado por la diputada comunista Camila Vallejo. Incluso, éste fue catalogado como “inconstitucional” esta mañana por el Presidente Sebastián Piñera, quien además amenazó con recurrir al TC. Sin embargo, las voces díscolas al interior de Chile Vamos a favor de la iniciativa opositora, y el fuerte respaldo ciudadano a las 40 horas de trabajo semanales, forzó al Gobierno a dar un giro en su estrategia. En concreto, el Ejecutivo presentará una indicación para bajar la jornada de trabajo a 41 horas semanales promedio [ACTUALIZADA]
La batalla política, comunicacional y legislativa por el proyecto de “40 horas” tuvo un nuevo capítulo esta tarde cuando el ministro del Trabajo Nicolás Monckeberg anunció desde La Moneda que el Gobierno le pondrá suma urgencia al proyecto de adaptabilidad laboral que se encuentra en el Senado, y además presentará una indicación para bajar la jornada de trabajo a 41 horas semanales.
El Gobierno se vio obligado a ceder en este punto luego de varios días de férrea defensa de su propio proyecto, en desmedro del presentado por la diputada comunista Camila Vallejo, el cual fue catalogado como “inconstitucional” esta mañana por el Presidente Sebastián Piñera. El Mandatario fue más allá e incluso amenazó con recurrir al Tribunal Constitucional.
Sin embargo, el tema comenzó a generar fisuras en la derecha, iniciadas con las críticas del senador RN Manuel José Ossandón, quien acusó que su sector desprecia la iniciativa «sólo por la ideología de su creadora, Camila Vallejo» y emplazó al Gobierno «sentarse con ella, adaptar y flexibilizar».
Al exprecandidato presidencial se sumó otra voz díscola en el oficialismo, la diputada de Renovación Nacional, Francesca Muñoz quien dio todo su apoyo a la propuesta de Camila Vallejo, además del PRI, colectividad integrante de la coalición oficialista.
En el Gobierno también se encendieron las alarmas, tras constatar el fuerte respaldo ciudadano del proyecto, evidenciado en los números de la encuesta Cadem, que arrojó que el 74% apoya reducir la jornada laboral a 40 horas, o el «Barómetro del trabajo» de FIEL y MORI que reveló que el 63% preferiría trabajar 40 horas y 72% dice que el proyecto sería un avance.
Con todo, el ministro Monckeberg evitó darle todo el crédito a la parlamentaria del PC, señalando que “lo que está en juego no es si se reduce o no la jornada de trabajo en Chile. Ambos proyectos lo hacen. Lo importante es que nuestro proyecto lo hace en forma responsable, inteligente y gradual”.
Añadió que “nuestro proyecto es responsable porque respeta la Constitución y porque crea empleos a través de medidas como la flexibilidad laboral. En cambio, el proyecto del Partido Comunista mantiene la rigidez y sube en forma brusca un 12% los costos de la contratación lo que potencialmente afectaría la creación de más de 300 mil empleos”.
Según Monckeberg, una reducción de jornada como la que plantea el proyecto opositor “le quita libertad al trabajador y termina siendo Estado y no el trabajador quién decide dónde, cuándo y cómo trabajar”. En cambio, a su juicio, el proyecto del Ejecutivo introduce flexibilidad laboral, “lo que nos permite acomodar mucho mejor el trabajo con la familia, incorporar el teletrabajo, permitiendo trabajar a distancia, organizar jornadas que permitan trabajar más en determinadas épocas del año, en resumen, entregar beneficios que hoy días los chilenos no tienen”.
Una vez terminada la declaración del ministro Monckeberg, quien estuvo acompañado del subsecretario Fernando Arab, dirigentes de pymes y congresistas de Chile Vamos, el Presidente Piñera se refirió al tema por Twitter.
“El sentido profundo del desarrollo es mejorar calidad de vida de todos y eso pasa por generar más tiempo libre para lo más importante: familia, amigos, cultura, deporte y recreación. Por eso impulsamos una reducción gradual de jornada de trabajo de 45 a 41 hrs semanales promedio”, escribió el Mandatario.
Según Piñera, la “reducción de jornada debe ser con flexibilidad y responsabilidad para no afectar empleo ni salarios. Nuestro proyecto compatibiliza trabajo, familia, estudios y preferencias. Se aplicará gradualmente y generará 350 mil nuevos empleos. El otro mantiene rigidez y destruye empleos”.
