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La Semana Política analiza el “inserto” que justifica las violaciones a los DD.HH. y el giro de Piñera hacia “los cómplices del olvido”

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En un nuevo episodio de La Semana Política en El Mostrador, el editor periodístico, Héctor Cossio, y el periodista Hernán Leighton conversaron con el analista político Jaime Retamal en el marco de una nueva conmemoración del 11 de septiembre, un día que se ha transformado en un verdadero dolor de cabeza para el Gobierno que en primera instancia decidió no realizar ningún acto oficial, pero a última hora optó por ofrecer solo una declaración del Mandatario. Esto sumado al inserto del diario El Mercurio, que justifica el «baño de sangre» ocurrido durante el régimen militar, ha contribuido a un clima donde Piñera ha optado “por el facilismo de la patología de la normalidad», según graficó el invitado.


¿El 11 de septiembre es un día normal? La pregunta quedó instalada luego de que el Gobierno decidiera pasar por alto una posible conmemoración en el Palacio de La Moneda por los 46 años del Golpe de Estado. Este intento por normalizar este día por parte del Ejecutivo generó ruido y pone en una situación bastante controversial al Presidente de la República, Sebastián Piñera, quien había denunciado a los “cómplices pasivos” de las violaciones de derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet, pero que ahora es catalogado por algunos como un «cómplice del olvido».

Para abordar esta nueva polémica, en un nuevo capítulo de La Semana Política en El Mostrador, el editor periodístico, Héctor Cossio y el periodista de Política, Hernán Leighton, conversaron con el analista político Jaime Retamal.

Al comienzo del programa, Retamal sostuvo que «es interesante hacer el análisis psicoanalítico de Sebastián Piñera, de cómo pasó de denunciar a los cómplices pasivos a ser el mismo un cómplice del olvido».

«Se normalizan ciertas cuestiones que, en rigor, son momentos de reflexión y atención, un momento de decir que esto no se vuelva a repetir, y sin embargo, la institucionalidad política, desde su corazón mismo, es decir, La Moneda, llama a normalizar el día», agregó.

«A normalizar el olvido», complementó Héctor Cossio.

Polémico inserto

Durante la conversación se analizó el polémico inserto publicado hoy en el Diario El Mercurio, donde se justifica el Golpe de Pinochet y se afirma que el 11 de septiembre de 1973, «Chile se salvó de ser Venezuela».

«¿Qué posibilidad hay de olvido? Primero, el olvido que están planteando es inverosímil porque ahí hay una señal muy clara de que hoy día, a través de un inserto en El Mercurio, hay personas que representan a otras que no solo van a hacer la memoria respecto de los crímenes, sino que hay una justificación del baño de sangre por decirlo así, para obtener un país distinto», dijo Cossio.

En este sentido, Hernán Leighton planteó que «la pregunta es ¿cómo o por qué se puede dar en esta fecha una posibilidad que en un diario como El Mercurio exista un inserto de estas características?, cuando se supone que ya debería existir una cultura un poco más arraigada. Muchos cuestionan que no se hizo el trabajo que se debió haber hecho post dictadura como sí se hizo en otros países, que es dejar los estamentos muy claros. Eso no ha ocurrido acá en Chile».

«Desde el punto de vista cultural, el país sigue siendo tremendamente autoritario, y en ese sentido, es un país que de una u otra manera lo que quiere es obedecer. Tenemos que ser sumamente autocríticos, sobre todo la clase política con lo que se hizo después de que llegó la democracia en la educación chilena», señaló Retamal.

En este sentido, precisó que “si miramos los hechos desde la violación de los derechos humanos no hay dos direcciones, hay una sola dirección, y la contextualización es de alguna manera perversa. Primero, la Unión Soviética, después fue Cuba, ahora es Venezuela, ¿mañana qué va a ser, Corea del Norte? Entonces, realmente el trabajo que hace este medio de comunicación de distorsionar la opinión pública y el imaginario colectivo, de alguna u otra manera, va enlazado también con esta cultura del autoritarismo de nuestro país”.

El analista político puso el foco en la importancia de la educación, señalando que ésta “busca que cada estudiante decida si va a estar por el lado derecho o por el lado izquierdo de la interpretación de la historia». Pero en la actualidad, la educación pública se encuentra bajo ataque, advirtió: «A mí me llama la atención, lo gaseado que está la educación pública, se gasea rápidamente el Instituto Nacional, se gasea rápidamente la Universidad de Santiago, y nadie dice nada. Se normalizó el gaseamiento de la educación pública», añadió.

En relación a la postura desde La Moneda frente a los 46 años del Golpe de Estado, Hernán Leighton señaló que «no me hace mucho ruido esta bajada comunicacional del Gobierno de señalar que esto es un día normal. No hay ningún problema en que el Presidente Piñera saliera abrazado de un reivindicador de las dictaduras de las dictaduras de los años 70 y 80 de América Latina, como Jair Bolsonaro. Todos entendemos que Brasil es una gran potencia económica de la que no puedes ser enemigo en este contexto de las relaciones internacionales».

«Acá en Chile, para el Gobierno hablar del 11 de septiembre es muy complejo, porque tiene a la extrema derecha con José Antonio Kast, tiene a la presidenta de la UDI que iba a visitar a los presos de Punta Peuco y cuando le preguntaron si se repitiera el plebiscito, ella dijo que votaría que Sí. Tiene a Camila Flores en Renovación Nacional y en la derecha más liberal tiene a Felipe Kast que hace pocos días tuiteaba que había que hablar de robótica. Todo eso sumado al comportamiento del Presidente Piñera en este segundo Gobierno que es subirse al barco dependiendo de donde sople el viento. A mí no me sorprende que en este contexto y que para no complicarse decida no hablar nada», explicó.

Piñera, «un jugador nato»

En este sentido, Retamal catalogó al Presidente Piñera como «un jugador nato y que juega al día a día, a cómo vienen las encuestas, a cómo vienen las distintas variables o distintos factores que él tendrá en su mente planilla Excel para poder calcular que es lo que tiene que decir y lo que no tiene que decir».

«José Antonio Kast puede ser una de esas variables, y Piñera no quiere perder nada por el lado de la extrema derecha. Pero independiente de ese jugador que es, es también el Presidente de Chile y es el Mandatario al que le corresponde la conmemoración de lo que sucedió, porque eso que pasó no es una cuestión banal, sino que es un asesinato masivo de personas diseñado por aparatos del Estado», precisó.

«¿Cuán peligroso es que un Gobierno como la máxima entidad de una República ponga en este plano el último gran quiebre democrático que tuvo este país y que obviamente ha afectado el futuro y lo va a seguir afectando? ¿cuán importante o cuán irresponsable es poner esto en el plano que se está poniendo hoy en día?», preguntó Leighton.

«Lo más irresponsable es que esta cosa se vuelva a repetir, lo más irresponsable es que sigamos teniendo prácticas en las Fuerzas Armadas o en Carabineros, que de una u otra manera, nos recuerdan aquellas épocas en que se pinchaban los teléfonos, se perseguían personas, se entraban a las casas de los periodistas. El no recordar, nos condena a repetir la historia», respondió Retamal.

«No es que no se quiera recordar, sino que se está justificando en función del contexto esas violaciones de los derechos humanos. Eso es el impreso de hoy día de El Mercurio«, complementó Cossio.

Un momento de «reflexión social»

En esta línea, Retamal ahondó en el término «cómplice pasivo». «Es una expresión que todo el mundo salió a aplaudir, pero es realidad es bastante antojadiza, es una expresión que te exculpa. El ‘buenismo’ de cómplices pasivos es una cosa impresionante», dijo.

«El día que se cumpla el sueño del Gobierno de este año, va a ser la derrota de la democracia. O sea, el día que el 11 de septiembre sea un día normal para nuestro país, se perdió la batalla», sostuvo Leighton.

«Que sea un día normal o que se intente hacer pasar esto como un día normal donde claramente en una fecha como ésta salen a relucir posiciones completamente distintas y una por sobre todo, más allá de las justificaciones del contexto, empieza a legitimar las acciones de la violencia en función de corregir un sistema. Eso es el peligro, porque ahí está la justificación para poder utilizarlo en cualquier otra circunstancia», añadió Cossio.

Para finalizar, Jaime Retamal sostuvo que «el momento de la violación de los derechos humanos no es un momento que tiene que llamar a la reflexión a la gente de izquierda, es un momento que tiene que llamar a la reflexión a toda la ciudadanía, al carabinero, al que es de la PDI, al que es estudiante, al que es político, al que es profesor, al que es periodista. No es momento solamente de los comunistas, de los que fueron víctimas, sino que también es un momento de reflexión social».

«Pero parece que este 11 de septiembre el Presidente Piñera optó por el facilismo de la patología de la normalidad», cerró.

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