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Salida de Salaberry revela lucha de poderes por quedarse con la Subdere, “la gallina de los huevos de oro” de Interior PAÍS

Salida de Salaberry revela lucha de poderes por quedarse con la Subdere, “la gallina de los huevos de oro” de Interior

La salida de uno de los protegidos de la directiva UDI de un puesto clave en el Gobierno, tiene en ascuas al partido gremialista. Son varios los que critican el actuar «errático» de Salaberry a la hora de abordar la crisis tras su incidente automovilístico en Ñuñoa, además de cuestionar el «oportunismo» de RN y la mano de La Moneda en la filtración de su renuncia. Más allá del conflicto político, el exsubsecretario deja una vacante, la codiciada Subdere, que pese a que debería caer nuevamente en manos de la UDI, nada asegura que la senadora Jacqueline van Rysselberghe siga manteniendo el poder en esta área tan estratégica, al manejar presupuestos cuantiosos y muy anhelados, con miras a las elecciones municipales y de gobernadores regionales.


La salida de Felipe Salaberry dejó un amargo sabor al interior de la UDI. El ahijado político de Jacqueline van Rysselberghe dejó su puesto en la cartera del Interior en medio de un escándalo, marcado por filtraciones respecto a su renuncia, que podrían haber provenido de la misma Moneda, según señalan desde la UDI, y justo en medio de una guerra interna desatada entre los militantes de RN y los gremialistas, que son parte de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere).

Pero la política y desencuentros de partidos no son la única razón por la que “duele sobremanera”, según un parlamentario de la UDI, la renuncia de Salaberry. También duele en la cartera de varios municipios administrados por alcaldes de Chile Vamos. La Subdere es la encargada de financiar un sinfín de proyectos municipales y regionales, a los que postulan los vecinos y vecinas que votarán en las próximas elecciones municipales y de gobernadores regionales, lo que hace al puesto más que atractivo.

El presupuesto para este tipo de proyectos puede llegar a los $80 mil millones al año, a través del programa de Mejoramiento de Barrios y el Programa de Mejoramiento Urbano, los que son entregados “en base a la discrecionalidad del subsecretario”, señalan desde la Subdere. Hasta la fecha, para el programa de Mejoramiento de Barrios se han asignado M$37.665.722, aunque el presupuesto inicial otorgado por Dipres fue de M$27.030.897.

Desde la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo reconocen que es sabido que en estas asignaciones pesan los índices del “municipio amigo”, más que los instrumentos con los que cuentan, y que en la última década ningún Gobierno ha tenido la voluntad de reglamentar la entrega de estos recursos. “Es la gallina de los huevos de oro”, agregan. También apuntan a que estos programas se “abultan durante el año”, como es el caso del programa para el Mejoramiento de Barrios, el que es asignado en función de lo que los propios vecinos solicitan a la municipalidad, “la Dipres siempre de golpe pasa mil millones de pesos, o más, para estos programas durante el año”.

De acuerdo a una publicación de La Segunda, del programa de Mejoramiento Urbano, el 37% de los recursos ejecutados fueron a parar a alcaldías UDI, entre las que destaca Maipú, municipalidad dirigida por Kathy Barriga, y otros RN. En total, los alcaldes de Chile Vamos concentraron el 28% de los recursos ejecutados. Cabe recalcar que este fondo tiene un presupuesto de $42 mil millones. En la subsecretaría destacan que, a pesar de que hay “municipios prioritarios” por sus necesidades, “muchas veces se opta por entregar estos recursos a comunas con dinero”.

Además, quien dirija la Subdere deberá cerrar los últimos ajustes a la Ley de Elección de Gobernadores y Gobernadoras Regionales (GORE), un terreno en constante disputa entre la UDI y el resto de los partidos de Chile Vamos. Al interior del oficialismo se denunció, en reiteradas ocasiones, que el subsecretario Salaberry habría intentado retrasar la definición de las atribuciones para los GORE, para evitar revelar cuál será efectivamente la independencia económica que tendrán respeto de la figura del delegado presidencial. Un accionar que había despertado la queja de varios parlamentarios de Renovación Nacional y de Evópoli, disconformidad que habría jugado en contra de Felipe Salaberry, en medio de la crisis desatada luego del conflicto por el incidente de tránsito que protagonizó en Ñuñoa y la revelación de otros actos reñidos con la probidad, como fue el caso de la contratación y aumentos de sueldos reiterados de la pareja del exsubsecretario en la Intendencia de Arica y Parinacota.

Al interior de Chile Vamos reconocen que en RN “supieron aprovechar la ocasión”, que la salida de Salaberry significa que la senadora Van Rysselberghe estará “un poco más lejos de Interior”. Es más, llamó la atención que se nombrara a una jefatura de “bajo perfil”, como María Paz Troncoso, jefa de la División de Desarrollo Regional, como subsecretaria interina, y no a Eugenia Martínez, “el verdadero brazo derecho de Salaberry” en la Subdere, o a otros candidatos del círculo cercano de la senadora, lo que es visto como una señal desde el Gobierno al interior de la subsecretaría.

Una treta política

Si bien no tiene la altura de un «coronel», Felipe Salaberry es calificado como “histórico militante” de la UDI, estatus suficiente para que el gremialismo mueva toda su estructura en busca de defender a uno de los suyos. Fue dirigente estudiantil de la Universidad Diego Portales, vicepresidente de las juventudes del partido, secretario ejecutivo en avenida Suecia, y luego diputado  tres veces consecutivas, pero. tras dejar el Parlamento en 2014, “le costó mucho reinventarse”, reconocieron al interior de la tienda. Datos que explican el por qué de la defensa a ultranza que operó desde la mesa directiva gremialista para con el ahora exsubsecretario.

En la UDI reconocen que están dolidos con el actuar del Gobierno y dudan respecto al rol que tuvo La Moneda en la filtración de la renuncia de Salaberry. Incertidumbres que también se extienden a los nombres que han circulado para ocupar el puesto en la Subdere, ya que se estaría “probando la mejor carta y quemando otras en la prensa”, señalan desde el oficialismo.

También están molestos con RN, luego de que hicieran públicas las palabras del Presidente en una cita privada. El Mandatario habría dicho textualmente: “Para que ustedes sepan, Salaberry renunció”. Dentro de la UDI también hay quejas contra el actuar del propio Salaberry, a quien acusaron de haber tenido un actuar errático, y que aquello complicó la negociación de su partido con La Moneda.

Desde la casona ubicada en avenida Suecia, indicaron que el primer responsable de su salida fue él mismo, quien, si bien se vio en una situación compleja, no habría tenido el calibre político necesario para controlarla de mejor manera. Agregaron que la bala de plata en medio de la tensión fue el respaldo que el alcalde RN Andrés Zarhi les entregó a los funcionarios de la municipalidad, versus la versión de desmentido del exparlamentario. Aquello “fue una quitada de piso que sintió fuerte”, aseguraron.

Aunque la reunión con el Presidente Piñera, que se llevó a cabo el día martes, selló su salida, esta cita estaba solicitada desde el día anterior por el propio Salaberry y el propósito de la misma era el de avisar que dejaría su oficina. En Palacio, causó molestia el actuar errático que tuvo el hoy exsubsecretario, quien el mismo lunes –pasadas las 17 horas– le hizo saber a sus cercanos, incluyendo a senadores de la bancada gremialista, su decisión de renunciar al cargo. Aquella jugada activó el protocolo partidista para ejecutar la salida y negociar el enroque. La información también se puso en conocimiento de sus jefes en Interior.

Filtrada la información a los medios el mismo lunes, Salaberry habría echado marcha atrás. Lo que no calculó es que su suerte ya estaba echada y que hasta el nombre que barajaba su partido para su reemplazo había sido filtrado, el actual director de Sercotec, Cristóbal Leturia. “Aún no estaba frío el muerto y ya existía su reemplazante”, apuntaron desde su partido, en alusión al complejo escenario en que el entonces Subdere se metió y del cual no volvió a encontrar la salida.

Fuentes cercanas al histórico dirigente UDI aseguraron que hubo un espacio de luz entre lunes y martes, previo a la cita con el jefe de Estado, pero el desmentido vía WhatsApp que Salaberry envió a una serie de chats de diferentes autoridades de su partido, luego de la cita del Presidente Piñera con los diputados RN, habría molestado sobremanera en la casa de Gobierno, pues se habría asumido que desmintió al propio Mandatario frente a los suyos.

En el partido, si bien hay varios que lo excusan por su actuar, al afirmar que los problemas familiares que le acarreó el caso se tornaron incompatibles con la continuidad en el cargo, no son pocos los que los responsabilizan de todo, ya que dejó al partido “offside”, sin haber alcanzado a negociar adecuadamente su salida y reemplazo.

Donde si se mostró alineada la tienda, fue en el respaldo a la versión que rechaza toda veracidad de la acusación en su contra y que terminó, además, con su hermana Iris fuera de la municipalidad, y con su actual pareja cuestionada en la intendencia de Arica y Parinacota.

Alivio en la Subdere

Al interior de la subsecretaría los ánimos “están calmos, tranquilos”, reconoce un funcionario. La salida del militante de la UDI no causó gran sorpresa, ya que “hace meses” se observaba una tensión entre quienes dirigían la Subdere y los miembros de RN en el Gobierno central. Además, se suman los roces con los gremialistas del sector del diputado Javier Macaya, debido al maltrato sufrido por Pía Margarit, exjefa de políticas públicas de dicha subsecretaría, por parte de Juan Ricardo Garrido, jefe de asesores y también cercano a Van Rysselberghe.

Una tranquilidad que estaría marcada por la ausencia de Felipe Salaberry, quien cultivó una dispar relación con sus subalternos. Quienes trabajan en la subsecretaría reconocen que el militante de la UDI tenía “arranques de genio”, se “ofuscaba rápido” y le gustaba mantener el control de todo, “el estilo Salaberry, bueno para escucharse a sí mismo y a nadie más”.

Agregan que él “nunca dejaba de hacerte sentir que era ‘el capo’” y que en la celebración del 18 de septiembre dio por terminada la ronda los discursos al decir: «Parece que algunos no entendieron que esto no era una asamblea», debido a la intervención de un dirigente de funcionarios. Acto seguido “se ofuscó y se fue”. Posteriormente pidió vacaciones, a pesar de que había afirmado que no tomaría días libres en Fiestas Patrias.

Una de las preocupaciones que se mantienen al interior de la Subdere es la permanencia de Juan Ricardo Garrido. El también militante UDI era su brazo derecho y no es querido al interior de la subsecretaría, principalmente por el altercado que tuvo con Pía Margarit.

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