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Plebiscito de octubre: Servel y Chile 21 ponen en la mesa propuestas para una participación segura en consulta constitucional PAÍS

Plebiscito de octubre: Servel y Chile 21 ponen en la mesa propuestas para una participación segura en consulta constitucional

Saliendo al paso de las voces que han intentado relativizar el proceso, desde Chile 21 señalan que “dada la tendencia a la ‘leve mejoría’ en términos de pandemia, no vemos ninguna amenaza a la realización del plebiscito, por la tanto, la tarea a solucionar es cómo lo organizamos”. Entre las medidas concretas, plantean un mayor número de locales de votación y más cercanos a los electores; habilitación de mesas al aire libre y lejos de ambientes cerrados y estrechos; extensión de horarios y días de votación; transporte gratuito, además de repensar el rol de las FF.AA. y Carabineros en procesos electorales. Parte de las medidas coinciden con lo que ha planteado el presidente del Consejo Directivo del Servel, Patricio Santamaría, quien también ha hablado de realizar la votación en dos días, o que se haga en un día y extender el horario de votación.


A poco más de tres meses del plebiscito constituyente del 25 de octubre, el Servicio Electoral (Servel) se encuentra buscando fórmulas para desarrollar un proceso seguro, con ideas como la votación en dos días o ampliar el horario de funcionamiento de las mesas, como ha admitido el presidente del Consejo Directivo de la entidad, Patricio Santamaría

El Servel espera conformar un grupo técnico con La Moneda, aunque Santamaría afirmó que no ha recibido respuestas por parte del Ministerio de Salud. Hoy, consultado al respecto, el ministro de Salud Enrique Paris comentó que si bien «a la autoridad sanitaria no le corresponde opinar sobre el tema de las elecciones», dijo que si el organismo «necesita indicaciones precisas desde el punto de vista sanitario, obviamente que operaremos con ellos para darle todo el apoyo».

En este contexto surge la propuesta de la Fundación Chile 21, que aporta con una serie de medidas concretas para poder desarrollar un plebiscito seguro, algo perfectamente factible tomando en cuenta que en plena pandemia más de 45 elecciones se han realizado en el mundo, desde comicios locales hasta presidenciales, pasando por plebiscitos y consultas ciudadanas.

“Dada la tendencia a la ‘leve mejoría’ en términos de pandemia, no vemos ninguna amenaza a la realización del plebiscito, por la tanto, la tarea a solucionar es cómo lo organizamos, para que la participación sea contundente”, indican en un documento de trabajo elaborado por Axel Callís, Nicolás Mena y Eduardo Vergara, que sale al paso de las voces que han intentado bajar el proceso.

En el documento recalcan que “este plebiscito no debería constituir amenaza alguna a lo sanitario, sobre todo por lo breve que será el trámite de sufragar (dos votos, no más de dos minutos por elector). En otras palabras, esta elección será la más rápida desde 1988, pero es tarea de todos y todas que sea también la más fluida”.

Medidas concretas

Entre las medidas concretas, plantean un mayor número de locales de votación y que estos estén más cerca de los electores. “Ningún elector debería estar a más de 15 minutos caminado de su local de votación”, señalan. A esto se suma habilitación de mesas al aire libre y lejos de ambientes cerrados y estrechos.

Asimismo, sostienen que si bien “multiplicar los locales de votación para una elección segura en octubre, nos parece del todo razonable”, la falta potencial de contingente militar no puede ser un freno a la expansión necesaria del número de locales para el próximo plebiscito.

En este plano, aseguran que “nos parece absolutamente necesario repensar el rol de las FFAA y de Carabineros en nuestros procesos electorales a futuro”, considerando que en el país se han desarrollado referendos masivos como los impulsados por los alcaldes en diciembre del año pasado sin presencia policial y militar. A esto hay que agregar que para un sector de la población, la sola presencia de efectivos “puede ser visto para muchos como una señal de anormalidad, blanco de acciones y en algunos casos, de provocación”, acotan.

Es más, se preguntan si es “razonable y normal que las FFAA cumplan roles tan activos durante ejercicios democráticos y electorales. Al parecer no. Esta realidad no es común en las democracias más consolidadas de Europa o Estados Unidos, donde las elecciones son organizadas esencialmente por la sociedad civil, voluntariados y policías locales”.

Entre otras disposiciones, desde Chile 21 sugieren extensión de horarios y días de votación, además de hacer disponible un sistema de transporte gratuito.

“Se requieren para tal propósito al menos dos días para realizar el plebiscito, con horarios más extensos a los actuales (mínimo hasta las 20:30 horas). Para lo cual es muy necesario convocar a los mayores de 60 años (3,2 millones de electores), personas con enfermedades crónicas y otros casos especiales, el primer día, tomando evidentemente todos los resguardos de temperatura, distancia social, mascarillas e higiene dentro y fuera de los locales de votación. Este grupo de personas de riesgo, diseminado en las 42 mil mesas actuales que hay en Chile, no deberían ser un gran desafío logístico para la autoridad. El resto de la población menor de 60 años debería votar el domingo, es decir, más de 9,5 millones de potenciales electores, concurrirían bajo las mismas condiciones del día anterior. Finalmente, recomendar acudir a votar en horarios distintos por orden alfabético de los apellidos, para provocar aún más dispersión”, señalan.

Asimismo, plantean que puedan votar las personas privadas de libertad que no hayan sido condenados a pena aflictiva y vincular este plebiscito a una jornada nacional de salud pública.

El ejemplo de Corea del Sur

Parte de las medidas coinciden con lo que ha planteado el presidente del Consejo Directivo del Servel, Patricio Santamaría, quien también ha hablado de realizar la votación en dos días, para evitar colapsos o aglomeraciones en los centros de votación, o que se haga en un día y extender el horario de votación.

Santamaría, de todos modos, descartó el voto postal, y el voto electrónico, argumentando los costos que tendría su implementación y el riesgo de que se pueda alterar la votación, especialmente si se realiza a distancia. “No sé qué pensarían del Servel si gastáramos 100 millones de dólares en comprar máquina, para poder implementar el voto electrónico”, indicó a Radio Bío Bío.

Desde Chile 21 comparten esta apreciación, señalando que “creemos no están los tiempos para discutir en estos días el voto electrónico (proceso que no resuelve hoy el aspecto presencial de las elecciones) y que para el caso de Chile la ganancia sería marginal.

Uno de los casos que mira con atención el Servel es el de Corea del Sur, donde votaron hasta “personas contagiadas, tomando todos los resguardos”, indicó Santamaría.

De hecho la Fundación Chile 21 recuerdan que esta elección parlamentaria en el país asiático “llegó a un récord de casi 30 millones, el 65% del padrón y la más alta registrada en la historia electoral del país, en parte gracias a la innovación generada con una votación anticipada en la cual sufragó aproximadamente el 27% de los 44 millones de votantes inscritos”.

“Los contagiados de COVID también votaron y lo hicieron por correo (cerca de 3 mil de ese momento), las personas en cuarentena por trazabilidad (13 mil) y todos los que tenían sospecha de estar enfermos. No fue solo una elección de parlamentarios, fue un plebiscito sobre el manejo de la pandemia, y así lo entendió el Gobierno de ese país, el cual vio en esta elección una oportunidad de compatibilizar democracia y cuidados sanitarios (les tomó la temperatura a los 30 millones e hizo numerosos test)”, recalcan.

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