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Cuadrando el círculo: Presidente electo Gabriel Boric presentó a los nuevos subsecretarios luego de las tensiones internas provocadas tras el desequilibrio de poder que acusó AD en el mapa de ministros PAÍS

Cuadrando el círculo: Presidente electo Gabriel Boric presentó a los nuevos subsecretarios luego de las tensiones internas provocadas tras el desequilibrio de poder que acusó AD en el mapa de ministros

Hernán Leighton y Nicole Martínez
Por : Hernán Leighton y Nicole Martínez Periodistas del diario El Mostrador.
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Finalmente, y después de haberlo pospuesto en dos ocasiones, el Mandatario electo presentó el listado de subsecretarios que acompañarán a los también designados ministros en el inicio del nuevo Gobierno, a partir del 11 de marzo. Un trabajo que tuvo más de una complicación en el camino, luego que los miembros de Apruebo Dignidad presentaran sus reparos al mapa de poder interno que se configuró con la designación de los jefes de cartera, donde acusaron un evidente desequilibrio de las fuerzas, no solo al interior del conglomerado del entrante oficialismo, sino además con los nuevos inquilinos en la toma de decisiones, como lo es la centroizquierda, principalmente del PS. Revolución Democrática fue, finalmente, el partido que más nombramientos obtuvo, seguido por Convergencia Social y el Partido Comunista.


Si bien en algún momento se pensó que la elección de los perfiles para llenar las 39 subsecretarías tenía que ver solo con el carácter técnico de los candidatos ofrecidos por los partidos del futuro oficialismo e independientes, la presentación de aquellos que van a ejercer como jefes de cartera en el entrante Gobierno, dos semanas atrás, le agregó una arista más que compleja, aunque natural en este tipo de decisiones, como es la de la consideración de las cuotas de representación del o los (en este caso) conglomerados del entrante oficialismo.

Como suele ocurrir con cada entrante administración, y previo a la designación de su gabinete, se vocifera sin matices que se va a gobernar sin cuoteo político, ese que todos con micrófono en mano repudian, enlazándolo a una de las viejas y malas prácticas de la política nacional. Se hizo en los últimos años tanto en los gobiernos de la ex Presidenta Michelle Bachelet, como en el del actual jefe de Estado, Sebastián Piñera. Ahora fue el turno del Mandatario electo Gabriel Boric, quien, igual que sus antecesores, se tuvo que morder la lengua a la hora de armar el complejo puzle.

Lo cierto es que para lograr mínimos pisos de gobernabilidad interna, el equilibrio de poderes, según la representación o fuerza de cada uno de los partidos o movimientos que sostienen políticamente a un Gobierno, se hace totalmente necesaria, pues nadie quiere sentirse sobrepasado por un poder de menor arrastre, considerando el desgaste tanto técnico como político y económico que se hace en las campañas y luego al arribar a La Moneda.

El ejemplo más claro de errar en este aspecto se puede encontrar en el actual Gobierno. Desde un inicio, tanto la UDI como RN se pelearon palmo a palmo las designaciones. Al verse en desventaja, considerando su mayor representación parlamentaria, RN no dudó en apuntar sus dardos al jefe del segundo piso, Cristián Larroulet, a quien acusó permanentemente de elegir para un lado en desmedro del otro. El Presidente Piñera también lo pasó mal cuando decidió entregarle a Evópoli –partido con menor representación– las dos carteras más importantes, como lo son Interior y Hacienda. En ese momento, la UDI les hizo la vida imposible y sin contemplaciones, hasta que lograron desbancar al jefe de gabinete, Gonzalo Blumel.

En esta ocasión, le tocó vivirlo en carne propia al Presidente electo, quien, una vez que presentó a sus ministros, vivió las primeras tensiones que se generaron al interior de Apruebo Dignidad (AD), cuyas diferentes fuerzas no quedaron conformes con las cuotas designadas. Todo esto enmarcado en el cambio arquitectónico de poder que empleó el electo Jefe de Estado, al haber incluido en la conformación de su Gobierno a Nuevo Pacto Social, pero más aún, haberle entregado una silla en el comité político al Partido Socialista (PS).

De esta manera, y previo a la alarma que levantaron en el conglomerado, el gabinete contaba con dos representantes del Partido Socialista, más dos independientes pro PS –desde el partido encabezado por Álvaro Elizalde hicieron gala de sus cuatro cupos–. Las otras fuerzas que más poder obtuvieron fueron Convergencia Social –partido del Presidente–, con cinco representantes, luego el Partido Comunista, que considera la bancada más amplia dentro de AD y que obtuvo solo tres cupos; en el caso de RD, se le asignaron dos espacios; y uno tanto para los regionalistas como para Comunes.

Más para RD, Convergencia Social y el PC

Si bien las subsecretarías no son espacios para recompensar o reequilibrar las fuerzas, como repitieron constantemente, fuentes al interior de Apruebo Dignidad reconocieron que aquel era un factor trascendente, considerando la gobernabilidad interna. Transversalmente coincidieron en que los perfiles elegidos fueron los adecuados para hacerse cargo de las tareas designadas, y que se le reiteró al gobernante electo “plena libertad” para elegir a quienes él considerara que podían cumplir mejor con el rol asignado. Sin embargo, en privado varios partidos reconocieron cierta incomodidad con la presencia relevante de CS y del PS (siendo partido «invitado»). Entre ellos, en Revolución Democrática (RD), donde –a juicio de algunos de sus militantes– habían quedado disminuidos en los ministerios, por lo que se esperaba que ese «equilibrio» de fuerzas se diera en esta pasada, y así se entregaban luces la semana pasada.

De esta manera, el partido que más subsecretarías obtuvo fue RD, con nueve cargos –considerando el de Javiera Martínez, que asume en la Dipres–, más dos independientes que compitieron previamente para cargos de elección popular en cupos de RD. Entre los nombres se cuenta el de Miguel Crispi, que fue uno de los primeros en conocerse la semana pasada.

En el caso de Convergencia Social, fueron 6 las subsecretarías que se suman a los 5 ministerios. Pero esto no dejó contentos a todos, pues dentro de AD algunos siguen viendo una «contienda desigual», con una evidente hegemonía de CS y RD, en comparación con Comunes y otros movimientos, como Unir (de Marcelo Díaz), que no tuvo designaciones ni en ministerios ni en subsecretarías, y también con una presencia de partidos como el PS y el PPD similar a la de partidos de Apruebo Dignidad, que son parte del ADN del próximo Gobierno, como es el caso de Comunes. De hecho, desde una de las dirigencias de AD aseguraron que, con esto, el gabinete quedó «desequilibrado» y que «fue feo» que se dejara fuera a algunos movimientos y partidos que serán claves para implementar el programa gubernamental.

Algunas luces entregó la presidenta de Comunes, Ka Quiroz, quien lamentó la presencia minoritaria de su colectivo en el gabinete. «Respecto a los recientes nombramientos, valoramos la presencia de los partidos de AD en las subsecretarías. Lamentamos que no se haya considerado en mayor medida las capacidades que como partido hemos puesto a disposición, pero entendemos que la decisión es exclusiva del equipo de Gobierno y, por eso, y tal como lo hemos venido haciendo, buscaremos seguir aportando para concretar el programa, que es finalmente lo más importante», afirmó.

En el caso del Partido Comunista, tienda que tampoco había quedado conforme, recibió seis nombramientos en subsecretarías que son bien valoradas por la colectividad. En cuanto a Comunes, si bien aparecen dos nombres asignados a sus filas, como lo son Haydee Oberreuter en Derechos Humanos y Giorgio Boccardo en Trabajo, este último no fue propuesto por el partido. La Federación Regionalista Verde Social (FRVS) también obtuvo dos cupos –uno de ellos en la subsecretaría de Agricultura, compartiendo cartera con el ministro Esteban Valenzuela, del mismo partido–, mientras que Acción Humanista se quedó con uno. En el caso de los independientes que no habían corrido previamente por partidos del entrante oficialismo, se cuentan siete. De esta forma, se mantiene la idea de imprimirle al gabinete un sello por fuera de las fuerzas tradicionales.

En el caso de los miembros de Nuevo Pacto Social, el PS se quedó con dos nombramientos, y con igual número el PPD. Hasta ahora el Partido Radical ha quedado fuera de cualquier designación, algo que algunos militantes de la colectividad miraban con preocupación, aludiendo a que, si bien apoyaron a Boric sin condiciones, los gestos siempre importan, tal como se hizo con el PS y el PPD, especialmente a la hora de sentirse parte de un proyecto en el Congreso.

Ya cerrado el gabinete, la preocupación se instaló en cómo van a lograr acercar a la Democracia Cristiana, en especial en el plano legislativo. Esto, porque desde la falange han manifestado un alto grado de desencanto por el trato que –acusan– han recibido. Incluso personeros de Apruebo Dignidad confesaron que esperaban un guiño en esta pasada, pero finalmente no fue, lo que arriesgaría abrir un flanco con un partido que podría ser fundamental en votaciones en el Parlamento. «En el Congreso no nos alcanza. Estamos contando a la DC pero no le dan nada. Va a ser complejo», subrayó una dirigente de AD.

Por ahora, el único nombre que podría considerarse más cerca de la DC es el de Macarena Lobos, quien fue una de las coordinadoras de la campaña presidencial de Yasna Provoste. Es independiente, pero cercana a la Democracia Cristiana y compitió, sin éxito, como candidata a constituyente en el pacto de Independientes No Neutrales. Asumirá la Subsecretaría de la Segpres. De todas maneras queda aún una instancia, como lo es el nombramiento de delegados presidenciales y seremis, donde algunos esperan que se puedan concretar gestos hacia quienes quedaron fuera del gabinete.

En las subsecretarías se mantuvo el principio de paridad, con 19 mujeres y 20 hombres, intergeneracional, con personas con experiencia política previa en algunos cargos, además de excandidatos y candidatas a cargos de elección popular.

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