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Presidente Boric se enfrenta a las altas expectativas de Magallanes en la primera visita oficial a su región de origen PAÍS Crédito: fotógrafa Ximena Navarro

Presidente Boric se enfrenta a las altas expectativas de Magallanes en la primera visita oficial a su región de origen

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Con muestras de apoyo y algunas voces críticas, el Presidente Gabriel Boric volvió a su región de origen, Magallanes y a su su ciudad natal, Punta Arenas, en una gira con foco en la descentralización y el impulso de un plan permanente de desarrollo de zonas extremas. Si bien, las señales de apoyo en esta segunda gira presidencial en territorio nacional fueron espontáneas, estas no alcanzaron el nivel de adherencia de la exitosa campaña que lo llevó a La Moneda, algo que según diversos observadores, responde a la gran expectación de la comunidad magallánica para que su compromiso con este territorio se refleje en políticas públicas concretas, sobre todo en materia de conectividad, vivienda, costo de vida y la necesidad de recuperar el tránsito libre con Argentina, dado que aquella vía es una fuente laboral y económica sustancial para la Región. Tras las últimas actividades oficiales en Natales, el Mandatario regresará a Punta Arenas para compartir unos días con su familia, para regresar a Santiago este Domingo, probablemente en un vuelo comercial, una salida más de protocolo, que ya forma parte de su estilo.


El Presidente Gabriel Boric volvió a su ciudad natal, pero esta vez lo hizo en su calidad de Jefe de Estado, y como es ya habitual lo hizo saliéndose del protocolo oficial, acompañado de un grupo de alrededor 100 personas que buscaban saludarlo y tomarse fotos.

Las señales de apoyo en esta segunda gira presidencial en territorio nacional, si bien fueron espontáneas no alcanzaron el nivel de lo alcanzado al calor de la exitosa campaña que lo llevó a La Moneda, algo que según diversos observadores, responde a la gran expectación de la comunidad magallánica para que su compromiso con este territorio se refleje en políticas públicas concretas, sobre todo en materia de conectividad, vivienda, costo de vida y la necesidad de recuperar el tránsito libre con Argentina, dado que aquella vía es una fuente laboral y económica sustancial para la Región.

Estas muestras de afecto se contraponen a los resultados de los últimos sondeos ciudadanos, que en las últimas semanas han manifestado un alza considerable en su desaprobación, donde por ejemplo, la última encuesta Criteria dio cuenta de un rechazo a su gestión que alcanzó el 52 %, 18 puntos más que el mes pasado. Al contrario de una actitud que podría relacionarse con la autocrítica, la primera autoridad nacional optó por relacionar estos resultados negativos con el contexto social y político que rodeó su llegada a La Moneda, asegurando que recibieron «una sociedad completamente fracturada y eso va a golpear al Gobierno y afectará directamente su aprobación”.

Una de las expresiones más concretas de los anterior fue una pancarta de desaprobación que desconocidos instalaron en el icónico árbol que marcó su campaña presidencial, y que muchos de sus partidarios aún emplean como un simbolismo para apoyar al Presidente.

Por otra parte, fue en el contexto de una reunión que el Presidente Boric sostuvo con un grupo de dirigentes de la junta de vecinos del barrio Santos Mardones de Punta Arenas, que los vecinos le pidieron que retribuya el compromiso que como comunidad magallánica han tenido con el Gobierno, haciendo un llamado explícito a los Secretarios Regionales a abandonar sus oficinas e involucrarse con lo que está pasando en los barrios. Una crítica que también se extendió a la figura del delegado presidencial, donde no están del todo claras sus atribuciones, y que por lo mismo será eliminada durante esta gestión, según lo anunciaron desde el Ejecutivo.

Esa instancia fue aprovechada por el mandatario para anunciar la implementación permanente del plan de desarrollo de zonas extremas, creado en la gestión de la Presidenta Bachelet, y que implica una cantidad cuantiosa de recursos que, tal como aseguran desde el Ejecutivo, debiesen ser definidos en las propias regiones. Según detallaron, $250 mil millones irán destinados a mejorar la situación actual de zonas, que incluso, no tienen siquiera servicios básicos.

Sin embargo, la primera fase de implementación de este plan ya fue definida a nivel central, algo que no se condice con las palabras del Presidente, quien criticó el hecho de que los proyectos y las inversiones en muchos casos no se ejecutan de forma permanente debido a que, supuestamente, no tienen rentabilidad social al tener extensos territorios, pero escasa población. En el caso de Magallanes, representa sólo el 1 % de la población nacional.

Al respecto, el mandatario aseguró que “hay un problema de ejecución de los recursos del Estado”, y que este proyecto es una respuesta concreta a dicha problemática, donde en su primera etapa considera una implementación de U$300 millones extra, con equidad territorial, para sacar adelante proyectos de iluminación y pavimentación, entre otros equipamientos, orientados a mejorar la calidad de vida de las comunidades afectadas.

Una gira en el contexto de hechos de violencia

El anuncio con foco en la descentralización, fue abruptamente interrumpido por una agenda nacional que demanda un mayor involucramiento de un Gobierno, que, tras 50 días de gestión, dejó atrás su primera fase de instalación y que ahora va por la ejecución de propuestas y solución de problemáticas. Esto en medio de críticas constantes a su gestión y la de algunos de sus ministros, siendo la principal apuntada la ministra del Interior, Izkia Siches.

En ese contexto, cada vez que el Mandatario se enfrentó a los medios de comunicación, fue consultado sobre los hechos de violencia sucedidos en diferentes lugares del país, donde en los últimos días fueron baleadas dos personas con resultado de muerte: primero, un funcionario de Carabineros en Chillán, y en las últimas horas un civil en Tirúa, este último quien sería un comunero mapuche, en relación a un hecho que aún es materia de investigación.

Al respecto, el jefe de Estado planteó la necesidad de implementar un plan nacional en materia de seguridad, el que asegura, requiere de la participación transversal de todas las fuerzas políticas. Según detalló, esta propuesta nació de una conversación que sostuvo durante este jueves con el presidente de la UDI, el senador Javier Macaya, quien salió al paso, asegurando que “es al Presidente de la República al que le corresponde citar a acuerdos nacionales, así se ha hecho con anterioridad y obviamente va a contar con nuestra colaboración si se actúa con firmeza y determinación”.

La gira presidencial continúa este viernes en Puerto Natales, donde el mandatario participará en la entrega de los Fondos Nacionales de Desarrollo Regional con foco en turismo, hotelería y gastronomía. Una actividad que marcará el fin de su agenda oficial en la zona, donde después de una entrevista que concederá a un medio local, el jefe de Estado retornará a Punta Arenas, donde aprovechará de tomarse el fin de semana libre para compartir con su familia, previo a su retorno a Santiago este domingo, que probablemente será en un vuelo comercial, lo que nuevamente consideraría salirse de los protocolos establecidos, algo que ha sido común en sus primeros días de gestión y que evidentemente complica a los organismos encargados de su seguridad.

Entre el apoyo de un grupo de personas y otras evidentes señales de desinterés, el Presidente Boric culmina así su primera visita presidencial a su región de origen y a la que representó durante dos periodos como diputado, y donde sus habitantes esperan un mayor compromiso para que las zonas extremas tengan un rol de mayor protagonismo y sea en los propios territorios donde se puedan tomar las decisiones respecto de su desarrollo, dejando atrás la lógica centralista que prima en la actualidad.

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