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Reaparece el presidente de la DC, Felipe Delpin, pero haciéndose el «sueco» PAÍS

Reaparece el presidente de la DC, Felipe Delpin, pero haciéndose el «sueco»

Raúl Espina
Por : Raúl Espina Periodista de El Mostrador
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El alcalde de La Granja lleva un poco más de tres meses como presidente de la Democracia Cristiana (DC). El pasado 6 de julio encabezó la Junta Nacional que se manifestó a favor del Apruebo, en una decisión que ha fragmentado aún más la convivencia interna en la falange, que atraviesa por momentos complejos. Pero fue la semana pasada cuando una nueva polémica instaló a Delpin al centro de las miradas, después de interponer y luego bajar una querella contra el extimonel de la colectividad, Fuad Chahin, por “administración desleal” del partido. Una acción que provocó el quiebre con sus más cercanos colaboradores al interior de la tienda, como la senadora Yasna Provoste, quien junto a otros integrantes de la directiva lo acusaron de una decisión unilateral, desautorizándolo. Ahora, después de mantener silencio por una semana, el timonel democratacristiano evita referirse a la polémica, asegurando que todas las conversaciones al respecto continuarán después del plebiscito del 4 de septiembre, con el objetivo de afectar en lo menos posible al Apruebo y a su participación en la campaña.


Después de una semana de silencio, el presidente de la Democracia Cristiana (DC) y alcalde de La Granja, Felipe Delpin, se decide a hablar, pero evita referirse en detalle al bochornoso episodio de la fallida querella por «administración desleal» contra el extimonel falangista, Fuad Chahin, y que puso en duda su continuidad a la cabeza del partido. Luego de que buena parte de su propia mesa directiva lo desautorizara, denunciando que el retiro de la querella contra Chahin respondía a una «decisión unilateral», la crisis interna en la falange se agudizó, y –según detallan desde la colectividad– Delpin amenazó con renunciar a su cargo, pero horas después ratificó su permanencia tras recibir el repentino apoyo de algunos de sus camaradas ligados al Rechazo, como los expresidentes de la DC, Andrés Zaldívar, Ignacio Walker, Carolina Goic, Juan Carlos Latorre y Ricardo Hormazábal, además de los senadores Ximena Rincón y Matías Walker.

Se trata de un apoyo que el timonel falangista no esperaba, considerando los constantes enfrentamientos públicos que ha mantenido con un sector que en primera instancia solicitaba «libertad de acción» para los militantes del partido, de cara al plebiscito del 4 de septiembre, y que en estas últimas semanas se ha desplegado en la campaña por el Rechazo, contraviniendo la postura institucional de la tienda. Una situación que para Felipe Delpin deberá zanjarse internamente, después del referéndum, más allá de lo paradójico que resulta el respaldo de un sector que ha desnudado las diferencias –para algunos irreconciliables– de un partido respecto al cual incluso algunos de sus militantes, como el senador Francisco Huenchumilla, han planteado la posibilidad de una «disolución amistosa».

En relación con esto, el presidente de la DC sostiene que «la libertad de acción, que algunos pidieron en torno a la postura institucional del partido, es algo que se puede ejercer finalmente en las urnas. Yo he conversado con algunos camaradas que han reconocido su postura a favor del Rechazo, pero no lo han manifestado públicamente. Y eso es lo que nosotros pedíamos: respeto a los acuerdos del partido. Otros decidieron aparecer del lado de la derecha e incluso participar de su franja televisiva. La discusión interna sobre estos camaradas que no respetaron los acuerdos de la Junta Nacional, va a ser algo que se zanjará después del 4 de septiembre».

En cuanto al polémico episodio, en el entorno de Delpin aseguran que dejó en la Democracia Cristiana un poder para realizar la querella por «administración desleal del partido», pero que él no incorporó el nombre de Chahin, sino que fue otra autoridad de la mesa directiva quien lo hizo. El propio acusado sostiene que se reunió con el timonel democratacristiano horas antes de que finalmente este desistiera de querellarse en su contra, desatando una crisis interna que vivió discusiones álgidas y gatilló el distanciamiento de Delpin con algunos de los integrantes de la directiva, como la senadora Yasna Provoste y la secretaria general de la colectividad, Cecilia Valdés.

En tal sentido, el alcalde de La Granja señala que «lo que sucedió la semana pasada al interior de la DC es algo que se está resolviendo al interior de nuestro partido. Son temas internos, y lo que hemos planteado es, por ahora, abocarnos derechamente a lo que es la campaña por el Apruebo. Han sido días intensos, pero no ha trascendido más allá de eso, y el partido ha seguido permanentemente enfocado en el despliegue territorial de la campaña. Respecto a la querella, es algo que se se resolverá internamente en su momento, después del plebiscito del 4 de septiembre».

Asimismo, Delpin agrega que fue de común acuerdo en la mesa directiva que no se efectuarían comentarios públicos sobre la polémica y que será una situación que se resolverá internamente. «Lo que acordó la mesa nacional es buscar instancias donde se actúe con toda transparencia, y que el llamado a la militancia es seguir enfocado en la campaña por el Apruebo. Ese fue el acuerdo, yo no voy a salir de ahí, porque todo lo demás lo vamos a ver internamente y no vamos a desviar la atención, de nuestros camaradas y del partido, respecto de otros temas que no sean la campaña por el Apruebo», concluyó el presidente de la falange.

Lo cierto es que este bochornoso episodio ha causado más de un problema en la convivencia al interior de un partido que atraviesa por una situación compleja, profundizada por la decisión de la Junta Nacional a favor de la opción Apruebo, con un apoyo mayoritario del 63%. Una postura que ha traído una mayor fragmentación, enfrentamientos públicos y privados, y que han tensionado aún más el presente de una colectividad que aparece en el limbo entre el oficialismo y la oposición, y que intenta no caer en la «total intrascendencia política», como advertía el propio Delpin, antes de la señalada Junta Nacional desarrollada el pasado 6 de julio.

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