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Nicolás Larco, el hombre de Cencosud que busca ahora limpiar a la sancionada Nova Austral MERCADOS

Nicolás Larco, el hombre de Cencosud que busca ahora limpiar a la sancionada Nova Austral

Trabajó 13 años en Cencosud y en 2019 llegó a Nova Austral, la salmonera de capitales noruegos y estadounidenses que pasó de presentarse como la empresa líder de la sustentabilidad en el cultivo de salmones a ser reconocida por sus numerosas sanciones: cuatro exejecutivos fueron formalizados por fraude, al estimar la Fiscalía que falsificaron cifras para obtener fondos estatales, caso por el que enfrentan una querella del CDE por infracción a la Ley Navarino, además de otros tipos penales, como delito ambiental por adulterar el fondo marino para continuar con la sobreproducción, en áreas donde el mar estaba anóxico (sin oxígeno). Recientemente, la SMA caducó además cuatro de sus concesiones en la Región de Magallanes, ubicadas al interior del Parque Alberto de Agostini. Aunque la empresa, con gerencia nueva, ha cambiado procedimientos, sabe que el descrédito debido a las sanciones conlleva una pérdida en imagen difícil de superar. De hecho, el trabajo de lobby de Larco con autoridades ha sido intenso. Desde que arribó a la firma salmonera, se ha reunido 55 veces con autoridades, según la plataforma de Ley de Lobby. Las más recientes, el 22 de marzo con el gobernador de Magallanes, Jorge Flies, y el 27 de julio con el alcalde de Porvenir, José Gabriel Parada. «Todos estos esfuerzos se han visto opacados por los procesos sancionatorios que recuerdan una y otra vez a la Nova Austral de antes, cuando la realidad es que hace más de tres años que Nova Austral es una empresa que ha cambiado», sostiene.


Nicolás Larco es el gerente general de Nova Austral, la salmonera emplazada en la Región de Magallanes que pasó de presentarse como la empresa líder de la sustentabilidad en el cultivo de salmones a ser reconocida como la líder de las sanciones, producto de las malas prácticas que se investigan en sedes penales, civiles, ambientales y administrativas. En marzo, cuatro de sus exejecutivos fueron formalizados después de que la Fiscalía de Magallanes estimara que la compañía decidió falsificar sus cifras de cultivo, cosecha y mortalidad para recibir subsidios del Estado. Además. se les acusa de delito medioambiental por haber contaminado las aguas en la Patagonia. A comienzos de julio, la Superintendencia del Medio Ambiente decidió caducar tres concesiones de la salmonera en el Parque Alberto de Agostini, cerca del Cabo de Hornos. La decisión se adoptó luego de comprobarse que la firma excedió con creces el límite de producción y que adulteró el fondo marino para continuar con la misma, pese a que el mar en esa zona estaba ya sin oxígeno –anóxico–, o sea, muerto.

Aunque Nova Austral no apeló a la sanción administrativa, sí lo hizo ante el Tribunal Ambiental de Valdivia. Paralelamente, la empresa enfrenta una querella del CDE por fraude al fisco, a partir de las subvenciones recibidas por la Ley Navarino. 

La promesa de Cencosud

Nicolás Larco Dávila sabe de ambientes difíciles. Trabajó 11 años bajo la disciplina de Horst Paulmann. El patriarca del holding Cencosud lo descubrió cuando Larco trabajaba en Accenture, una consultora financiera multinacional, donde pasó sus primeros 8 años de vida laboral. Larco era una promesa de las finanzas. Estudió Economía en la Universidad de Belgrano, igual que el actual todopoderoso ministro argentino Sergio Massa y que el diputado de ultraderecha Javier Millei. 

La primera parada de Larco en Cencosud, fue en Perú como gerente de Finanzas en Cencosud de dicho país y posteriormente, en 2010, Paulmann lo trajo a Chile para ponerlo al frente de la filial de fusiones y adquisiciones (M&A) de su conglomerado. Dos años después, Larco estaba entre los “Jóvenes de Éxito”, un grupo de profesionales y emprendedores sub-40 premiados por el Diario Financiero. 

Nicolás Larco se mantuvo inmune a la alta rotación de ejecutivos que tiene el holding de Paulmann, motivado esto por el carácter difícil de su fundador. Pero solo hasta 2019, cuando ya había tocado techo como gerente de Finanzas Regional. Desde ese puesto le tocó liderar procesos complejos, como la liquidación del Banco Paris. En 2019 se fue justo después de trabajar en la apertura en Bolsa de la filial Cencosud Shopping. Llegó a Nova Austral como gerente de Finanzas en julio de 2019, días después que se publicara que Sernapesca le quitó a la firma la certificación como “centro libre de antibióticos”, una de las consecuencias de los reportajes de El Mostrador, Salmon Leaks I y II. que revelaron las maniobras ilegales de la gerencia general y encargados de área de entonces, para adulterar toda la cadena de producción de salmones y engañar a la autoridad fiscalizadora.

Él fue la persona encargada de ponerle el pecho a las balas. Su primera misión fue calmar a los inversionistas en la Bolsa de Oslo, donde Nova Austral cotiza un bono de US$300 millones. En una teleconferencia con la capital Noruega, aseguró que el salmón “premium” continuaría con su volumen de venta y con el rango de precio “un 10% más alto que cualquier otro producto chileno”. 

¿Una salmonera verde?

Al poco tiempo, Nicolás Larco se ganó la confianza de los controladores de los dos fondos que comparten la propiedad de Nova Austral desde 2014. Uno es Altor Fund, con oficinas en Oslo, Copenhague, Helsinki, Estocolmo y Zúrich. Tiene presencia en varios sectores, como el retail, la industria de los alimentos y servicios financieros. Junto con Larco, en Nova Austral colabora un consejo directivo de tres ejecutivos noruegos: Tom Jovik, Klas Johansson y Jonas Aspelin. 

El otro fondo de inversión es Bain Capital, con sede central en Estados Unidos y fundado a comienzos de los 80 por Mitt Romney, actual senador del Partido Republicano y excandidato presidencial. Entre las decenas de empresas en las que han invertido se cuentan Burger King, Domino’s Pizza y AMC Entertainment, productora de grandes éxitos en la televisión como Mad Men o Breaking Bad. 

Antes de Larco, el gerente general fue Francisco Miranda, quien llegó a reemplazar a Nicos Nicolaides, el gerente bajo cuya gestión se llevaron a cabo el engaño a la autoridad fiscalizadora, el fraude de subvenciones, las falsificaciones y el delito ambiental. Antes de caer en desgracia, producto del reportaje de este medio, Nicolaides afirmó que Nova Austral era una inversión de corto plazo que “está a la venta desde el día que fue comprada”, explicando que los fondos de inversión como los propietarios de la salmonera compran las empresas, las arreglan y las venden. Sin embargo, el reporte financiero 2021 de la compañía muestra que los dos grandes accionistas van a continuar “generando valor a largo plazo y fortaleciendo la posición de la empresa en el mercado”, dice el reporte, donde además está consignada la reducción de sus pérdidas, pero también de sus ingresos en un 6%

Nicolás Larco ha sido fundamental en la mantención a flote de la salmonera, primero como gerente de Finanzas. En octubre de 2019, el entonces gerente general, Francisco Miranda, tuvo un grave accidente montando a caballo, lo que dejó a Larco a cargo de la gerencia general en la práctica, hasta que fue ratificado en abril de 2020. Junto a él, arribó su amigo Ricardo Ferrari, exgerente de la M&A de Cencosud y que actualmente ocupa la gerencia de Desarrollo de Nova Austral. 

Estefanía González, de Greenpeace, afirma que “hay otras empresas de capitales noruegos donde se puede encontrar un patrón común, como es el caso de Nova Austral en la Región de Magallanes, que está enfrentando una denuncia del CDE por fraude al fisco. En Chile ya tenemos una legislación que es bastante laxa, bastante permisiva. Pero ni siquiera esta mínima legislación se cumple y no hay una fiscalización adecuada por parte de los organismos encargados», apunta.

En efecto, el trabajo de lobby de parte de Larco con autoridades ha sido intenso. Desde que llegó a Nova Austral se ha reunido 55 veces con autoridades, según la plataforma de Ley de Lobby. Las más recientes, el 22 de marzo con el gobernador de Magallanes Jorge Flies, y el 27 de julio con el alcalde de Porvenir, José Gabriel Parada. Nova Austral es el principal empleador de esa ciudad.

A la sombra de las sanciones

Consultado por El Mostrador, Nicolás Largo admite que, pese a que existe una nueva gerencia y han hecho modificaciones profundas, el peso de la imagen deteriorada de la compañía ya es un activo muy difícil de borrar. «Todos estos esfuerzos se han visto opacados por los procesos sancionatorios que recuerdan una y otra vez a la Nova Austral de antes, cuando la realidad es que hace más de tres años que Nova Austral es una empresa que ha cambiado», sostiene.

«Luego de conocerse los hechos del 2019, y de que el directorio de Nova Austral decidiera adoptar medidas drásticas y profundas de remediación para mejorar procesos internos y remover a la administración anterior, asumí la gerencia general con la misión de reencauzar a esta empresa que destaca por ser uno de los principales productores de salmón sin antibióticos en Chile y por ser la principal fuente laboral de Porvenir. Desde entonces, y gracias al compromiso de los colaboradores, hemos trabajado día a día con el desafío de cumplir importantes objetivos: profesionalizar a la empresa en todos sus niveles, elevar al máximo sus estándares éticos, medioambientales y de cumplimiento, y hacer grandes esfuerzos para operar, cuidando las fuentes laborales en Porvenir. Prueba de esto, es que durante estos años se ha podido recuperar las certificaciones internacionales –como BAP y ASC– en todos nuestros centros en producción, lo que garantiza que somos una empresa que opera comprometida con el cultivo y procesamiento del salmón sostenible».

Pero estos reconocimientos no la eximen de las críticas provenientes del mundo ambientalista.

Alex Muñoz, director de Nat Geo Pristine Seas para Chile, es tajante: que un actor tan deshonesto como Nova Austral haya tenido un certificado verde, otorgado por el Aquiculture Stewardship Council, que es promovido por WWF, no se puede entender. Los certificados verdes sobre la salmonicultura no tienen ninguna credibilidad. Cualquier certificado verde sobre esta actividad es mentira. Son estrategias que no comparto. Y no han tenido ningún impacto sobre la conservación”, sostiene.

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