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Diputada Yeomans (CS) pide «cohesión» a los partidos oficialistas para «poner como centralidad el respaldo a una agenda que se hace necesario levantar» PAÍS Crédito: Agencia UNO

Diputada Yeomans (CS) pide «cohesión» a los partidos oficialistas para «poner como centralidad el respaldo a una agenda que se hace necesario levantar»

Raúl Espina
Por : Raúl Espina Periodista de El Mostrador
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La jefa de bancada de Convergencia Social, Gael Yeomans, hace su diagnóstico de las dos complejas primeras semanas del año para el Gobierno del Presidente Gabriel Boric, se refiere al debilitamiento de su partido tras las salidas de Marcela Ríos y Matías Meza-Lopehandía, y hace un llamado a la unidad oficialista en medio de un clima de inestabilidad y los rumores de un eventual cambio de gabinete, con un posible empoderamiento del Socialismo Democrático. «La batalla es larga, y necesitamos enfrentarla unidas y unidos, entendiendo que nuestras diferencias son un aporte al proceso, pero desde la unidad», plantea la parlamentaria.


Desde Convergencia Social (CS), el partido del Presidente Gabriel Boric, asumen que ha sido un inicio de año tormentoso, lleno de complejidades, marcado por la salida de dos de sus militantes de puestos clave en La Moneda: Marcela Ríos del Ministerio de Justicia y el jefe de gabinete y amigo del Mandatario, Matías Meza-Lopehandía. Esto, luego de que el Jefe de Estado reconociera «desprolijidades» en su decisión de otorgar los indultos, propinando un duro golpe a la colectividad que, por ahora, verá mermada su participación en el comité político y en la cartera de Justicia, catalogada como «clave» para la agenda de Apruebo Dignidad.

En ese contexto, la diputada Gael Yeomans, jefa de bancada de CS, se refiere a las complejas dos primeras semanas del 2023 para el Gobierno, marcadas por las dificultades en el proceso de otorgamiento de los indultos, la ofensiva de la oposición –expresada en las acusaciones constitucionales contra Giorgio Jackson y Marcela Ríos– y el desafío del Presidente Boric de retomar la agenda política para avanzar en el cumplimiento de su programa. Esto, en medio del eventual empoderamiento de un Socialismo Democrático que no esconde sus deseos de propiciar un cambio de gabinete que le permita sumar espacios de poder al interior de La Moneda.

Precisamente, la diputada por la Región Metropolitana señala creer –en conversación con El Mostrador– «que las fuerzas políticas que son parte de la alianza oficialista debieran poner como centralidad el respaldo a una agenda que se hace necesario levantar», planteando que las diferencias entre ambas coaliciones son un aporte al proceso de transformación que impulsa el Gobierno, pero añade que –en su opinión– todo debe plantearse desde la unidad. Además, la parlamentaria critica que en la oposición estén más preocupados de las acusaciones constitucionales contra Jackson y Ríos –a su juicio, inviables– que de priorizar urgencias ciudadanas, como la agenda de seguridad.

-A propósito de las salidas de Marcela Ríos  y de Matías Meza-Lopehandía, ambos militantes de Convergencia Social, ¿qué tan doloroso fue para ustedes como partido el enfrentarse a esta decisión del Mandatario, y cuáles son sus principales implicancias?
-Digamos que fue un inicio de año bastante complejo. El Presidente tomó decisiones que implicaron complejidades, refiriéndome a las salidas tanto de la ministra Ríos como de su jefe de gabinete, lo cual implica una reacción en el momento que yo valoro, pero sobre todo valoro que el Gobierno no se quede en eso, sino que siga adelante en su agenda. Y ese es el aporte que nosotros hacemos como partido y, como el partido del Presidente, lo que más nos preocupa y ocupa es que al Gobierno le vaya bien, porque eso también implica avanzar en varios compromisos que hemos adquirido, no solo a propósito de un programa de Gobierno, sino también en el contexto de un ciclo de luchas sociales.

-¿Cuál es su mirada sobre las acusaciones constitucionales contra el ministro Giorgio Jackson y, en específico, contra la exministra Marcela Ríos, cuya tramitación comienza este lunes? ¿Cree que prosperarán en la Cámara Baja?
-Lo primero, y es lo que ya está haciendo la comisión que está revisando la acusación contra el ministro Giorgio Jackson, es revisar los argumentos jurídicos, para determinar si es o no procedente una acusación constitucional, por los hechos mencionados. A nuestro juicio, ninguna de las dos acusaciones cumple con ese requisito, donde también nos preocupa que se presenten ambas acusaciones constitucionales en el mismo mes, además de otras decisiones políticas que son complejas, como la idea por parte de la derecha de restarse de la mesa de seguridad. Todos estos hechos demuestran una falta de preocupación con las necesidades y las urgencias que tiene el país. Yo creo que en esto deberían demostrar todo lo contrario, cuando estamos en el último mes antes del receso legislativo y, por lo mismo, el trabajo legislativo debiera ser más arduo, y para eso hay que dedicar tiempo, y en ello veo que algunos sectores no están siendo responsables con el país, poniendo esta agenda por delante, de manera más prioritaria que las urgencias ciudadanas.

-¿Qué opina sobre las críticas al acuerdo político que abrió paso al nuevo proceso constituyente? ¿Cómo cree que se puede evitar caer en los mismos vicios y errores del fallido proceso anterior?
-Bueno, lo primero es constatar que se cumplió lo acordado, lo cual para nosotros era importante, en los términos que se incorporó, tanto en materia de paridad como en mecanismos de participación. Y, en ese sentido, nosotros estábamos claros, desde un inicio, que la cancha en que íbamos a dar estas discusiones no era una cancha donde nosotros impusiéramos las condiciones del juego, pero teníamos que seguir jugando. Al respecto, poner como prioridad el tener una Constitución donde las chilenas y los chilenos puedan discutir libremente sobre el país en el que quieran vivir, sin amarres ideológicos de ningún tipo, es lo que al menos para nosotros era necesario poder asegurar y, en esa línea, cumplir con la expectativa de que este proceso avance.

-Desde el Socialismo Democrático no han ocultado su intención de tomar mayor protagonismo en el Gobierno, surgiendo voces que han planteado la necesidad de un cambio de gabinete. ¿Cómo observan desde Apruebo Dignidad dicho accionar? ¿Qué tan necesario es, a su juicio, un cambio de rumbo en la forma de gobernar del Presidente Boric?
-Respecto al gabinete, el Presidente siempre ha dicho que los distintos cargos de Gobierno están en permanente evaluación, porque lo que importa es que hagan la pega que se requiere frente al país (…). Y nosotros, por otra parte, hemos dicho en varias oportunidades que compartimos la necesidad de que este sea un Gobierno plural, con una amplia base de sustentación, que incluye reconocer el aporte de todas las fuerzas políticas que son parte de la alianza de Gobierno, tanto Socialismo Democrático como también Apruebo Dignidad. Y creo que es relevante, a propósito de la perspectiva a futuro que se tiene de poder ir consolidando derechos y de ampliar la democracia, que sobrepasa incluso solo a este Gobierno, en el sentido de cuidar esa alianza a propósito de esos objetivos. Por tanto, creo que tenemos que trabajar unidos y cohesionados.

-¿Cómo cree que es posible propiciar un discurso de unidad, cuando el ambiente interno parece enrarecido, con constantes disputas en la esfera pública y un Mandatario involucrado en conflictos con los otros poderes del Estado? ¿Cuál es, a su juicio, la receta para diseñar un nuevo relato que le permita al Gobierno reconectar con la ciudadanía y sacar adelante su programa?
-Yo creo que las fuerzas políticas que son parte de la alianza de Gobierno debieran también poner como centralidad el respaldo a una agenda que se hace necesario levantar. Eso no quita que uno pueda tener apreciaciones, inquietudes e, incluso, propuestas para poder fortalecer la agenda que tiene el Gobierno y también de cada uno de los gabinetes. Tal como lo ha dicho el Presidente en varias oportunidades, sus gabinetes están en permanente evaluación, para que los objetivos se vayan cumpliendo, teniendo en consideración su trabajo. Y en esto, los partidos políticos juegan un rol importante, el que deberían asumirlo como tal, haciéndose cargo de su responsabilidad para que cuaje una alianza que permita dar esas disputas tan complejas y tan difíciles. Me refiero, por ejemplo, a los desafíos que tenemos en materia de reforma de pensiones o en la reforma tributaria. Para poder ganar ese tipo de reformas, sabiendo que no tenemos las mayorías en el Congreso, hace falta acumular más fuerza y generar un proceso que nos permita contar con una fuerza social y política que alcance para dar esas disputas. La batalla es larga, y necesitamos enfrentarla unidas y unidos, entendiendo que nuestras diferencias son un aporte al proceso, pero desde la unidad.

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