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Detectan organización carcelaria peruana detrás de envío de drogas a Santiago PAÍS

Detectan organización carcelaria peruana detrás de envío de drogas a Santiago

Carlos Basso Prieto
Por : Carlos Basso Prieto Unidad de Investigación de El Mostrador
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Delincuentes detenidos en el penal de El Callao, al norte de Lima, están detrás de un millonario envío de marihuana “moño rojo”, que se produce en Perú, y estarían actuando con la banda de “Los Pulpos”, que ha ido expandiendo su accionar en Santiago. Hay preocupación en los organismos de persecución penal, porque temen que ese grupo pueda evolucionar a una suerte de Tren de Aragua 2.0.


Pasó como una diligencia policial más. Hace casi un mes ya, la PDI dio a conocer en Santiago la incautación de 212 kilos de marihuana y la detención de tres personas de nacionalidad peruana, acusadas de estar implicadas en la internación de la misma, pero la noticia no tuvo mucho impacto.

Mal que mal, durante la pandemia el país se habituó a ver decomisos que ya no se medían en kilos, sino en toneladas de drogas, producto de la escasez de estupefacientes en el mercado ilícito y el aumento de la demanda por estos.

Sin embargo, la diligencia policial, realizada en conjunto con la Fiscalía de Arica, la Fiscalía de Lima y la policía peruana, encendió una serie de alarmas al interior de los organismos de persecución penal, pues confirmó algo que ya se sospechaba: que una segunda organización criminal transnacional, de origen carcelario (la primera es el Tren de Aragua), está operando en Santiago, introduciendo una marihuana conocida como “Skan” o “moño rojo” debido a la tonalidad rojiza de su cogollo.

No en vano, en una situación inusual, una fiscal peruana estuvo en Chile, presenciando la diligencia, cuyo origen estuvo en funcionarios de la elite de la policía de ese país, pertenecientes a la División de Investigaciones Especiales (Divisnep) de la Policía Nacional del Perú (PNP).

Al igual que la marihuana “creepy”, que se cultiva en el valle del Cauca, la “moño rojo” también es una droga que, por medio de distintas manipulaciones genéticas, ha logrado altísimos niveles de capacidad alucinógena.

Se cultiva fundamentalmente en la zona norte de Perú, en la provincia de Pataz (Región La Libertad), aunque en los últimos años se han detectado también numerosas plantaciones ubicadas en la zona del Vraem, el valle que forman los ríos Apurimac, Ene y Mantaro, al sureste de Lima (cerca de El Cusco) y en el cual siguen actuando bandas delincuenciales formadas por ex cuadros de Sendero Luminoso.

“Los Pulpos”

La indagación se inició hace varios meses en Lima, luego de que por medio de escuchas telefónicas se detectara la presencia de una organización criminal transnacional que opera desde el penal de El Callao (al norte de Lima) y que estaría vinculada con una de las mafias más grandes y violentas de Perú, el grupo de “Los Pulpos”.

Si bien inició sus operaciones en la ciudad peruana de Trujillo, esta banda se extendió a todo el país y también a Chile, donde se “especializaron” en distintos delitos, como los llamados “salidas de banco”, asaltos cometidos en las afueras de entidades bancarias, que tienen como blanco a personas que han retirado fuertes sumas de dinero.

Sin embargo, de a poco fueron ampliando su radio de acción y comenzaron a incursionar en el control territorial de distintos cités de la zona centro norte y sur de Santiago, así como en la prostitución, el secuestro y al robo en general, además del tráfico de drogas, replicando de un modo muy parecido el modus operandi del Tren de Aragua.

En un informe realizado por el Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos (Sacfi) de la Fiscalía Regional Centro Norte, relativo a los homicidios ocurridos en 2022 en esa jurisdicción, se especifica que “Los Pulpos” son una de 13 bandas criminales implicadas en homicidios en esa zona, y que tienen su campo de acción fundamental en las comunas de Santiago y Recoleta.

Por cierto, junto a “Los Pulpos”, la Fiscalía también indica en dicho reporte que hay a lo menos otras dos bandas del mismo origen operando en la RM: “Los del Callao” y “Nueva Generación”, las que compiten en el medio delictual con el Tren de Aragua y sus múltiples spin off, así como con “Los Melean” (también venezolanos), los dominicanos “Niños malos” y varias bandas chilenas extremadamente violentas, como “Los macumba”, “Los Lara”, “Los walos”, “La banda del Kiki” y “Los ralaucho”. A ellos, además, hay que sumar los colombianos “Espartanos” y “Chotas” y “Los Choneros” de Ecuador.

Sin embargo, “Los Pulpos”, están en el tope de las preocupaciones de fiscales y policías, por la agresividad con que actúan y la forma en que han ido abarcando distintos ámbitos de la criminalidad. Es por ello que la posible participación de “Los Pulpos” en la red de tráfico de drogas es observada con mucho cuidado, sobre todo porque luego de que una serie de golpes asestados en Chile a traficantes colombianos y mexicanos, especializados en ingresar grandes cantidades de marihuana creepy a Chile, sacara (al menos temporalmente) del juego a uno de los mayores actores mundiales del mercado de las drogas, el colombiano Cartel del Golfo.

Ello, a juicio de un policía que pide no ser identificado, “abrió el apetito a grupos emergentes, como ‘Los Pulpos’ u otros, por hacerse de ese mercado”.

Binomio II

A consecuencia de las interceptaciones telefónicas realizadas a internos del penal de El Callao, la Divisnep peruana decomisó más de 150 kilos de marihuana “moño rojo” a fines del año pasado, en el distrito de Barrancas, en Lima. Dicha droga estaba oculta en un doble fondo que se había acondicionado en un camión y su destino final era Chile. En la ocasión se detuvo a cinco sujetos, dos de los cuales son venezolanos.

En junio de este año se interceptó otro llamado en el cual, como indica la documentación judicial, un “interno en la cárcel del Callao” daba instrucciones a una mujer peruana, con residencia en Santiago, a fin de activar un envío de 212 kilos de la misma droga, cuyo valor final es de mil 100 millones de pesos.

De ese modo, la fiscalía de Lima se coordinó con su par de Arica, comenzando así lo que la policía bautizó como “Operación Binomio II“, en medio de la cual la organización criminal fue infiltrada por medio de agentes encubiertos.

El 14 de junio pasado el cargamento llegó a Arica y el 17 a Santiago, momento en que la PDI detuvo a tres personas de origen peruano (incluyendo a la mujer que recibía las instrucciones desde la cárcel peruana), en la esquina de Matta con Santa Rosa, para luego allanar tres inmuebles, dos en Santiago y uno en San Miguel.

Al respecto, la fiscal peruana Cynthia Rosado indicó que “hemos empleado técnicas especiales de investigación“, agregando que toda la operación se dirigía desde el penal de El Callao, lo que se constató por medio de las escuchas.

Agregó que en Lima “hemos detenido al líder de la agrupación criminal y estamos detrás del productor” señalando, sin embargo, que “la zona donde se produce este tipo de sustancia es inaccesible” debido a sus condiciones topográficas.

Expertos en la materia advierten que tanto en la zona de Pataz como en el Vraem está comenzando a producirse un fenómeno muy semejante al que ocurrió a mediados de la década pasada en el valle del Cauca, en Colombia, donde los cultivos tradicionales comenzaron a ser desplazados por la marihuana, dada la alta rentabilidad que esto implica para los pequeños agricultores, algo no muy distinto de lo que ha ocurrido en algunas localidades del secano costero de las Regiones de Coquimbo y Valparaíso, por cierto.

En el caso del Vraem, un reportaje del diario La República asegura que los granjeros han remplazado muchos cultivos de maíz por “Skam” o “moño rojo”, dado que por el kilo de maíz ganan un sol (unos 230 pesos chilenos), mientras que por el kilo de marihuana cosechado les pagan 150 dólares; es decir, unos 120 mil pesos chilenos.

Por su parte, el Prefecto Antinarcóticos y contra el Crimen Organizado Norte de la PDI, Marcelo Atala, señaló respecto de la diligencia que la mujer detenida era “pariente del sujeto que es el brazo operativo del líder de esta estructura criminal, que está en Perú”, y que la droga incautada tenía como objetivo final su distribución en la Región Metropolitana.

Los tres peruanos detenidos fueron formalizados en Arica, acusados de tráfico ilícito de drogas, y quedaron en prisión preventiva.

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