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Créditos: Agencia Uno
La condonación del CAE, promesa de campaña del Gobierno de Gabriel Boric, volvió a reflotar después que se pactara una “solución” al financiamiento de la educación superior para el próximo año. Levantada la materia, ya aparecieron las principales caras oficialistas que gestionarán el desafío.
Luego de la tramitación de la Ley de Presupuestos, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, dio a conocer una de las más sentidas aspiraciones del Frente Amplio, que retrotrae a la coalición del Presidente Gabriel Boric a una suerte de espíritu refundacional y a una de sus principales promesas de campaña: el compromiso de ingresar el próximo año al Parlamento “un proyecto de ley para la creación de un nuevo mecanismo de financiamiento y modernización para la educación superior”.
En palabras de la ministra vocera, Camila Vallejo, se trata de “avanzar en la condonación y alguna solución respecto a quienes tienen deudas con el Crédito con Aval del Estado”.
El anuncio fue ampliamente aplaudido en redes sociales y por diversos actores del oficialismo, pero cuenta con fuertes críticas por parte de la oposición, aun cuando en agosto mostraron apertura a la iniciativa, e incluso, a través de la prensa, por personeros del oficialismo.
Asimismo, en lo que ya es casi una constante en el Gobierno, desde el mismo Partido Socialista (PS) surgió también una polémica al respecto, en orden a si esta materia es o no una prioridad. Fue Allan Álvarez, presidente de la Juventud Socialista –en entrevista con El Mercurio el domingo pasado–, quien declaró que “la condonación al CAE, además de costosa, no está en las prioridades de la ciudadanía”.
También, apuntó que a “quienes sí he visto como agitadores de este tema es a Apruebo Dignidad, particularmente al Frente Amplio” y añadió que “me parece delicado que parlamentarios de alianza de Gobierno como que intenten empujar al ministro de Hacienda y al Gobierno a comprometer algo como la condonación del CAE”. En tal sentido, sostuvo que “me parece que esa es una manera desafortunada de ser oficialismo”.
Esos dichos bastaron para que surgieran las preguntas acerca de la posición del Ejecutivo y el oficialismo sobre esta materia. Naturalmente, asomaron varios personajes que son quienes –como pudo averiguar El Mostrador– están impulsando el proyecto de ley que busca alternativas respecto a la problemática deuda universitaria.
Tanto el ministro Secretario General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, como el ministro de Hacienda, Mario Marcel, fueron las figuras del Gobierno que salieron a explicar la posición del Ejecutivo en la materia, pues serán gestores importantes y, aunque matizaron el tema respecto de la etiqueta “condonación del CAE”, no sostuvieron la misma línea que su joven compañero de partido.
El ministro Elizalde, si bien reconoció que el “nivel de recursos que comprometería supera con creces la capacidad fiscal”, también puntualizó que “este proyecto, obviamente, debe hacerse cargo de la deuda. Y los mecanismos específicos, las formas de financiamiento, es algo que se está trabajando ahora por los equipos técnicos, por lo tanto, la forma específica se dará a conocer cuando se presente el proyecto, pero obviamente hay que hacerse cargo de esta necesidad”, explicó a Radio Pauta.
En tanto, el ministro Marcel, en ‘Tolerancia Cero’, puso los números sobre la mesa: “El total de la deuda CAE es del orden de los US$ 10 mil millones (…). Una cifra sustantiva y, si se va a estar proponiendo un nuevo sistema de financiamiento universitario, habrá que hacerse cargo de resolver los problemas que quedaron del sistema antiguo”.
En Radio Agricultura, el ministro sostuvo que “significa que habrá una solución a los problemas que aquejan a los deudores del CAE, pero qué título le vamos a poner, ya lo veremos en su momento. Tenemos varios meses para trabajar, el compromiso es hacerlo antes de la presentación de la Ley de Presupuestos 2025″.
Pero el domingo, en el espacio televisivo antes mencionado, mostró esperanzas respecto de la materialización de esta política: “Nosotros creemos que eso es posible. Fundamentalmente, porque si el potencial de crecimiento de la economía chilena estimado por el Banco Central está entre 2 y 2,5% y estamos por debajo de nuestro potencial, ¿por qué no vamos a poder crecer el 2,5%? Bueno, hay algunas razones. Incertidumbre, tenemos que reducirla. Se va a reducir después del plebiscito. Y con el pacto fiscal podemos despejar una gran incertidumbre”.
El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, en tanto, ha estado más alejado del centro de la discusión. Fue la semana pasada cuando reveló que “el diseño técnico está en construcción, está en discusión con el Ministerio de Hacienda. Hay que anticipar costos, anticipar mecanismos específicos, el detalle. Creo que sería anticipar una discusión que aún está en desarrollo interno dentro del Gobierno”.
Allan Álvarez, cuando sostiene que ve a personeros del FA más activos en cuanto a la condonación del CAE, no se equivoca, pues para dicho conglomerado la iniciativa es parte de su agenda de prioridades históricas. De hecho, no en vano se trata de un conglomerado que se consolidó luego del movimiento estudiantil de 2011, liderado por los entonces dirigentes estudiantes Gabriel Boric, Giorgio Jackson, Camila Vallejo y otros.
En la actualidad, la diputada Emilia Schneider (Convergencia Social) le respondió a Álvarez, en Vía X, que estaba equivocado, pues dijo que “terminar con las deudas educativas es una medida que cuenta con importante apoyo en encuestas al menos desde 2020 (incluso antes) y es un debate que lleva más de una década. Además, la política no son solo encuestas”.
La diputada pertenece a la Comisión de Educación de la Cámara y, al ser consultada, reiteró que “hay que cumplir el compromiso de Gobierno, que es terminar con las deudas educativas, establecer un nuevo mecanismo de financiamiento justo y ofrecer un plan de condonación progresivo y responsable, pero que decididamente repare a las personas que sufren con este sistema fracasado”. Además, agregó que la discusión actual “es para afinar los mecanismos y tiempos, pero no para postergar más este debate que es un alivio para las familias y la billetera fiscal, porque los créditos por estudiar son abuso y le salen carísimos al Estado”.
La otra diputada que está impulsando la agenda, pero en la Comisión de Hacienda, es Camila Rojas (Comunes). Sobre la problemática declaró que “hemos hablado de un proceso gradual y justo. Ello implica hacerse cargo de una mala política pública, como lo es el CAE, e implica sobre todo cambiar el sistema de financiamiento y también responder a quienes cargan la mochila de la deuda”.
Rojas insiste en que hacerse cargo de la deuda del CAE “es un compromiso que hay que cumplir, que ha estado presente en las dos cuentas públicas del Presidente y que fue reafirmado en la discusión presupuestaria mediante el ministro Marcel y refrendada por el ministro Elizalde y la ministra Vallejo”.
Desde la oposición, ante el anuncio, salieron a criticar en masa al Gobierno, dado que –según advierten– el hecho de reflotar esta idea está directamente ligado con el plebiscito constitucional del 17 de diciembre. El jefe de bancada de Renovación Nacional, Frank Sauerbaum, apuntó a que el Gobierno “ha hecho un ofertón de ofrecimientos como, por ejemplo, pagar el CAE, que vale 11 mil millones de dólares que no tenemos. La recaudación fiscal que el Gobierno quiere hacer luego de este pacto fiscal son solamente 2 mil millones de dólares, por lo tanto, mienten descaradamente”.
Otros parlamentarios opositores, como Sofía Cid (RN) y Guillermo Ramírez (UDI), criticaron este compromiso. Al respecto, la diputada RN sostuvo que “hasta ahora no hemos visto de qué forma pretenden cumplir su promesa de campaña y condonar el CAE”, mientras que el parlamentario UDI alegó que “el acuerdo versa sobre modernización del sistema de educación superior y no veo cómo la condonación del CAE entra en ese objetivo”.
Sin embargo, en agosto, cuando se votó la resolución N° 801, que solicita al Presidente Gabriel Boric “que priorice en materia educativa el proceso de condonación gradual y progresiva del CAE y la creación de un nuevo mecanismo para el financiamiento de la educación superior”, tanto Sauerbaum como Cid votaron a favor, al igual que casi toda la bancada de Renovación Nacional y otros parlamentarios opositores. La iniciativa, de hecho, fue aprobada en la Cámara con 105 votos a favor y 20 en contra.
