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Gabriel Gaspar critica confusión en ley RUF: “Un conscripto no está para disolver motines”

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El exsubsecretario de Defensa criticó el enfoque del Congreso en la tramitación de las Reglas de Uso de la Fuerza, acusando confusión conceptual, polarización y falta de realismo. En entrevista con El Mostrador, subrayó errores como proponer que conscriptos participen en tareas de orden público.


El exsubsecretario de Defensa y experto en seguridad, Gabriel Gaspar (PS), cuestionó duramente el enfoque del Congreso en la tramitación del proyecto de Reglas de Uso de la Fuerza (RUF), y llamó a legislar con más realismo y menos prejuicios ante una situación de creciente inseguridad.

A un día de que la Cámara de Diputados revise en sala el proyecto —tras dos años de accidentada tramitación—, el exviceministro de Defensa, Fuerzas Armadas y Guerra de los gobiernos de la Concertación, Nueva Mayoría y del actual Presidente Gabriel Boric, lanzó una clara advertencia: “Hay que ponerle realismo a esto. Y sobre todo, hay que cooperar. La vida y la seguridad y la paz de los chilenos es prioritario”.

En entrevista con El Mostrador, Gaspar lamentó la “confusión conceptual” y la polarización ideológica que ha marcado la discusión en el Senado y la Cámara. “Se mezclan cosas, hay confusión. Porque el orden público en Chile está encargado de Carabineros. La pregunta es, ¿qué pasa cuando Carabineros es desbordado? Entonces el poder político dispone ahí de los Estados de Excepción. Y es ahí donde tenemos estos temas”.

El experto apuntó a lo que a su juicio es la raíz del problema: “En Chile el delito tiene tres focos. En el norte, una frontera porosa; en la macrozona sur, estructuras radicales mapuche que están en guerra contra las madereras; y en las grandes ciudades, el delito organizado que se entremezcla con todo esto”.

A juicio del exsubsecretario, los errores no solo han sido políticos, sino también conceptuales. Recordó que durante el gobierno de Sebastián Piñera se intentó declarar la frontera como “infraestructura crítica” para justificar la presencia militar, lo que calificó como un “error conceptual del tamaño del Estadio Nacional”. Explicó que “la infraestructura crítica son servicios esenciales” y enfatizó que “el Tren de Aragua no quiere dinamitar torres de alta tensión, quiere controlar territorios para extorsionar a la población”.

Sobre la discusión entre proporcionalidad y racionalidad en el uso de la fuerza, Gaspar planteó que el problema no es semántico, sino práctico: “Muchos de los textos que me tocó opinar en el Congreso hablaban de que las Fuerzas Armadas usarán preferentemente armamento no letal. Eso es irreal. Todo el armamento militar es letal. Están instruidas para eso”.

Criticó también la idea de que conscriptos puedan participar en tareas de orden público: “Un conscripto es un un joven que voluntariamente se presenta, le entrega un año de su vida al país, para proteger al país, no para tareas policiales, ni para andar disolviendo motines, peleándose con la población. Esos son problemas de orden público que tienen que ser resueltos con la policía y con medidas políticas y sociales”.

Gaspar subrayó la necesidad de separar claramente las funciones entre policías y militares. En ese sentido, se mostró a favor de la posibilidad de tener dos leyes o una sola, pero bien dividida por capítulo: una que refuerce a las fuerzas de orden y otra para estados donde ya no pueden controlar el orden público. El Exembajador en Colombia, Cuba y en Misión Especial para la demanda marítima interpuesta por Bolivia contra Chile por una salida al mar, recalcó que eso existe, se llama Estado de Excepción, pero “hay que reglamentarlo mejor”.

Además, advirtió sobre la falta de preparación para sostener una respuesta de largo plazo, considerando el número de conscriptos, soldados y un recorte presupuestario en marcha. “¿Cuál es el plan que están pensando? ¿Con qué fuerza van a actuar?”, cuestionó.

Finalmente, llamó al Congreso a actuar con responsabilidad, “con menos prejuicio, de lado y lado, con más realismo, entendiendo que hoy día el problema principal que tiene el país es el nivel de la inseguridad, y todos queremos una fuerza policial con eficiencia, dotada de equipo, con reglas claras, con un mando político que les fije normas y objetivos clarísimos también”.

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