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Experto Matías Garretón: “La disuasión efectiva del crimen organizado se da quitándole las lucas”

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Matías Garretón, investigador del COES, planteó que combatir el crimen organizado requiere centrarse en desmantelar su capacidad económica. “El riesgo de incautarles el capital debe ser tan grande que sea disuasivo”, afirmó, destacando el impacto de medidas como flexibilizar el secreto bancario.


Matías Garretón, investigador del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) y profesor asociado de la UTEM, planteó que la lucha contra el crimen organizado debe orientarse hacia la reducción de su capacidad económica, más que al enfrentamiento violento.

En conversación con Al Pan Pan con Mirna Schindler, según el especialista en criminología geográfica, “una organización criminal, sea la que sea, su riesgo de que le descubran la arista financiera y que le incauten el capital debe ser tan grande que llegue a ser disuasivo”. En este sentido, argumentó que la rentabilidad del crimen organizado es el principal incentivo que permite su proliferación, lo que lo convierte en un “tremendo negocio” altamente lucrativo.

“Entonces, la disuasión del crimen organizado no se da fuego contra fuego, no es ser más violento que el criminal, no es gastar más plata que el criminal en armas y en fuerzas especiales. La disuasión efectiva del crimen organizado se da quitándole las lucas”, reiteró.

Garretón explicó que las herramientas legales actuales no han sido suficientes para atacar al crimen organizado desde su núcleo económico, dado que no se han implementado reformas efectivas en esta área. En este contexto, señaló que algunas iniciativas legislativas claves han sido desmanteladas en el Congreso. Ejemplificó esto con las reformas a la ley de drogas de 2019 y las de delitos económicos de 2023, las cuales eliminaron artículos fundamentales en el Senado, como aquellos que planteaban flexibilizar el secreto bancario.

En cuanto a la dimensión económica del problema, Garretón destacó que el crimen organizado en Chile representa aproximadamente el 4% del Producto Interno Bruto (PIB), un porcentaje equivalente al gasto combinado de las fuerzas armadas, carabineros y la seguridad privada del país. Sin embargo, las autoridades solo logran incautar alrededor del 2% de estos recursos ilícitos. “Si pudiéramos llegar al nivel de los países que incautan el 25%, podríamos duplicar el presupuesto de seguridad nacional”, aseguró, subrayando la urgencia de fortalecer las capacidades estatales en este ámbito.

El experto también analizó la relación entre las incautaciones y la percepción del riesgo en el mundo delictivo. Según su criterio, si los criminales perciben un bajo riesgo de que sus bienes y capital sean descubiertos y confiscados, seguirán operando sin mayores barreras

Garretón cerró su análisis subrayando que una estrategia centrada en incautaciones más efectivas podría transformar el panorama de seguridad en Chile: “Este año todavía se está legislando la ley de inteligencia financiera. ¿Qué tienen en común estas seis leyes? Que las tres, en el proyecto original, traían artículos súper potentes para flexibilizar el secreto bancario y darle más a las atribuciones a la unidad de análisis financiero. ¿Qué tienen en común estas leyes también? Que en el primer trámite de discusión en el Senado, esos artículos desaparecieron. Ahí es donde tenemos el problema hoy día, que nos impide enfrentar el crimen organizado como hay que enfrentarlo. Porque no se trata solo de disuadirlo, que es súper importante. Se trata también que si tú tienes una economía criminal que está llegando a cuatro puntos del PIB, estamos alrededor del presupuesto de toda la región y todas las comunas combinado. Cuatro puntos del PIB es lo que gastamos entre ejército, policías y seguridad privada. Ya estamos a esa escala”.

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