
Serviu y “trueque” con Fundación Allende: “Tratamos de llevar a otras bodegas, pero están saturadas”
El director del Serviu Metropolitano, Roberto Acosta, defendió la transacción explicando que no había bodegas adecuadas para su resguardo. El ministro Carlos Montes respaldó el mecanismo, mientras la fundación aseguró que la transacción fue legal, tasada por peritos y cumplió con la normativa.
El director del Serviu Metropolitano, Roberto Acosta, salió al paso de las críticas sobre el pago de una deuda de $560 millones que tenía la Fundación Salvador Allende (FSA) con el organismo, a través del traspaso de 93 obras de arte, señalando que “tratamos de llevar esos cuadros a otras bodegas especializadas, pero están saturadas”.
La respuesta del jefe de la repartición pública la entregó luego que El Mostrador destapara la compra por parte de la Fundación Salvador Allende (FSA) del Palacio Heiremans, ubicado en el corazón del barrio República, tras acordar en el año 2004 el pago en 10 cuotas anuales que no pudieron ser canceladas en su totalidad.
Tras ocho años de mora, finalmente ambas instituciones alcanzaron un acuerdo que entregó las mismas obras en “custodia” a la Fundación Salvador Allende, situación que ha generado controversia pública por el excepcional mecanismo –dación en pago– y porque las pinturas nunca salieron materialmente de la institución que resguarda la memoria del exmandatario.
“Nosotros buscamos lugares para dejar esos cuadros, porque se supone que nosotros no tenemos un lugar específico, porque se requiere de una cierta climatización, en fin, porque son unos cuadros que tienen un valor importante desde el punto de vista cultual y lo que nosotros tratamos de hacer fue procurar el buen resguardo”, explicó Roberto Acosta en un reportaje de T13.
El ministro de Vivienda, Carlos Montes, al ser interpelado por la particular operación aseguró que “la dación en pago es un mecanismo que se usa en esto, incluso estuvimos haciendo consultas porque hay empresas que nos deben recursos y si podían darnos terrenos, este es un mecanismo para enfrentar entre un público y privado ciertas cosas, y también entre los propios privados”.
Fundación Salvador Allende
La Fundación Salvador Allende, en tanto, emitió un comunicado público señalando que la adquisición de la propiedad, ubicada en Republica 475, comuna de Santiago se formalizó en el año 2016, “mediante una dación en pago aprobada por resolución exenta del Servicio de Vivienda y Urbanización (SERVIU), conforme a lo establecido por la normativa vigente”.
“El pago se materializó mediante la entrega de obras de arte —cuadros de reconocidos artistas brasileños—, cuyo valor fue debidamente tasado por peritos independientes y aceptado por el SERVIU como forma de pago, conforme a las disposiciones legales aplicables en este tipo de transacciones”, explicaron.
Al cierre del comunicado, la Fundación Salvador Allende enfatizó que su compromiso era “con la transparencia y el estricto cumplimiento de las obligaciones que le corresponden como institución sin fines de lucro dedicada a preservar y difundir el legado del expresidente Salvador Allende. Valoramos profundamente el respaldo institucional que ha permitido resolver esta situación con plena sujeción a la ley”