
Los factótums de campaña y el círculo de hierro de Kast que lo hicieron superar a Matthei
Son profesionales de entre 35 y 45 años, que –a excepción de Squella y Hurtado– cultivan un bajo perfil. Varios pasaron por la UDI, pero son desconocidos para la gente. Esta semana hicieron llegar a Kast al primer lugar en encuestas. Sus críticos los acusan de “soberbia, secretismo e inexperiencia”.
Lo preparan para debates, mantienen un chat grupal por comuna, analizan redes sociales y estudios del electorado, bautizan los planes programáticos (como M&M, Reinicia), definen qué dice y qué calla, diseñan giras, coordinan diputados y se reúnen con líderes del PNL y del PSC. Ese es parte del trabajo del “petit comité” del comando presidencial del Partido Republicano (PREP), el círculo de hierro de José Antonio Kast.
El elenco estratégico de la campaña de Kast, con “entusiasmo moderado”, recibió esta semana dos encuestas que les indicaron que el abanderado presidencial había empatado a su contendora comunista, Jeannette Jara, o lo situaban un punto más arriba.
El equipo que dirige el comando de Kast está constituido por un grupo pequeño que cumple roles diversos en la estrategia de su campaña electoral: el “cerebro” del lote es Cristián Valenzuela, y lo integran la jefa de gabinete, Carolina Araya Lerdo de Tejada; el creativo de la publicidad Felipe Costabal; Alejandro Irarrázaval, coordinador de equipos; la periodista encargada de comunicación estratégica María Paz Fadel (Ind.); Carmen Soza, del think tank Ideas Republicanas; el presidente del PREP, Arturo Squella; y la diputada Ruth Hurtado.
Se trata de profesionales de entre 35 y 45 años, que –a excepción de Squella y Hurtado– cultivan un bajo perfil, varios pasaron por la UDI, pero son desconocidos para el electorado. Acompañan a Kast desde cerca de una década y no están exentos de críticas: en Chile Vamos señalan que a Irarrázaval, Araya y Squella “se les ve arrogantes y soberbios”. Exmiembros del PREP que renunciaron dicen que operan como una secta, donde todo es secreto y con “poco espacio para disentir”. También, que tienen una “buena campaña digital, pero gobernar es presencial”.
El abogado exgremialista Cristián Valenzuela, jefe del comando, ha mantenido en estrecha relación con Kast desde 2007. Esta conexión se forjó durante sus años en la UDI, donde aún mantienen bueno recuerdos de él. Tiene una experiencia significativa en campañas: trabajó de cerca en la de Joaquín Lavín y Laurence Golborne.
Se le atribuye ser el principal “orejero” de Kast y creador de los ejes de campaña en seguridad, migración y empleo. Desarrolló, además, una sólida carrera en la política local. “Su labor incluye preparar al candidato con un enfoque preciso en las necesidades del electorado. Ha sido autor de la idea de que Kast aparezca lo justo y para abordar lo que interesa a la gente. También negocia con los dirigentes de otros partidos de su bloque y con Chile Vamos”, explican en el comando.
En la campaña presidencial de 2021, Valenzuela recomendó un enfoque cauto, sugiriendo que el equipo no debía aparecer en exceso en la prensa y que los ataques debían concentrarse en Gabriel Boric, evitando a otros. Quienes lo conocen le asignan la autoría del relato de la estrategia de campaña con la que el partido obtuvo un 62% de apoyo en el Consejo Constitucional.
En el ámbito del marketing, Felipe Costabal desempeña un rol considerado clave como director de la estrategia comunicacional en redes sociales.
Costabal fue el autor del desarrollo de contenido para plataformas como TikTok. En cuanto llegó a Chile se hizo cargo de la plataforma y creó conceptos como “Kast tenía razón”, elaborado para almacenar extractos de declaraciones pasadas del candidato y conectar con un público joven. También es dueño de las ideas de bautizar los planes de J. A. Kast en temas como delincuencia, corrupción, vivienda, migración. Fue autor del concepto “Profe Silva” y de “Atrévete con Kast”. También del video del abanderado vestido de Jedi, bailando cumbia, y de “chasconear al candidato tieso de 2021”.
La periodista Carolina Araya, con más de una década de experiencia trabajando junto a Kast, ocupa el papel de jefa de gabinete. “Su rol resulta fundamental en la ejecución de la estrategia, garantizando la cohesión del equipo y la coordinación de los esfuerzos comunicacionales”, dice un cercano al candidato.
Su par, “Pachi” Fadel, como le dicen sus amigos, fue reportera política en Qué Pasa y Ercilla, aunque desde hace 20 años se dedica a la comunicación estratégica y el manejo de crisis. En 2011 enfrentó el escándalo del caso Kodama (un pago de $17.000 millones a una constructora efectuado por un asesor) como factotum de la entonces ministra Magdalena Matte.
Fadel también fue asesora del Consejo Constitucional y exjefa de Comunicaciones del Ministerio de Energía con Susana Jiménez y Juan Carlos Jobet. Luego asesoró a los republicanos del Consejo Constitucional. Hoy acompaña a Kast a las entrevistas, especialmente a las de TV. Lo prepara y luego hace un análisis de su intervención, midiendo el tono y la retórica.
“Una comunicación bien diseñada y ejecutada puede ser el canal que lleva a las empresas desde el discurso hasta la realidad (…). No se trata solo de crear campañas, sino de generar un diálogo auténtico que cree un impacto duradero”, dijo este año en El Periodista.
Alejandro Irarrázaval se desempeña como coordinador del equipo y establece vínculos entre el Partido Republicano y el sector empresarial. Con una trayectoria en la UDI, Irarrázaval aporta las habilidades de gestión necesarias para manejar crisis políticas y fortalecer la relación de la colectividad con distintos gremios y el sector privado.
Arturo Squella es el negociador con Chile Vamos y Johannes Kaiser. Además, dicen que mantiene en orden a los parlamentarios que quedan en la bancada. La diputada Ruth Hurtado, secretaria general del partido, tiene un papel decisivo en la resolución de conflictos internos.
Carmen Soza dirige el think tank Ideas Republicanas, que colabora en la creación de propuestas y en la formulación de un relato coherente que apoye la candidatura de Kast. Esto permite que el comando desarrolle un programa sólido que aborde las necesidades de la ciudadanía.
El Mostrador intentó comunicarse con el comando para profundizar en los roles de cada integrante, pero no respondieron las llamadas telefónicas ni mensajes.