
Diferencias entre Squella y Valenzuela generan tensión entre partido de Kast y su comando de campaña
Desde 2021 –explican entre republicanos–, ha habido importantes diferencias entre Valenzuela y Squella. Las más relevantes fueron por la gira de Kast a Estados Unidos y por el Consejo Constitucional. La tensión que genera el factótum del abanderado, dicen, ha hecho alejarse a destacados dirigentes.
“Lo de Jaime Guzmán evidentemente que fue un impasse. (…) Que hay malestar (en la UDI) (…), por lo menos en lo que respecta a la responsabilidad que yo personalmente tengo, siempre hago un llamado a medir las palabras, a cuidar (…) que esas diferencias sean en el plano de las propuestas, de las ideas”. Con estas palabras el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, salió el viernes pasado a marcar distancia de los dichos de la secretaria general de la tienda, Ruth Hurtado –considerada la mano derecha del jefe del comando, Cristián Valenzuela–, sobre el fundador de la UDI.
Las declaraciones de Squella, en Radio Universo, grafican para los republicanos más críticos de Valenzuela las divergencias habituales entre ambos y que por estos días tensionan la interna de la colectividad.
“Ruth evidentemente no dice nada sin la aprobación de Valenzuela. Él es el autor intelectual de la idea de abordar a Jaime Guzmán y esa polémica coincide con la caída de José Antonio en las encuestas y el alza de Kaiser y Matthei, por lo que varios silenciosamente lo consideran responsable de eso”, señala una fuente del Partido Republicano.
En la tienda sostienen que, aun cuando Squella y Valenzuela comparten elementos como ser exmilitantes de la UDI, abogados de la UC, docentes de Derecho, ambos “son muy distintos en las formas y en el fondo”. Una fuente que los conoce de cerca sostiene que Valenzuela es muy pragmático y brusco para conseguir el objetivo; mientras Squella más idealista y cortés en las formas.
En las últimas semanas, dirigentes y exmilitantes aseveran que entre ambos hay una tensión propia de las diferencias que se dan entre el comando presidencial y el partido. Y con una asimetría de dinámicas de poder entre el presidente del partido y el factótum de Kast. Esa tensión, que dicen genera Valenzuela, ha hecho alejarse a destacados dirigentes, principalmente a abogados de la UC que eran del círculo estrecho de Kast.
Dinámicas de poder
A Cristián Valenzuela se le considera la figura más cercana políticamente a José Antonio Kast, dicen en la colectividad. Esta relación de cercanía implica que “nada de lo que diga o haga” Kast se realiza sin la “luz verde” de Valenzuela. Su influencia se traduce en la capacidad de “decidir cifras” y “dar opiniones”, lo que lo convierte en una de las figuras clave en la toma de decisiones dentro del partido.
Valenzuela actúa como un “filtro” para las declaraciones y posiciones de Republicanos, asumiendo –aseguran– el rol de “contraloría”. Si un miembro del partido comete un error, es Valenzuela quien se encarga de buscar a la prensa para corregir la situación. Asimismo, se le responsabiliza por haber dejado en el “clóset” los temas valóricos que para el electorado habitual de Kast son relevantes.
En contraste –aseguran en la colectividad–, el rol de Arturo Squella es visto como el de una figura más dialogante, pero su relación con Kast no es tan simbiótica como la que existe entre el candidato y Valenzuela. Su papel se asemeja al de un “canciller”, desempeñando funciones que son más de representación que de decisión.
Las diferencias entre Valenzuela y Squella se han manifestado en varias controversias. Una de las más recientes ocurrió en relación con los recortes de US$ 6 mil millones y la desvinculación de 100 mil funcionarios públicos.
En una entrevista en “Mesa Central” de Canal 13, Squella había afirmado que “nunca se dijo que los 6 mil millones se financian con 100 mil”. Valenzuela le corrigió esta afirmación, indicando que Squella había utilizado la cifra solo como una “proporción de magnitud” y que el plan de ajuste estaba “construyéndose en el camino”. Esta situación ilustra el papel de Valenzuela como quien ejerce el control comunicacional.
“Arturo Squella en el programa con Iván Valenzuela dijo ‘esta es una proporción de magnitud’, pero nunca dijo que los 6 mil millones se financian con 100 mil. (…) Pero nadie ha dicho que en 18 meses van a salir 100 mil funcionarios. De lo que dijo Arturo Squella, uno puede tener interpretaciones sobre lo que afirma”, señaló Valenzuela.
Otras disputas conocidas –cuentan los republicanos– se arrastran desde el Consejo Constitucional. En 2021 hubo un cónclave republicano en Casablanca, donde Squella defendía la necesidad de diálogo con la UDI y Renovación Nacional, mientras que Valenzuela se mostró reacio a coordinarse o buscar consensos.
“En la bancada de los republicanos estábamos conversando con Soza y con Ruth Hurtado, las dos muy cercanas a Valenzuela, en esa época que queríamos reunirnos con los consejeros constituyentes y con Carlos Frontaura, que era el presentante del comité experto. Se lo planteamos y Ruth dijo ‘vamos a preguntarle a Cristián’, pero Arturo nos dijo que no había problema en la reunión. Sin embargo, a la semana siguiente, en la reunión de bancada, Ruth Hurtado dijo que Cristián había preferido que no y la reunión no se hizo”, relata una fuente que conoce el tema.
Otro episodio también relevante ocurrió en la antesala del plebiscito del Consejo Constitucional, cuando se filtró una conversación de Valenzuela en un grupo de WhatsApp. En esta conversación, Valenzuela afirmó que “el objetivo nunca fue presentar una Constitución de amplio consenso”. Esta declaración generó controversia y llevó a algunos a culparlo de obstaculizar acuerdos en el Consejo Constitucional tras el resultado del plebiscito.
También, Squella y Valenzuela tuvieron otra diferencia importante en 2021, esta vez sobre el viaje de José Antonio Kast a Estados Unidos, tras la primera vuelta presidencial. Según explican exrepublicanos, Squella consideró que el viaje era “excesivo” en el contexto de la campaña, mientras que Valenzuela argumentó que era necesario.
El último round por Jaime Guzmán
De acuerdo con las fuentes consultadas, Valenzuela le pidió a Hurtado que instalara el tema de Jaime Guzmán “simplemente para tensionar el ambiente en la derecha, lo que a su juicio favorece a Kast por sobre Matthei”. Y agregan que se lo pidió a Ruth Hurtado, una de las personas de mayor confianza de Valenzuela, porque el presidente del partido, cuya familia conoció de cerca a Jaime Guzmán, no habría aceptado decir eso.
“La táctica narrativa permite dar ‘un alivio’ a algunos que están apoyando la causa de Kast con culpa. Les plantea que no están traicionando la UDI o traicionando los valores, sino que los republicanos están recuperando la obra del gremialismo y su fundador. Recuerda que Kast deja la UDI con Valenzuela argumentando que se había alejado del proyecto fundador de Jaime Guzmán. El recurso ya lo había usado, en varios discursos que le escribe Valenzuela aparece Guzmán. Uno fue ‘nos temen porque nos odian y nos odian porque nos saben irreductibles’, que dijo hace un tiempo”, dice un exrepublicano.
“Fue la gota que rebalsó el vaso. A Valenzuela le acomoda tapar un escándalo con otro. Ahora tapó los ‘parásitos’ con Jaime, lo que es de muy mal gusto. Antes tapó la columna sobre Vidal con las cifras de operadores”, señala un gremialista.
La sentencia de Hurtado, que salió a matizar un par de tonos más abajo que Squella, vino además 48 horas después del “perdón” de Matthei en el debate de Enade. En el Partido Republicano reconocen que Ruth Hurtado no dice nada sin la luz verde del influyente asesor, a quien sus detractores en la colectividad bautizaron como “Rasputín”, en alusión al falso místico ruso de larga barba que se atribuía propiedades sanadoras, con las cuales llegó a asesorar al zar Alekséi Nikoláievich Románov y cuya influencia enajenó a la monarquía.
Inscríbete en el Newsletter +Política de El Mostrador, súmate a nuestra comunidad para informado/a con noticias precisas, seguimiento detallado de políticas públicas y entrevistas con personajes que influyen.