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El viraje a la derecha que definirá el mapa político chileno PAÍS

El viraje a la derecha que definirá el mapa político chileno

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Francisca Castillo
Por : Francisca Castillo Periodista El Mostrador
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La irrupción del votante obligado será decisiva para confirmar si Chile se sumará a la lista de países que han dado un giro hacia la derecha. “Es el momentum de la derecha con la seguridad y el crecimiento, pero eso no significa un giro ideológico”, dijo Aldo Mascareño, investigador del CEP.


Las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias del 16 de noviembre convocarán a las urnas a más de 15 millones de electores, quienes por primera vez deberán emitir su voto de manera obligatoria, desde la reforma que terminó con el sufragio voluntario en 2022. 

La irrupción del llamado votante obligado será decisiva para confirmar si Chile se sumará a la lista de países que han dado un giro electoral hacia la derecha, marcado por una agenda sociopolítica donde las prioridades apuntan al control migratorio, seguridad y orden público.

Es la tendencia a la que apuntó la reciente encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), donde los consultados situaron sus preferencias de representación en el sector de la derecha, la que mostró un alza del 19 al 24 por ciento, la mayor cifra desde que se incorporó la pregunta en 2006. Si bien el “centro” sigue liderando con un 36%, sufre una caída de 6 puntos desde la medición del año anterior.  

En esa línea, respecto a las próximas elecciones presidenciales, ante la pregunta ¿Usted preferiría votar por un candidato o una candidata cuya posición política sea…?, un 28% optó por la derecha, 9% por la centroderecha, 9% por el centro, 6% centroizquierda y un 15% por la izquierda. 

Asimismo, otro de los escenarios que desafía a los partidos progresistas es la proyección de las preferencias parlamentarias, donde un 42% de los encuestados contestó que votaría por representantes de la derecha, 40% apoyaría a la centroderecha y otro 40% a candidaturas de centro. 

En tanto que un 39% manifestó que podría votar por independientes, 30% por la centroizquierda y un 28% por la izquierda, siendo este último sector el que obtuvo el mayor nivel de rechazo, ya que 55% afirmó que no apoyaría a candidatos del sector. Quienes no saben o no contestan bordean el 17% en cada segmento político. Lo que va en línea con otras proyecciones que anticipan un complejo panorama para el oficialismo en el futuro Congreso.

“No es una identificación ideológica”

Para el investigador senior y miembro del Comité de Opinión Pública CEP, Aldo Mascareño, es cierto que existe un aumento de identificación con temáticas y candidatos de derecha, sin embargo esta identificación “no es ideológica, sino circunstancial y temática”. 

“Según la encuesta CEP, las dos preocupaciones centrales de los chilenos para las próximas décadas son la seguridad y el crecimiento. Tanto la seguridad como el crecimiento han sido históricamente preocupaciones que han manifestado políticos de derecha. La derecha ha sido siempre más creíble en ofrecer políticas eficientes de seguridad y crecimiento, así como la izquierda ha sido más creíble históricamente en cuestiones de derechos sociales. Hoy la población opta por estos temas, como en la Convención Constitucional se orientó a la dignidad y la igualdad, para lo cual se pensaba que la izquierda podía ser más adecuada”, dijo. 

El doctor en Sociología afirmó que “hoy es el momentum de la derecha con la seguridad y el crecimiento, pero eso no significa un giro ideológico, sino una orientación puramente pragmática hacia aquellos temas”. 

El “contrataque” de la derecha 

El giro electoral hacia sectores de derecha es una tendencia global que responde a varias hipótesis plausibles, en relación con lo que ha sucedido en Chile durante el último ciclo político. 

Así lo describió el académico de la Escuela de Gobierno UAI, Cristóbal Bellolio, quien señaló que la derechización en el país se debe, en parte, a la “teoría del contrataque” hacia “una izquierda que corrió bastante las fronteras, especialmente en temas culturales, y arrinconó al mundo más conservador”. Lo que algunos denominan la “batalla cultural”. 

“Es una respuesta por parte de sectores de derecha que quieren recuperar algunas ideas, principios, valores, que ellos sentían en retirada, como el principio de autoridad, la familia tradicional, los roles de género, y que ahora sienten que este es su momento de contratacar”, indicó. 

En esa línea, el doctor en Filosofía Política apuntó a un segundo elemento, donde aquellas “cuestiones más bien posmateriales”, defendidas por los sectores progresistas, perdieron de vista que “había otros temas más concretos vinculados a la calidad de vida de la gente, como llegar a fin de mes, tener la tranquilidad de poder salir a la esquina de tu casa sin que te peguen un balazo, y lo estamos viendo en Chile hoy día”. 

“La agenda dejó de ser lenguaje inclusivo y derechos sociales y pasó a ser economía y orden público. Y me parece que la agenda ha sido porfiadamente de derecha hace por lo menos cuatro años. Todo el Gobierno de Boric ha sido con una agenda de derecha. Son temas en los que no sé si la derecha lo hará mejor o no, pero son propios de su repertorio retórico”, afirmó. 

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