PAÍS
Líos en Biblioteca del Congreso: anticipan caída del secretario del Senado
La salida del exjefe de la Biblioteca del Congreso, Diego Matte, es vista entre los funcionarios del Legislativo como el preludio de la caída del secretario del Senado, Raúl Guzmán, quien solicitó por oficio al exfuncionario un informe para justificar sus actos. Carta del abogado reabrió polémica.
Luego de presentar su renuncia a la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN), Diego Matte Palacios envió una carta a los senadores en la que criticó abiertamente a los presidentes de la Cámara y del Senado, así como al secretario general de la Cámara, Miguel Landeros. Sin embargo, omitió mencionar al secretario general del Senado, Raúl Guzmán, lo que generó malestar entre los funcionarios de la BCN y suspicacias entre los parlamentarios, especialmente en el contexto de la evaluación de un posible reemplazo de este último en diciembre.
En su misiva, Matte atribuyó una serie de acciones a los presidentes del Senado, Manuel José Ossandón, y de la Cámara, José Miguel Castro. No obstante, los funcionarios de la biblioteca sostienen que el clima laboral que mantenía Matte era “horrible”. Varios congresistas relatan que ambos parlamentarios recibieron una decena de correos “agradeciendo” que se aceptara su renuncia.
La renuncia de Matte fue presentada para hacerse efectiva con fecha 1 de enero de 2026, lo que generó indignación en Ossandón y Castro.
Según testigos, para la segunda autoridad política del país, que el funcionario y “consejero” del “Chapo” (como coloquialmente llaman los funcionarios a Guzmán) condicionara su salida a una fecha contravenía el estatuto de la Biblioteca, ya que una renuncia no puede ser condicional. Por lo tanto, se le aceptó de inmediato, pero se acordó que tomara vacaciones.
Según explican funcionarios del Congreso, Matte y el secretario general del Senado, Raúl Guzmán, eran “muy amigos” y “se hacían paleteadas”.
Exparlamentarios de la Comisión de Régimen explican que, en ese contexto, Guzmán pidió más de un informe a Matte cuando tenía algún problema con los senadores.
En el Legislativo mencionan como ejemplo que “El Chapo”, en su calidad de secretario general del Senado, solicitó formalmente a Diego Matte, como director de la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN), la elaboración de un informe técnico-legal mediante el Oficio N° 174/R.I./2024, fechado el 24 de septiembre de 2024.
El propósito central de dicho informe que Guzmán le pide a Matte es “ilustrar a la Comisión” respecto de una cuestión de procedimiento interno: analizar la “procedencia o improcedencia de un recurso jerárquico” que se había presentado ante la H. Comisión de Régimen Interior del Senado.
“Guzmán solicitó a Matte que la BCN analizara, desde una perspectiva legal, si la Comisión de Régimen Interior tenía la potestad de revisar una decisión que él mismo, como secretario general, había adoptado y que estaba siendo cuestionada. Y el informe fue favorable a Guzmán”, sostiene una fuente que conoció el texto.
Por ello, en el Senado consideran que la salida de Matte Palacios es un preludio de la caída de Guzmán, ya que a los senadores no les agradó el hecho.
“Matte estaba preocupado porque creía que le iban a pedir el cargo junto con Guzmán a final de año. Pero Matte pensaba que le pondrían un interventor, porque se negó a sacar a personas que le habían ordenado desvincular por haber contratado con sueldos de varios millones, como su jefa de gabinete”, sostiene un dirigente del Congreso.
Además, explican en el Senado que se le pidió hacer un sumario a una funcionaria que viajó al extranjero estando con licencia médica, pero Matte se negó a ello.
“Una funcionaria de nombre Macarena, con un sueldo alto en la BCN, salió con licencia médica y se fue de vacaciones. Ossandón le pidió que la desvinculara, porque la instrucción de las autoridades del Congreso era aplicar el rigor más fuerte cuando hubiera un delito, e hiciera la denuncia al Ministerio Público, pero Matte se negó”, afirma un funcionario.
Tras ocho años como secretario general del Senado –y tras haber sobrevivido al episodio de la pandemia, a una querella por prevaricación, a varias denuncias laborales y a su peor revés: el fallo de la Corte Suprema que en 2024 ordenó la reincorporación de su némesis, el fiscal del Senado Javier Norero, por “despido ilegal”–, en el Congreso advierten que Raúl Guzmán comienza el ocaso de su era.
Los senadores de la Comisión de Régimen Interior y en algunos comités indican que se está preparando lo que sería una salida de Guzmán mediante un concurso público en diciembre próximo o, bien, se buscaría a un funcionario de carrera, como Norero u otro con ese perfil técnico.
En los pasillos del Congreso sostienen que la relación entre Guzmán y “su jefe” desde hace meses es tensa y de forma notoria.
En junio pasado, el senador Pedro Araya (PPD), a nombre de varios parlamentarios, solicitó la lista de demandas laborales presentadas contra la Cámara Alta en los últimos cinco años, así como el resultado de los juicios y los montos de recursos asociados.