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Vivir y respirar en la violentada Zona Cero: Plaza de la Dignidad y sus calles aledañas

Vivir y respirar en la violentada Zona Cero: Plaza de la Dignidad y sus calles aledañas

Vecinos de este antiguo y tradicional barrio santiaguino –conformado por el Parque Forestal y calles Merced, Bueras, Irene Morales, Ramón Corvalán, Vicuña Mackenna, Namur y avenida Alameda–, cansados ya de la nula respuesta de la autoridad y de las consecuencias físicas y emocionales que están sufriendo con el accionar de Carabineros en la zona, se organizaron y, a partir del sábado 18 de enero, recolectan tempranamente algunos restos de bombas lacrimógenas, perdigones y otros elementos utilizados durante las manifestaciones del día previo, para posteriormente ubicarlos frente al Museo de Artes Visuales.


Todas las mañanas, funcionarios de limpieza de la Municipalidad de Santiago recorren las calles de la denominada Zona Cero, con el objetivo de asear y brindar cierta normalidad al sector, luego de las manifestaciones que se han
realizado en Santiago a partir de 18 de octubre de 2019.

Con esta acción, se eliminan muchos de los vestigios de la violencia y represión con la que Carabineros de Chile actúa, sin focalización y afectando en forma directa a todos aquellos que viven en el sector –niños y adultos
mayores incluidos–, convirtiéndola en una nueva zona de sacrificio, como señalaron enfáticamente habitantes del lugar.

Vecinos de este antiguo y tradicional barrio santiaguino –conformado por el Parque Forestal y calles Merced, Bueras, Irene Morales, Ramón Corvalán, Vicuña Mackenna, Namur y avenida Alameda–, cansados ya de la nula respuesta de la autoridad y de las consecuencias físicas y emocionales que están sufriendo con el accionar de Carabineros en la zona, se organizaron y, a partir del sábado 18 de enero, recolectan tempranamente algunos restos de bombas lacrimógenas, perdigones y otros elementos utilizados durante las manifestaciones del día previo, para posteriormente ubicarlos frente al Museo de Artes Visuales. La idea, explicaron en el barrio, es crear “conciencia sobre aquello que viven y respiran diariamente”.

De esta forma, agregaron, se han ido recopilando antecedentes valiosos sobre la violencia ejercida en su contra por parte de uniformados de Fuerzas Especiales.

Este esfuerzo se lleva a cabo apenas amanece y antes que los equipos de limpieza municipales retiren las evidencias.

Los vecinos ya han denunciado estas agresiones por múltiples canales oficiales, pero a la fecha no han tenido respuesta formal. “Hemos agotado todas las instancias formales y ahora solo nos queda sacar fotos”, se quejaron
amargamente.

 

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