Tal como Donald Trump, que desoyendo la recomendación de la autoridad en materia de enfermedades infecciosas más importante de sus país, Anthony Fauci, compró millones de comprimidos de hidroxicloroquina para atacar el COVID-19, el ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich, ha enfrentado la misma ola de críticas. En ambos casos, la asociación de pacientes de lupus y artritis ha sido la principal detractora, al denunciar que la prescripción del medicamento contra el coronavirus –sobre lo cual no existe evidencia de efectividad– amenaza con dejar sin stock a los pacientes para los cuales este fármaco sí es casi la única terapia.
La hidroxicloroquina está causando más que un dolor de cabeza al ministro de Salud Jaime Mañalich, quien está siendo cuestionado al igual que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por prescribir este medicamento, sin tener la evidencia suficiente sobre su efectividad contra la neumonía causada por el COVID-19.
Hace una semanas Trump provocó similar controversia, cuando, ignorando la recomendación de la autoridad sanitaria de su país, anunció que se había autorizado de forma masiva el medicamento contra el virus SARS-CoV-2. La primera en salir a criticar la medida fue la asociación de pacientes de lupus y artritis, que usan frecuentemente este medicamento, quienes denunciaron la escasez de este fármaco.
Este miércoles, el Ministerio de Salud publicó el siguiente tuit y se desató la polémica.
Pese a que los equipos técnicos recomendaron que no fuera utilizado, salvo en los casos más graves dentro de los pacientes críticos, el ministro no solo desoyó la recomendación, sino que ordenó la prescripción masiva a todos los pacientes que estuvieran en una condición crítica.
La primero en reaccionar, obviamente, fue la Asociación Lupus Chile, entidad que advirtió la posibilidad de que les ocurriera lo mismo que a los pacientes en Estados Unidos: la escasez del medicamento.
«¿Los pacientes crónicos que dependen de este medicamento de lupus eritematoso sistémico, lupus eritematoso cutáneo, artritis rumatoide, síndrome de Sjörgen, liquen plano pilaris, liquen plano capilaris y otros, tendrán el stock garantizado por GES y de forma privada?», se preguntaron.
A partir de ese momento comenzó una larga lista de tuits en que participaron médicos, científicos, pacientes y familiares de pacientes que requieren del fármaco, en que recordaron la vergüenza que sintió Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, cuando escuchó del propio presidente recetar el polémico medicamento.
