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Gaza: ¿cuán realista es el desarme de Hamás? SIN EDITAR DW

Gaza: ¿cuán realista es el desarme de Hamás?

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Muchos países quisieran ver al grupo islamista palestino desarmado. Sin embargo, es probable que resulte muy difícil. Y no está claro tampoco quién debería garantizar la seguridad en la Franja de Gaza en el futuro.


Hamás actúa con extrema brutalidad: presuntos criminales y “traidores” de clanes o grupos rivales son fusilados o ahorcados. Algunas de las ejecuciones, a veces públicas, incluso son filmadas por el propio grupo y compartidas en redes sociales.

Según diversos informes, Hamás acusa a algunos de haber cometido asesinatos y a otros, de espiar para Israel. Apenas unos días después del fin de la guerra en la Franja de Gaza, el grupo militante islamista Hamás, clasificado como organización terrorista en Alemania, Estados Unidos y varios otros países, continúa así reivindicando su poder en la Franja.

Según un informe del periódico israelí Haaretz, la milicia aún cuenta con unos 40.000 combatientes. Estos aparecen cada vez con más frecuencia en las calles y plazas de la Franja de Gaza. Allí, no sólo atacan a individuos a los que acusan de delitos capitales o políticos. Decenas de personas han sido arrestadas, según declaró Khaled Abu Toameh, periodista que cubre los Territorios Palestinos, citado por el diario israelí Jerusalem Post. “Se supone que muchos de ellos serán ejecutados”, dijo Toameh.

Entre los grupos más conocidos se encuentra el clan Doghmush. Originaria de Turquía, la familia se asentó en la Franja de Gaza durante el siglo XX, llegando a controlar dos distritos. Se dice que el clan es cercano a la organización político-militar Al Fatah y a la Autoridad Palestina, lideradas por Mahmud Abás (que rechaza cualquier papel de Hamás en el gobierno palestino). Según un informe del canal de noticias árabe Al Jazeera, miembros del clan estuvieron involucrados en el secuestro en 2006 del soldado israelí Gilad Shalit. Sin embargo, Hamás y el clan Doghmush llevan muchos años enfrentándose.

Además de la familia Doghmush, otros clanes están involucrados en luchas de poder con Hamás. Entre ellos se encuentra el clan Abu Shabab. Proviene de un grupo beduino del sur de la Franja. Hamás lo acusa de colaborar con Israel. El clan lo niega. Según un informe del periódico Times of Israel, el gobierno de Benjamín Netanyahu ha apoyado al grupo con armas. El propio Netanyahu lo confirmó, según el periódico.

¿Qué va a pasar con Hamás?

Incluso a la vista de esta violencia interna, surge la pregunta de qué va a pasar con Hamás. Según el plan de Trump, debe ser completamente desarmada. Pero aún no se ha llegado ahí.

Por el momento, no está claro si se va a poder desarmar a Hamás. El propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo declaraciones contradictorias al respecto. “Prácticamente toda la región ha aprobado el plan para desmilitarizar inmediatamente Gaza, desarmar a Hamás y dejar de representar cualquier amenaza a la seguridad de Israel”, dijo en su discurso ante la Knesset, el Parlamento israelí. En el vuelo a Israel, sin embargo, había declarado que su Gobierno había permitido que Hamás se rearmara temporalmente. Y que Hamas está tratando de restablecer el orden tras meses de guerra.

“Un mensaje claro”

El hecho de que Hamás demuestre su presencia poco después de la retirada israelí y envíe sus fuerzas a la ciudad de Gaza es un mensaje claro, dice Simon Wolfgang Fuchs, un erudito islámico de la Universidad Hebrea de Jerusalén. “Hamás está enviando claramente una señal no ha desaparecido en absoluto de la Franja de Gaza. Por el contrario, sigue reclamando un papel allí”.

Según un análisis del centro de estudios estadounidense Atlantic Council, el desarme de Hamás será un largo camino. Mientras siga existiendo, ya sea como un grupo armado, un movimiento político, e incluso solo simbólicamente, existe un riesgo considerable de que recupere su influencia en la Franja de Gaza para promover sus propios intereses, dice. Este precisamente parece ser el caso actualmente.

Las armas como garantía de existencia

De hecho, Hamás ve en las armas una garantía de existencia, militar, política y simbólica, dice Simon Engelkes, jefe de la oficina de la alemana Fundación Konrad Adenauer en Ramala. “Sin una contrapartida política concreta, es improbable que acepte tal medida. Las ‘garantías de seguridad‘ del presidente estadounidense Trump de que la guerra en Gaza no continuará como resultado del acuerdo de alto el fuego no son suficientes en este momento”.

Incluso aunque las estructuras militares de Hamás se hayan visto gravemente debilitadas con el curso de la guerra, sus redes y su presencia visible en Gaza permanecen intactas, continua Engelkes. “Esto también asegura su viabilidad política a corto y mediano plazo”.

¿Quién es responsable de la seguridad en la Franja de Gaza?

El desarme completo de Hamás es difícil también porque la seguridad interna de la Franja de Gaza estuvo en sus manos hasta el 7 de octubre de 2023, día de los ataques terroristas perpetrados por esa organización, a los que siguió en respuesta la invasión de Israel. Después de asumir el gobierno de la zona en 2007, fue responsable de la Policía y la seguridad interna, así como del Poder Judicial.

Queda por ver quién organizará estas tareas en el futuro. Egipto y Jordania han anunciado que actualmente están preparando hasta 5.000 efectivos de seguridad para un futuro despliegue en la Franja. Las autoridades policiales de la Autoridad Palestina también deberán estar involucradas en esto.

Pero eso es exactamente lo que podría convertirse en un problema, dice el erudito islámico Fuchs. “Es muy posible que Israel vete a estas fuerzas locales”. El gobierno de Jerusalén no quiere otorgar a la Autoridad Palestina ningún papel en Gaza. Más bien, se preocupa por no permitir ninguna fuerza que tenga alguna conexión con el gobierno de Ramala. “En este sentido, está completamente en el aire cómo se quiere llegar a un acuerdo sobre este tema, y luego también en manos de quién deben estar los servicios de seguridad correspondientes”.

Advertencia de una nueva amenaza

No debería ser en las de Hamás, según el deseo de Estados Unidos y otros muchos países. El presidente francés, Emmanuel Macron, por ejemplo, advirtió sobre la amenaza constante que representa la milicia. “No se puede destruir a un grupo terrorista con miles de combatientes, túneles y ese armamento, de la noche a la mañana”, dijo Macron después de que se sellara el alto el fuego en Sharm el Sheij, Egipto. Y el primer ministro británico, Keir Starmer, declaró que su país estaba listo para ayudar a desarmar a Hamás. El Gobierno alemán también está en contra de que Hamás continúe teniendo presencia política.

Por lo tanto, el verdadero debate aún está por llegar, dice Simon Engelkes. “Se trata no solo de la cuestión de las armas, sino también del control político y la legitimidad: ¿Quién hablará por Gaza en el futuro, y con qué autoridad?”.

Posibles peligros también en Europa

Sin embargo, es arriesgado ignorar los intereses de Hamás, advirtió el presidente del Servicio Federal de Inteligencia, Martin Jäger, en una audiencia en el Bundestag alemán.  Si Hamás no participa en una administración de transición en Gaza, es expulsado de la Franja o rechazado en la clandestinidad, existe un “riesgo muy real” de que se active fuera de Gaza. “Eso afectaría al mundo árabe, por supuesto, pero ciertamente también a Europa”.

A largo plazo, coinciden los observadores, también es importante permitir que los palestinos vivan con dignidad. Si esto no sucede, la violencia podría resurgir nuevamente en algún momento.

Texto de Kersten Knipp, DW

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