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El pingüino, un ave en peligro por el cambio climático y la acción humana Animales

El pingüino, un ave en peligro por el cambio climático y la acción humana

Amistosos y de fácil adaptación, los pingüinos se comunican entre sí con movimientos de cabeza y aletas, y utilizan su mirada penetrante ante posturas agresivas. “Se trata de especies muy hábiles, de mucho nado, nos suelen llegar con heridas en su cuello y abdomen debido a que quedan atrapadas en mallas de pesca, y son golpeadas por naves”, explicó un veterinario dedicado al rescate de aves silvestres, quien además mostró preocupación por el derretimiento de las aguas y con ello, el futuro de su hábitat y fuente de alimentación. 


“Están mucho en el agua, nadan muy bien y alcanzan velocidades muy altas”. Así partió la descripción de Javier Cabello, médico veterinario y fundador del Centro de Conservación de la Biodiversidad Chiloé Silvestre respecto de los pingüinos, ave que no vuela y tiene dos días mundiales en su conmemoración: el Día Mundial del Pingüino (25 de abril) y el Día Mundial de la Concientización del Pinguino (20 enero).

Según la Corporación Nacional Forestal (CONAF), de las 17 especies de pinguinos  existentes, nueve tienen presencia en Chile: el Pinguino de Humbolt; Pinguino de Magallanes; Pinguino rey; Pinguino emperador; Pinguino Macaroni; Pinguino Penacho Amarillo; Pinguino Papua; Pinguino de Adelia y Pinguino Barbijo. Sin embargo, debido a sus hábitat, algunas especies son más difíciles de observar, al menos en territorio nacional. 

“Los pingüinos son una especie muy simpática, tienen una relación muy particular con el ser humano, se acostumbran fácilmente a su presencia y también se habitúan muy fácil a su ausencia cuando vuelven al mar, además suelen ser muy gregarios, como los lobos marinos, cuando llegan dos o tres pingüinos se sienten mucho mejor”, contó Cabello. 

Las dos especies más conocidas, el Pingüino de Magallanes y Pingüino de Humboldt, según advirtió el médico veterinario, conviven en “un área geográfica entre Valparaíso y Chiloé” y a nivel sudamericano se les puede encontrar también en Perú, Uruguay y Brasil. 

En el Monumento Natural Islotes de Puñihuil es posible, ubicado en Ancud (Chiloé, Región de Los Lagos) es posible ver a los pingüinos de Humboldt y Magallanes juntos.

Robustas, de tamaño mediano y grande, pueden medir entre 40 y 115 centímetros de altura, su cuello es corto y el pico fuerte, tienen pies planos y se ubican detrás de su cuerpo. Dentro de sus características físicas, un detalle evolutivo llama especialmente la atención: sus alas.

De acuerdo a la información recopilada por Aves Chile, sus alas “están altamente modificadas” pues perdieron las largas plumas características de las alas de un ave “para formar una paleta tiesa cubierta de pequeñísimas plumas duras, que usan para nadar; y sus pies y la cola muy corta se combinan para actuar de timón”. Sus huesos, en tanto, son “sólidos y pesados”, lo cual los ayuda a permanecer sumergidos y reducir la energía necesaria para el buceo.

Por otro lado, según el sitio especializado en aves nacionales, los pingüinos son capaces de resistir fríos extremos ya que están provistas de un abrigo impermeable formado por plumas cortas y muy densas y una capa gruesa de grasa que les sirve tanto como aislante contra el frío como almacén de energía, adaptaciones que les permiten minimizar la pérdida de calor en las aguas heladas de la Antártida.

“Ellas van al mar a buscar alimentos; pejerreyes;  anchovetas; sardinas, pero anidan en una especie de madrigueras que hacen en la tierra, donde ponen sus huevos y allí incuban”, destacó el referente de Chiloé Silvestre. 

El cambio climático y la acción del hombre

El cambio climático es una amenaza para la flora y fauna que no deja ajenas a estas aves. Las que tienen su hábitat en la zona antártida ven año a año derretir sus hielos, además de sufrir aumentos de temperatura y tormentas que amenazan sus vidas, sobre todo de los pingüinos más jóvenes. 

“El aumento de la temperatura del agua puede  hacer que los peces se vayan y los pingüinos se queden sin alimentos”, detalló el veterinario. Y subrayó que “lo que más afecta” hoy a estas especies son las embarcaciones, los derrames de combustibles, o las mallas de pesca. 

“A veces las naves pasan cerca de ellos y las dañan con sus hélices, pero lo que más nos llegan son pingüinos enredados en las mallas de pesca y al tratar de salir se hacen heridas muy importantes, sobre todo en su cuello y abdomen: casi todos los animales que llegan a nuestro centro están heridos por acción directa o indirecta del hombre”, relató. 

Políticas de protección de biodiversidad

Si bien normas como la Ley de Pesca protegen algunos recursos hidrobiológicos considerando incluso la distancia necesaria a tener con ciertas especies, es difícil de aplicar mecanismos que en la praxis protejan la vida de animales como estos, concordó Javier Cabello. Según Oceana Chile, especies como el pingüino de Humboldt están en peligro y en la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) (2013), además tiene un riesgo alto de caer en peligro de extinción si no se toman medidas urgentes.

Entre otras dificultades para la conservación de estas especies, se encuentra la falta de especialidad médico veterinaria para la atención de fauna silvestre. 

“El pingüino es un ave silvestre de manejo complejo y hoy estamos al debe, estamos mal, pero mejor que antes en este sentido, cuando me titulé me tuve que ir al extrajero para estudiar mejor a la fauna silvestre y luego di clases, hoy hay más formación pero la profesión se sigue haciendo más en la práctica”, dijo el médico, que se dedica al rescate y manejo clínico de enfermedades. 

La infraestructura es otra de las necesidades que suele obstaculizar el rescate de la vida de los animales. 

“Muchas veces falta lo técnico, un equipo de anestesia inhalatoria, equipos de rayo, instalaciones costosas que sí las tienen en general centros de rehabilitación asociados a universidades, que tienen más recursos para tomar exámenes, radiografías, ecografías, en relación a ongs como la nuestra que le cuesta más porque no tenemos el financiamiento para equipar mejor los espacios”, explicó. 

Actualmente, Chiloé Silvestre cuenta con una subvención presidencial y gracias a eso se está equipando mejor el lugar. “Históricamente no ha habido una preocupación estatal por la fauna silvestre, lo bueno es que esto ha ido cambiando”, reflexionó el médico veterinario, quien valoró avances en materia política y conciencia social, y aprovechó de entregar recomendaciones para la preservación de estas aves.  

“La fauna silvestre no nos necesita, eso es lo primero: hay que mantener distancia, observar, disfrutar ojalá con binoculares y no intervenir en su espacio, y en caso de estar herido o sin movimiento avisar a sernapesca  y ellos lo derivan”, concluyó. 

Por último, el director de Chiloé Silvestre comentó que desde el espacio están próximos a lanzar una campaña de apadrinamiento de animales para contribuir a la preservación de las especies, por lo cual llamó a estar atentos a sus redes sociales, donde suelen invitar además a jornadas educativas, de voluntariado e investigación en el archipiélago de Chiloé.

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