
Este jueves se celebra el Día del Bistec a lo Pobre, el rey generoso de la cocina popular chilena
Este jueves 24 de abril se celebra el Día del Bistec a lo Pobre, un plato clásico y contundente de la cocina chilena. Con su generoso bistec, papas fritas, cebolla caramelizada y huevos fritos, es una delicia que combina sabor y tradición en cada bocado.
Este jueves 24 de abril se celebra el Día del Bistec a lo Pobre, un plato clásico de la cocina nacional. Este tradicional y único plato es reconocido por cientos de personas por ser reconfortante y poderoso, con alma de picada y espíritu callejero.
A pesar de lo que sugiere su nombre, este plato es todo menos modesto: se trata de un generoso y sabroso bistec de vacuno —generalmente de posta o lomo vetado—, servido con una abundante porción de papas fritas, cebolla caramelizada y uno o dos huevos fritos coronando el conjunto.
Hacer este plato no es complicado, pero requiere conocer ciertos secretos para obtener un buen resultado. Por lo mismo, expertos de Doña Carne entregaron algunas recomendaciones. “La carne ideal para esta receta debe ser blanda o que se pueda ablandar fácilmente, de grosor medio o grueso —para resistir bien el sellado sin secarse— y con un buen nivel de grasa o marmoleo para aportar mayor sabor”.
Habitualmente, el Lomo es la carne que se utiliza para esta exquisita preparación. “El Lomo, ya sea Liso o Vetado, es suave, jugoso y se cocina rápido. Además, su textura tierna permite disfrutar del plato sin que la carne quede dura o seca, manteniendo una excelente de sazón y calidad en cada bocado”, explica Álvaro Martínez, gerente comercial de la cadena de carnicerías.
Su origen y tradición
Aunque hay versiones similares en otros países —como el “bife a lo pobre” en Perú—, en Chile el plato se arraigó profundamente en el menú popular. Se dice que surgió a principios del siglo XX, cuando obreros y trabajadores necesitaban comidas calóricas, contundentes y accesibles.
Irónicamente, lo de “a lo pobre” no tiene que ver con la calidad del plato, sino con la simpleza de sus ingredientes. Sin embargo, en la práctica, resulta ser una preparación de todo menos humilde.
¿Qué lo hace especial?
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La cebolla se fríe lentamente hasta que queda dulce y dorada.
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Las papas fritas van en abundancia, doradas y crujientes.
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El bistec puede ir a la plancha o frito, según el lugar.
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Los huevos fritos, con la yema jugosa, coronan el plato y se mezclan con todo.
En muchos restaurantes y picadas de nuestro país también puedes encontrar su primo, el lomo a lo pobre, donde el bistec se reemplaza por un corte más fino, y si quieres subir aún más la apuesta, hay versiones con longaniza, chuleta o incluso salchicha.