
Un restaurant con alma casera y búsqueda de sabores llenos de recuerdos en AlmaMía Valparaíso
En una antigua casona restaurada del Cerro Alegre se encuentra ubicado AlmaMía, un restaurant que busca entregar sabores honestos a locales y turistas en Valparaíso.
Un lugar que al entrar te abriga con un calor de hogar único, ladrillo a la vista y un horno que queda como único recuerdo de lo que alguna vez fue la casona donde hoy se encuentra AlmaMía Valparaíso, un restaurant ubicado en la intersección de Almirante Montt con Urriola.
Pero pasemos a la carta, los precios van desde los $9.800 pesos por plato y lo primero que encontramos son sus entradas para compartir, donde conocimos Arrecife, un Tiradito de pulpo, choritos y papas nativas confitadas, salsa de pimientos ahumados, alioli, palta asada y pickle de algas.

Crédito: Paula Peñaloza
Un plato que sorprende, sobre todo llaman la atención las papas nativas, el tamaño abundante de sus choritos y el pulpo cortado de forma tan sutil que logra combinarse perfecto con los ingredientes. Punto aparte para la palta asada, que en su interior, sigue manteniendo una textura suave en paladar.

Crédito: Paula Peñaloza
Continuamos con Acantilado, unas almejas gratinadas con queso chanco y parmesano, cortados con jerez, acompañados de salsa verde de cochayuyo y aceite de cilantro. Simplemente deliciosas y perfectas para compartir, las cuales maridamos con Sauvignon Blanc.

Crédito: Paula Peñaloza
En los platos de fondo partimos con Sabores de Antaño, ají verde relleno de prieta y nueces apanado en panko, salsa de tomate y ajo asado, cebolla encurtida y hojas verdes. Un plato que cumple totalmente con lo que promete. Te lleva directamente a las preparaciones que hacían nuestras abuelitas en casa.
Luego, disfrutamos del plato más icónico de AlmaMía Cabrito braseado, con chimichurri de hierba buena, cremoso de trigo majado y cebollas glaceadas con chancaca. Este plato tiene una historia. Ya que la dueña de AlmaMía Eva Pizarro es, originariamente, de la zona de Combarbala, IV Región, de donde trajo hasta Quilpué 50 cabritas.

Crédito: Paula Peñaloza
Hoy estas son más de un centenar de libre pastoreo. Gracias a ellas no solo se crea esta preparación, sino también se usa para hacer ricottas caseras y postres como su flan de leche de cabra con naranja. Un postre que tiene un balance perfecto en términos de sabor y que, además cuenta con una cobertura de caramelo.

Crédito: Paula Peñaloza
El restaurant está encabezado en cocina por el chef Diego Lillo, quien reparte su tiempo entre Valparaíso y Valdivia, lugar donde recolecta muchos elementos que son parte de la gastronomía del restaurante, sobre todo el uso de algas en muchas de sus preparaciones.

Crédito: Paula Peñaloza
Si te interesa conocer más de la propuesta de AlmaMía, visita su Instagram: @almammiavalparaiso