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Club Gordos y su filosofía de reutilización que está marcando el ritmo en el movimiento streetbar Coctelería

Club Gordos y su filosofía de reutilización que está marcando el ritmo en el movimiento streetbar

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Constanza Larrondo
Por : Constanza Larrondo Fotografia y gastronomía. 800.cl
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Con una propuesta que mezcla arte callejero, cocina global y coctelería consciente, Club Gordos redefine el concepto de streetbar en Chile, donde cada plato y cóctel es una versión creativa de lo cotidiano.


Confieso que caí en la trampa visual. Al ver Club Gordos, pensé: “Aquí va otro lugar con luces de neón, rincones instagrameables y la misma oferta de tropical gin y música hip-hop de moda”. Pero el concepto de este streetbar supera por completo la estética.

Este lugar, que comenzó en la Región de Valparaíso, en un pestañeo ya suma cuatro locales: uno en Valparaíso, otro en Viña del Mar y dos en Santiago. Y, en un pestañeo más, estarán en el norte, en el sur… y quién sabe dónde más.

Sus socios viajan por el mundo, saben lo que quieren. Uno de ellos es quien hace los grafitis y muestra su arte; las latas las reutilizan. Todo lo reutilizan. De hecho, ahí está el concepto de Club Gordos (sí, al fin lo entendí): reutilizar o reversionar recetas y adaptarlas a su propio espacio, inspirándose en puestos de comida en Tailandia o cocinas con estrellas Michelin en Europa.

Créditos: @sibekay

Bajo la dirección del chef ejecutivo Rodrigo Muñoz, probamos unos arancinis atomatados con atún y el tiradito de res con ají amarillo ahumado. La presentación es pulcra, y la mezcla de sabores deja claro el conocimiento técnico y la trayectoria de Muñoz. Los crispy rice y las tortillas están de lujo, a buen precio, ¡y todo reversionado!

Los cócteles, a cargo de Yerson López, también vuelan la cabeza. Nuevamente aparece el concepto de reutilización, aprovechando los productos de manera sabia y creando garnituras que acompañan el cóctel evitando el desperdicio.

Créditos: @sibekay

Partimos por un cóctel que funciona perfecto como aperitivo: sedoso, suave, con buena acidez y un amargor delicado. Se llama Money Man, y contiene un gin de sabores tropicales brasileños, soda de frutilla, reducción de lichi, tintura de pimienta rosada y un lichi con tajín.

Créditos: @sibekay

Luego pasamos al Off the Wall, que mezcla gin, cordial de eucalipto, cordial de pimienta de Sichuan, ginger beer, bitter creole y solución cítrica. Es fresco, herbal, con el sabor característico del eucalipto y un toque de picor. Recomendadísimo para los días calurosos.

Créditos: @sibekay

El Club combina whisky, cordial de miel de ulmo y frutilla; se le agrega solución cítrica, se gasifica y se acompaña con una trufa de chocolate. Es un cóctel con burbujas que lo hacen más entretenido y, aunque todos los ingredientes son cálidos, el resultado es fresco. Tiene un dulzor equilibrado y se percibe claramente el whisky.

Créditos: @sibekay

De ahí probamos el X.O., con whisky, cordial de palo santo, licor de café, jugo de mandarina y naranja, coronado con una crema de cúrcuma y miel. Es un estilo de piña colada, pero con un dulzor ahumado difícil de identificar y una potencia notable. Más cremoso en boca, resulta un cóctel realmente interesante.

Créditos: @sibekay

Pasamos luego a la mocktelería, con el Coffee Colada, preparado con cold brew, coco, piña y maracuyá. Tiene buen sabor a café, es contundente y, por su perfil, uno podría pensar que se trata de un cóctel con alcohol. También probamos el Renacer, hecho con cáscara de cacao, jazmín, chai y solución cítrica. Se forma una espuma especiada con sabor característico a galleta de Navidad, más líquida que cremosa.

Créditos: @sibekay

Así que, si hay que sorprenderse, es por lo que están haciendo en este lugar y no juzgar “por la portada del libro”. Club Gordos está logrando romper la rigidez de lo clásico, demostrando que la innovación no siempre necesita mantel blanco, sino un propósito claro: reversionar lo cotidiano para crear algo global, y comunicarlo mejor para que el cliente lo entienda.

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