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Cambio climático y sus efectos en el turismo Opinión

Cambio climático y sus efectos en el turismo

Janine Valenzuela Lazo
Por : Janine Valenzuela Lazo Directora Escuela Hotelería y Turismo de la Universidad de las Américas UDLA.
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Según diversos estudios, los tipos de turismo que primeramente serán afectados por el cambio climático son aquellos orientados a los destinos de sol y playa, y a los invernales o de nieve.

Con relación al turismo en las zonas costeras, los principales problemas a enfrentar serán las inundaciones, erosión, y la pérdida o reducción de playas y ecosistemas.

En este contexto, en las últimas semanas fue noticia el deslizamiento de tierra que se produjo en Concón, afectando infraestructura tanto privada como pública, y alterando no solo el uso y destino natural del espacio geográfico, sino que además, las relaciones socioculturales del entorno, logrando modificar el desarrollo del turismo local. Esto es un ejemplo de los efectos en cadena que va produciendo el cambio climático.

También observamos como las regiones de O’Higgins, Maule y Ñuble, de alta demanda turística, sufrieron lluvias intensas y grandes inundaciones, dejando casas destruidas, plantaciones y cosechas perdidas, personas damnificadas y un sinfín de otras consecuencias negativas.

Estas mismas regiones venían de enfrentar en años anteriores el otro extremo del cambio climático, con períodos extensos de escasez hídrica. Dicho escenario pone en riesgo el ecosistema de estas regiones, provocando la pérdida de los atractivos turísticos naturales y como consecuencia, la disminución de turistas que las visiten.

El año 1992 la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático definió nueve criterios de vulnerabilidad para los países. Chile cumple con siete de ellos: áreas costeras a baja altura; zonas áridas y semi áridas, con cobertura forestal y expuestas al deterioro forestal; territorio susceptible a desastres naturales, áreas urbanas con problemas de contaminación atmosférica, ecosistemas montañosos y zonas propensas a la sequía y la desertificación.

Estas vulnerabilidades se seguirán profundizando en Chile debido a la falta de un modelo de desarrollo turístico no adaptado a los nuevos desafíos. En consecuencia, para hacer frente al cambio climático el turismo dependerá de las adaptaciones implementadas en otros sectores productivos, lo que plantea una difícil relación al no existir medidas especializadas, escazas a nivel mundial y hoy prácticamente inexistentes en nuestro país.

Entonces, para que esto cambie, es necesario que tanto el mundo privado como el público comiencen a considerar al turismo como un sector estratégico para Chile.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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