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Río de Janeiro urbano: mucho más que playas para disfrutar en la ciudad carioca Viajes

Río de Janeiro urbano: mucho más que playas para disfrutar en la ciudad carioca

Loreto Santibáñez
Por : Loreto Santibáñez Editora de Agenda País y Revista Jengibre. Periodista PUC con experiencia en prensa escrita, radio y TV, tanto en Chile como en el extranjero.
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Río de Janeiro tiene un montón de rincones y experiencias para disfrutar, que van desde un desayuno en exquisitas panaderías o gozar al ritmo del samba y la vida nocturna. Y por supuesto, comer, salir a bares, recorrer y contemplar algunos de sus hermosos paisajes. Y más, mucho más.


Río de Janeiro es sinónimo de entretención, playas, caipirinha y momentos inolvidables. Pero además, es la segunda ciudad más grande del Brasil y fue reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad por su Paisaje Cultural Urbano, por lo que hay mucho por hacer.

Sus paisajes son majestuosos, tanto por sus conocidos cerros como el Corcovado y el Pan de Azúcar, pero también por sus áreas verdes como la Floresta da Tijuca, el mayor bosque urbano del mundo.

Zona de mestizaje, con una historia marcada por la esclavitud, pero también por la alegría y ritmo de su gente, en su cultura y carácter destacan la música y los bailes como samba, bossa nova y funk.

Además, la ciudad cuenta con numerosos teatros, cines, bibliotecas y museos, como el Museo del Mañana o el Museo de Arte de Río.

Por eso, si quieres conocer nuevos lugares, acá te damos una sugerencia para disfrutar la ciudad carioca como nunca antes.

Desayuno o brunch

En el tradicional barrio de Tijuca, está Dianna Bakery, una acogedora panadería con una amplia variedad de preparaciones como tartaletas de nueces, de paçoca (a base de maní) y delicias como el croissant con avellana o el hojaldre de manzana (folhado de maçã).

Otra destacadísimo local es The Slow Bakery, ubicado en Botafogo. Basado en la filosofía Slow Food, esa corriente mundial que promueve la buena alimentación, su propuesta es ofrecer una experiencia “del campo a la mesa”.

Producen todo, desde yogur y helado hasta pasteles, mermeladas y un pan más natural, saludable y sostenible, y sin duda sabroso, aireado y de corteza crujiente.

Recorridos por las islas de la ciudad

Río de Janeiro está rodeada de muchas islas exteriores que son verdaderos paraísos. Pero también hay islas pequeñas que forman parte de la ciudad y que incluso son desconocidas para muchos de sus ciudadanos.

Las islas de Coroa, Primeira y Gigoia son las más urbanizadas de las diez que hay en Lagoa da Tijuca y son parte de la llamada “Venecia Carioca”. Y es que son verdaderos canales que se navegan por pequeñas embarcaciones -muchas casas tienen sus propios botes- y donde hay acogedores hostales y restaurantes rodeados de una belleza natural.

En Ilha Primeira está el restaurante Ocyá, ubicado en el lugar 96 de los 100 Mejores de Latinoamérica, y se especializa en pescados y mariscos. El lugar es pequeño pero acogedor y se puede disfrutar de una hermosa vista además de deliciosas preparaciones.

Bailando samba

Es innegable la relación entre Río de Janeiro y el samba, que se disfruta todo el año y no solo en época de carnaval.

En el corazón de la ciudad, en el barrio de Saúde, está la Pedra do Sal, centro histórico de manifestaciones culturales y religiosas de los afrodescendientes. Allí las agrupaciones de samba tuvieron un punto de partida y hoy es lugar de encuentro de samba y vida nocturna.

Su gran piedra con una escalera tallada queda al comienzo de Morro da Conceição y fue catalogado en 1984 como Patrimonio Histórico. Es parte de la llamada “Pequeña África” de la ciudad y allí se reúnen cientos de amantes del baile, principalmente los lunes tras el atardecer -salvo que llueva-, aunque también viernes del verano.

Otra alternativa es asistir a una escuela de samba, de esas que compiten en el sambódromo con carrozas, trajes, músicos y muchos bailarines. Al igual que una liga de futbol, la competencia entre las escuelas es con ascensos y descensos y cuenta con una  suerte de primera y segunda división.

Las 14 escuelas del grupo especial ensayan y se preparan todo el año, por lo que es posible asistir los fines de semana. Una de ellas es la Escuela de Samba Acadêmicos do Salgueiro, creada en el 1953, y que ha ganado nueve veces el carnaval.

Además de disfrutar de sus vibrantes bailes, también es un espectáculo ver la orquesta de percusión, que en este caso se llama Furiosa y que viste orgullosa sus colores rojo y blanco. La batería, ha sido reconocida con siete Estandartes de Oro y varios otros premios a lo largo de su historia.

Dónde comer

Río de Janeiro cuenta con muchísimo restaurantes, algunos premiados entre los mejores del mundo y con estrellas Michelin, hasta otros para pasar un buen rato con sabores locales como carnes, productos del mar, verduras y frutas tropicales y las influencia africana traída por las personas esclavizadas.

Si de carnes se trata, Giuseppe Grill cuenta con cortes tradicionales y únicos como Maminha y Picanha Supra Sumo, una marca de la casa que ha sido reconocida como la mejor de la ciudad.

Su parrilla de carbón -algo poco usual en el país- también incluye pescado, langostas y varios más, todo acompañado de una importante y muy variada carta de vinos.

Mientras que en la cima de Santa Teresa está Aprazivel, un restaurante con un de distintos pisos que se adaptan al cerro y cuenta con un hermoso jardín tropical y una amplia vista a la bahía de la ciudad.

Su menú que ofrece una variada oferta de sabores y productos típicos de Brasil, además de diversa coctelería con cachaça.

Un poco más elaborada es la propuesta de Tiara, del reconocido chef Rafa Gomes. Su gastronomía contemporánea resalta los sabores con una presentación hermosa y llena de detalles.

Y si de chef con experiencia se trata, la propuesta personal de Claude Troisgros en Mesa do Lado, en Leblon, es un viaje multisensorial en diversos tiempos que abarca su historia, su búsqueda de sabores y sus elaboradas y exquisitas preparaciones.

Bares y picadas

Comer y beber bien, en un ambiente relajado y diverso, es lo que busca Nosso y su propuesta contemporánea y creativa, ideal para disfrutar de una cena en pareja o un encuentro con amigos.

Una opción diferente es Labuta Bar, en Glória, un micro bar gourmet especializado en mariscos -pero también prepara carne- con solo unos pocos asientos en mesas hacia la calle. Su ambiente relajado es para sentarse beber una cerveza fría acompañada de interesantes opciones para compartir.

Un autodenominado bar de tapas en Copacabana es Adega Pérola, que cuenta con una amplia variedad de preparaciones del mar tipo Buffet. Es sencillo pero con platos sabrosos, ambiente bullicioso y precios muchos mas asequibles que otros lugares

Mientras que el Bar do Momo es un sencillo local en Tijuca al que no puedes dejar de ir al menos una vez pero que destaca por su Bolinho (pastel) de arroz, deliciosa feijoada y hamburguesas.

Y otro imperdible es el Bar Armazém São Thiago, un lugar con mucha historia, ambientado con objetos antiguos y detalles pintorescos, ubicado en el corazon de Santa Teresa. Es pequeño, pero con mucha vida y con una atención muy personalizada.

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