Francia en la mira: por qué los chilenos están redescubriendo el país más romántico del mundo

Sin duda, viajar a Europa es uno de los planes que miles de chilenos y chilenas concretan cada año. Este destino es elegido por una amplia variedad de razones culturales, económicas y personales, que van desde el deseo de explorar su historia común hasta las oportunidades de crecimiento profesional y educativo.

Si bien España e Italia son dos de los destinos europeos más visitados por los chilenos, Francia está reconquistando a cientos de compatriotas que buscan visitarlo cada año. Su cultura, historia, gastronomía y estética enamoran a cada uno de sus visitantes.

París, su capital, sigue siendo una parada obligada, pero cada vez más turistas nacionales se aventuran a recorrer otras regiones del país, explorando nuevas experiencias y adoptando un enfoque de viaje más pausado, profundo y gastronómico. En tiempos donde las experiencias valen más que los check-ins, Francia ofrece un equilibrio perfecto entre tradición y renovación.

Un paraíso de lujo, belleza natural e historia en la Riviera Francesa

La Costa Azul (en francés, Côte d’Azur) es una de las regiones más emblemáticas y glamurosas de Francia, conocida por sus paisajes deslumbrantes, playas de aguas cristalinas y una rica historia cultural.

Ubicada en la zona sur de Francia, esta región costera forma parte de la Provenza-Alpes-Costa Azul, una de las 18 regiones administrativas de Francia. Esta zona es especialmente famosa por su mezcla de belleza natural, lujo, historia y estilo de vida relajado, lo que la convierte en uno de los destinos más atractivos tanto para turistas internacionales como locales.

Esta región, conocida por sus vistas deslumbrantes al Mar Mediterráneo, se caracteriza por su costa dramática, salpicada de acantilados imponentes y bahías escondidas. Aunque algunas de sus playas son privadas y exclusivas, también ofrece espacios públicos donde disfrutar del sol y el mar. Sus aguas turquesas y el clima soleado casi todo el año hacen de esta región un auténtico paraíso para los aficionados al mar.

La Costa Azul no solo deslumbra con su belleza natural, sino también con destinos icónicos que atraen a miles de visitantes cada año. Niza, la ciudad más grande de la región, destaca por su famosa Promenade des Anglais, una avenida junto al mar que invita a pasear. Saint-Tropez, símbolo del lujo y el glamour, es conocida por sus yates deslumbrantes, boutiques exclusivas y playas frecuentadas por celebridades. Cannes, famosa por su prestigioso festival de cine, cautiva con sus lujosos hoteles y playas privadas, ofreciendo una experiencia única de elegancia y sofisticación.

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Un viaje a través de su rica cultura, arte icónico y atmósferas bohemias

Una de las razones detrás del atractivo persistente de Francia es su enorme riqueza cultural. Desde la majestuosa Torre Eiffel hasta el icónico Museo del Louvre, pasando por la bohemia de Montmartre y los cafés con sillas mirando hacia la calle, París resume buena parte de la identidad francesa y del imaginario que muchas personas han construido sobre Europa.

París, la ciudad de la luz, ofrece innumerables atracciones que deslumbran a sus visitantes. La Torre Eiffel, uno de los monumentos más icónicos del mundo, es una parada obligada. Puedes subir a sus plataformas para disfrutar de vistas panorámicas espectaculares de la ciudad o simplemente admirarla desde el Campo de Marte, donde su presencia majestuosa cautiva a todos.

No lejos de allí, el Museo del Louvre, el museo de arte más grande y famoso del mundo, es un paraíso para los amantes del arte. En sus salas, los visitantes pueden contemplar algunas de las obras más célebres de la historia, como la Mona Lisa y la Venus de Milo, mientras exploran una vasta colección que abarca desde la antigüedad hasta el siglo XIX.

Otro de los encantos de París es el barrio de Montmartre, conocido por su atmósfera bohemia y sus empedradas calles. En este pintoresco rincón de la ciudad se encuentra la Basílica del Sagrado Corazón, que ofrece una vista impresionante de París desde su colina. La cercana Place du Tertre, famosa por sus artistas, es el lugar perfecto para disfrutar de pinturas y retratos al aire libre. 

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