
Miradores de Chile: panoramas que revelan la grandeza del país de norte a sur
Desde el litoral del Maule hasta la Patagonia más remota, Chile ofrece miradores naturales y construidos que permiten contemplar volcanes, lagos, cascadas y estepas, regalando vistas únicas y experiencias inolvidables para amantes de la naturaleza y la fotografía.
Chile es un país de contrastes geográficos y paisajes que dejan sin aliento, y la mejor manera de apreciarlos es desde sus miradores. Desde el corazón del Maule hasta el extremo sur en Magallanes, existen puntos elevados —algunos naturales, otros construidos— que permiten contemplar la inmensidad, la fuerza y la indómita belleza de nuestro territorio.
Una de las mejores formas de disfrutar de esta diversidad es desde miradores, que ofrecen vistas panorámicas tanto de zonas urbanas como de entornos naturales. Estos puntos elevados pueden ser naturales, como cumbres de cerros y volcanes, o construidos, como torres, plataformas y puentes, diseñados para ofrecer la mejor perspectiva de los paisajes.
Viaducto de Pelluhue: un balcón secreto hacia la costa del Maule
En el litoral del Maule, a apenas 14 kilómetros de Curanipe, se encuentra una joya visual poco conocida: el viaducto de Pelluhue. Más que un puente de 134 metros de longitud y 32 metros de altura, este viaducto funciona como un auténtico balcón hacia la costa.
Desde su cima, los visitantes pueden admirar bosques nativos, aves que sobrevolan las quebradas y un horizonte que se tiñe de dorado al atardecer. Es un lugar ideal para quienes buscan silencio, contemplación y la armonía entre la obra humana y la majestuosidad de la naturaleza.

Créditos: Municipalidad de Pelluhue.
Salto del Itata: un espectáculo de agua y biodiversidad en Ñuble
A apenas 18 kilómetros de Yungay, el Salto del Itata deslumbra con su caída de agua imponente y su entorno natural intacto. Rodeado de vegetación frondosa y con acceso controlado, este mirador ofrece una perspectiva privilegiada de una de las cascadas más espectaculares de la región.
Es un destino ideal para escapadas cortas, fotógrafos y quienes buscan conectarse con la fuerza y la energía de la naturaleza en movimiento. Además de su belleza natural, el Salto del Itata está rodeado de una rica biodiversidad. La vegetación circundante incluye bosques nativos de especies como el roble, el coigüe y el ñirre, mientras que la fauna local alberga aves como el carpintero negro y el quique, mamíferos como el puma y el guanaco, y una variedad de insectos y reptiles.

Créditos: Chile es Tuyo.
Laguna del Laja: panoramas de altura entre lagos, volcanes y glaciares
Cuando se trata de miradores que impresionan por su inmensidad, el Parque Nacional Laguna del Laja se lleva todos los aplausos. Desde sus senderos, especialmente en invierno, se pueden contemplar vistas inolvidables del volcán Antucoy de la Sierra Velluda.
Ya sea desde el centro de ski o recorriendo rutas de trekking como el Sendero Las Chilcas, los visitantes se encuentran con postales que parecen sacadas de un lienzo: glaciares milenarios, lagos congelados y cumbres nevadas que dominan el horizonte, ofreciendo una experiencia única para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
El corazón del Parque Nacional Laguna del Laja lo constituye la laguna homónima, un impresionante espejo de agua de origen glaciar que cautiva por sus paisajes y ofrece actividades como pesca deportiva y kayak. Dominando el horizonte se alza el volcán Antuco, con 2.979 metros de altura, un ícono del parque y un desafío imperdible para escaladores y amantes de la montaña. Más allá, la imponente Sierra Velluda, la montaña más alta de la zona con 3.585 metros, despliega glaciares que conforman un paisaje majestuoso y único en Chile, símbolo de la fuerza y belleza de la región.

Créditos: Chile es Tuyo.
Saltos del río Ibáñez: fuerza y historia en la Patagonia chilena
En el corazón de la Patagonia, a apenas 6 kilómetros de Puerto Ibáñez, se alzan los Saltos del río Ibáñez, uno de los miradores más sobrecogedores del sur de Chile. Su origen se remonta a la erupción del volcán Hudson, lo que convierte a este lugar no solo en un espectáculo natural, sino también en un testimonio vivo de la historia geológica de la región.
Desde los miradores habilitados, los visitantes pueden contemplar la fuerza del agua al precipitarse con estruendo sobre las rocas, enmarcada por un paisaje patagónico donde las montañas, la neblina y la vegetación nativa refuerzan la sensación de estar frente a una naturaleza indómita y majestuosa.

Créditos: Chile es Tuyo.
Cerro Dorotea: vistas únicas de Chile y Argentina
A 800 metros de altitud, el Cerro Dorotea ofrece una perspectiva única sobre Puerto Natales, el fiordo Última Esperanza y la extensa estepa del lado argentino, permitiendo contemplar dos países a la vez. El acceso se realiza a través de una estancia local, y cuando el clima acompaña, las panorámicas resultan absolutamente épicas. Este singular mirador se distingue por brindar una experiencia exclusiva para quienes buscan vistas excepcionales y fuera de lo común en la Patagonia chilena.

Créditos: Cedida.