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Machalí: entre la fe, la tradición campesina, minera y los sabores del campo Viajes

Machalí: entre la fe, la tradición campesina, minera y los sabores del campo

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Machalí, en la Región de O’Higgins, invita a recorrer su identidad campesina entre cerros y tradiciones. El Cristo de la Hacienda y su pueblito gastronómico se han transformado en polos de encuentro para la fe, el turismo y la buena mesa, consolidando a la comuna como un destino.


Ubicada a solo minutos de Rancagua, en la Región de O’Higgins, la comuna de Machalí ofrece mucho más que un entorno residencial en expansión. Con una identidad que fusiona lo rural y lo moderno, este territorio ha sabido preservar su alma campesina mientras desarrolla un circuito turístico donde la fe, la gastronomía, el vino y la naturaleza se entrelazan para cautivar a visitantes de todo el país.

El alma de Machalí se encuentra también en su gente. Su herencia campesina sigue presente en fiestas costumbristas, ferias de productos del campo, oficios tradicionales y una fuerte identidad territorial ligada a la tierra. Las rutas rurales hacia Coya, el Cajón de Machalí o la precordillera permiten experimentar esa conexión directa con el campo: cabalgatas, productos frescos, relatos orales y una relación respetuosa con el entorno.

El Cerro San Juan es el epicentro de las fondas y ramadas oficiales en Fiestas Patrias, con juegos típicos, cocinerías, presentaciones musicales, parque de diversiones, etc.

Créditos: Machalí conectado

La Reserva Nacional Río de Los Cipreses, a menos de una hora, ofrece senderos, avistamiento de aves y paisajes montañosos que revelan la biodiversidad del bosque esclerófilo. También el Centro de Ski Chapa Verde, en temporada de invierno, atrae a familias y amantes de la nieve.

Un santuario al borde del camino y una leyenda que persiste

Uno de las creencias más interesantes de Machalí es el Cristo de la Hacienda, una imagen que se ha convertido en centro de peregrinación y devoción popular. Ubicado en el Camino La Hacienda, este Cristo ha sido visitado por generaciones de vecinos que llegan para agradecer milagros, pedir favores o simplemente dejar una ofrenda.

El santuario ha sido escenario de manifestaciones de fe que se mantienen vivas hasta hoy, incluso después del incendio que afectó su estructura en 2025 y que movilizó a la comunidad para su pronta restauración.

Por ahí también se encuentra el Pueblito Gastronómico, un conjunto de restaurantes que celebran la diversidad de sabores y el ambiente de campo. Aquí convergen opciones que van desde el sushi hasta la pizza, pero el emblema del lugar es, sin duda, La Hacienda de Machalí, un espacio que rescata la cocina chilena con identidad y carácter.

Ubicado en Camino La Hacienda Nº50, este restaurante ha conquistado paladares con su propuesta de cocina chilena de autor pone el acento en las carnes a la parrilla y platos tradicionales reinventados, con opciones como Pulmay estilo La Hacienda, costillar picante con puré o carpaccio de lengua, además de postres clásicos como la Leche nevada. La carta se complementa con cócteles de autor y una cuidada cava de vinos.

Con amplios espacios al aire libre, una decoración que honra las raíces campesinas y una atención cercana en una casona colonial restaurada, ofrece amplios salones, terrazas, bar, zona de eventos y espacios familiares, consolidándose como uno de los destinos culinarios más destacados de la zona, por lo que se ha convertido en una parada obligada para quienes visitan el Cristo o simplemente buscan una escapada sabrosa desde Rancagua o Santiago.

Sewell: Patrimonio de la Humanidad en las alturas de Machalí

A más de 2.000 metros de altura, en plena cordillera de los Andes, se encuentra Sewell, el famoso “pueblo de las escaleras” y uno de los mayores orgullos patrimoniales de Machalí. Este campamento minero fue fundado en 1905 por la Braden Copper Company para albergar a los trabajadores de la mina El Teniente, la mayor mina de cobre subterránea del mundo.

Créditos: Sernatur

En 2006, Sewell fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, reconocimiento que resalta su valor histórico, arquitectónico y social. Sus coloridas casas de madera, calles empinadas y escaleras interminables ofrecen un viaje al pasado, mostrando cómo vivían las familias mineras en un lugar aislado y extremo.

Hoy, Sewell es un destino turístico imperdible, abierto a visitas guiadas que permiten recorrer su museo, el antiguo teatro, la iglesia y los barrios mineros, junto con exposiciones que relatan la vida en la cordillera y la importancia del cobre en la historia de Chile. Además, la experiencia se complementa con vistas impresionantes de la cordillera y la majestuosidad del paisaje andino.

Viñas de carácter en los faldeos del cordón andino

Créditos: Chile es Tuyo

El turismo en Machalí también ha encontrado una nueva expresión en sus viñas emergentes, que destacan por rescatar cepas patrimoniales y ofrecer experiencias enoturísticas auténticas. Entre cerros, quebradas y caminos rurales, se desarrollan propuestas que reflejan el carácter del secano interior y el potencial de los vinos de clima frío cordillerano.

Una de las más reconocidas es la Viña Los Nogales, ubicada en el sector de Santa Teresa, donde se cultivan cepas como Syrah, Malbec y Sauvignon Blanc. Ofrece catas guiadas, recorridos por la bodega, almuerzos campestres y la posibilidad de conocer prácticas agrícolas sostenibles.

Otra alternativa es la Viña Altavista, pequeña producción familiar que busca poner en valor los métodos tradicionales y las laderas con exposición solar privilegiada. Desde allí, se accede a vistas imponentes del valle, ideales para quienes buscan combinar enoturismo con naturaleza.

Estas viñas se suman a una tendencia regional que conecta gastronomía, paisaje y vino, convirtiendo a Machalí en parte de la nueva ruta del vino del sur de O’Higgins, con un perfil más íntimo y experiencial.

Porque Machalí tiene un encanto que radica en sus historias, paisajes, en los rezos dejados bajo el Cristo, en los platos generosos. Un destino donde el visitante se encuentra con el Chile moderno, pero también tradicional de campo.

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