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Desierto Florido: el milagro natural que deslumbra al mundo Opinión Créditos: Cedida.

Desierto Florido: el milagro natural que deslumbra al mundo

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Janine Valenzuela Lazo
Por : Janine Valenzuela Lazo Directora Escuela Hotelería y Turismo de la Universidad de las Américas UDLA.
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Desde la Región de Coquimbo hasta la de Atacama, el norte de Chile se prepara para recibir este 2025 una de las floraciones más espectaculares de las últimas décadas. Con más de 220 especies nativas y endémicas desplegando un tapiz de colores entre septiembre y noviembre, la floración ya es visible en sectores como el Parque Nacional Llanos de Challe, la Caleta Chañaral de Aceituno, Totoral y comunas como Huasco, Freirina y Vallenar.

Este fenómeno, conocido mundialmente, convierte la aridez de estos escenarios en un espectáculo lleno de vida, en donde destacan especies como la pata de guanaco, la garra de león (esta última en peligro de extinción), las añañucas y las malvillas, que tiñen el desierto con tonos lilas, rojos, amarillos y fucsias. Estas flores no solo ofrecen una experiencia visual única, sino que sostienen un delicado ecosistema de insectos, aves y pequeños mamíferos, consolidando al desierto como un verdadero santuario natural.

La singularidad de este evento natural ha posicionado al Desierto Florido chileno entre los atractivos naturales más reconocidos del mundo, además de consolidarse como un destino turístico de gran convocatoria, despierta un interés científico y cultural, capaz de atraer a miles de visitantes nacionales e internacionales.

Sin embargo, junto con el atractivo turístico, surge la necesidad de proteger un ecosistema extremadamente frágil. Las medidas de cuidado más importantes de considerar son: transitar únicamente por senderos habilitados, no ingresar con mascotas, evitar cortar flores o recolectar semillas, no botar basura, apoyar la economía local y asegurar prácticas responsables. Estos lineamientos buscan resguardar el delicado banco de semillas que permanece latente bajo la arena, permitiendo que este milagro natural se repita en el futuro.

El Desierto Florido no es solo una postal momentánea, es un recordatorio de la resiliencia de la naturaleza y una oportunidad de practicar un turismo consciente que preserve este patrimonio para las generaciones futuras.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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