
Querellas cruzadas: la teleserie judicial que complica al candidato de la derecha a la Corte Suprema
Álvaro Vidal, candidato a la Corte Suprema, denunció ser víctima de extorsión y violencia psicológica por parte de su expareja, quien a su vez lo acusó de lesiones graves, celos, agresiones físicas y psicológicas. El caso pone en entredicho la nominación del académico al máximo tribunal del país.
Lo que parecía ser una selección con pinzas, evitando levantar polvo tras la primera elección de integrantes de la Corte Suprema luego del caso Hermosilla, terminó siendo todo lo contrario a lo presupuestado. Esto, debido a que uno de los candidatos presentados por el Ejecutivo al Senado para suceder a Ángela Vivanco, el académico y abogado integrante de la Corte Suprema Álvaro Vidal Olivares, está actualmente querellado, en una acción presentada por su expareja la semana pasada, quien lo acusa de maltrato habitual y de haberle causado lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar.
Dicha acción judicial fue seguida por una querella semejante interpuesta por Vidal, quien asevera que él –a su vez– fue víctima de extorsión y violencia sicológica por parte de su expareja.
Los hechos relatados por la expareja de Álvaro Vidal, presentes en una querella interpuesta ante el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, se remiten básicamente a los mismos hechos que él cuenta, pero con interpretaciones absolutamente disímiles. Ambos relatos coinciden, sin embargo, en que lo ocurrido el 1 de julio del año pasado marcó un antes y un después en la relación.
Según la versión de la denunciante, la también abogada, de iniciales CAEE, cuando ambos se retiraban de un cumpleaños al que habían sido invitados, en Las Condes, comenzó una discusión al interior del vehículo del candidato a la Corte Suprema. Ella asegura que Vidal le habría exigido volver al departamento de su amigo, buscando “resolver el motivo de la discusión”.
Ante la negativa de la mujer, Vidal se habría enfurecido, agarrándola fuertemente de su brazo y tironeándola con tanta fuerza para sacarla, que esta –siempre según la querella– cayó al pavimento, siendo arrastrada “por el piso del estacionamiento”. El académico, según el relato de la víctima, se detuvo solo cuando salieron vecinos de sus balcones gritando: “¡Suéltala, weón, suéltala!”.
El libelo, patrocinado por la abogada Lorena Barudi, indica que tras la denuncia realizada a Seguridad Ciudadana por vecinos del sector, ambos se trasladaron al departamento de Vidal en Providencia, donde ella respondió telefónicamente a la llamada del anfitrión que los había recibido antes en su casa en Las Condes, a la cual llegaron los funcionarios de Seguridad Ciudadana. Ante la consulta de este en orden a cómo se encontraba, ella respondió que “bien”, pese a sentirse “aterrada”.
La discusión se reanudó tras ello, por lo cual la víctima intentó llamar a Carabineros, momento en que Vidal habría tratado de quitarle el celular, provocándole una contusión en su brazo derecho, que le generó un dolor tan intenso que decidió trasladarla a la urgencia de la Clínica Santa María, donde le detectaron una fractura de cúbito, enyesándole una de sus extremidades. Además, la querella indica que, producto de la caída en Las Condes, sufrió otras lesiones en su hombro y muñeca derecha.
La ahora expareja de Vidal asegura en la querella que regresó a Viña del Mar, continuando con sus controles médicos y sin revelar que el causante de sus lesiones era el conocido académico de derecho civil de la Universidad Católica de Valparaíso, donde ella también había estudiado. De hecho, lo conoció cuando este fue su profesor, aunque la relación se inició recién en 2019.
Entre julio y agosto de 2024, la mujer señala que ella se hizo cargo de los gastos, pero que debido a que no podía escribir con su mano derecha y padecía dolores invalidantes, Vidal se hizo cargo de los costos de su recuperación a contar de octubre. “Esta ayuda tal vez la hacía como una forma de reparar lo ocurrido, y/o asegurarse su impunidad”, dice la querella.
El documento judicial asegura que el pago de los gastos asociados a la recuperación constituyen, en el fondo, un “reconocimiento tácito y expreso de su autoría y responsabilidad en las lesiones ocasionadas a la víctima” que, sumado a los correos electrónicos recibidos en tono amenazante por parte de Vidal, generaron un estado de descompensación, crisis emocional e inseguridad.
La mujer acusa a Vidal de manipulación emocional con el objeto de “lograr su silenciamiento y así evitar una denuncia de ella”, exponiendo extractos de correos electrónicos en la querella. “Sabes que perderé todo para siempre?”, “pídeme lo que quieras”, “estaba ebrio”, “no lo hagas por favor”, “no sé qué hacer”, “sé que la cagué”, “no tengo como arreglármelas”, “si me denuncias, ese solo hecho provocará mi prisión preventiva”, son parte de algunas frases contenidas en el documento judicial.
La querella, presentada el 25 de julio pasado (tres días después de que Vidal fuera propuesto para la Suprema), fue admitida a trámite por parte del Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, el cual fijó una audiencia para el próximo 12 de agosto, a fin de discutir en ella las medidas cautelares solicitadas por Barudi a favor de CAEE, que consisten básicamente en que este no pueda acercarse a ella a menos de 200 metros y que se le prohíba comunicarse con ella por cualquier medio tecnológico.
Celos y violencia
Según la querella, Vidal la contactó en septiembre de 2019, usando como excusa una publicación reciente de ella en un viaje con su hija a Disney. Al poco tiempo, agrega, comenzaron una relación sentimental, compartiendo con los hijos de ambos en sus respectivos departamentos. “Su dinámica era como una familia: tú, yo, los tuyos y los míos”, explica el documento.
Sin embargo, en este asegura que tras varios viajes en conjunto, atenciones y preocupación mutua, Vidal habría comenzado con ataques de celos y agresividad verbal, situación que habría derivado en hostigamiento y revisión de sus redes sociales. “No le gustaba la forma en que se vestía o se arreglaba porque pensaba que le gustaban hombres menores de edad”, apunta el libelo.
“Estaba obsesivamente pendiente de cuando la víctima estaba en línea en WhatsApp escribiéndole: ‘¿Qué tal? Chateando con tus pretendientes’. Y luego le recriminaba no haberse conectado a WhatsApp por varias horas. ‘Qué raro. Primera vez que no hay mensaje alguno tuyo. Y estás en línea siempre. Pasas a ser un misterio Carito’”, le escribía Vidal.
En la querella se relatan varios episodios de celos que luego eran extensamente explicados por Vidal en mensajes de WhatsApp, como un eventual coqueteo de ella en una tienda comercial e invitaciones al extranjero en fechas en que ella tenía paseo con su grupo de stand up paddle. “Se ponía celoso de las personas que iban a practicar el deporte con ella, por lo que insistía en acompañarla”, explica el documento.
En una ocasión, recuerda ella, la “zamarreó fuertemente” antes de bajarse de su automóvil en Caleta Abarca, previo a practicar natación con sus compañeros. Este hecho habría sido el primer episodio de violencia física en su contra.
Ella “trató de hacer como si nada hubiese pasado, para que nada se notara porque el grupo con quienes iban a nadar los estaban esperando”, agrega la querella, que también dice que “se molestaba si iba a nadar usando un bikini debajo del traje de neopreno, ya que le decía que todos la miraban. La víctima ya no podía ni siquiera compartir una bebida o actividad una vez fuera del mar con sus amigos, debía realizar su deporte y partir a su casa rápido para que no se enojara”.
Un segundo episodio de violencia –según recuerda la querellante–, se produjo al interior de su departamento en Viña del Mar, cuando asegura que Vidal la tomó del cuello y comenzó a apretárselo, pidiéndole posteriormente disculpas y justificando su actuar por una ingesta excesiva de alcohol.
En otra ocasión, tras una discusión, ella decidió huir del departamento de Vidal en dirección a las escaleras, siendo retenida del cuello y del pelo por el abogado, “tironeándola y empujándola fuertemente de vuelta al departamento”.
La cuarta y última agresión fue la ocurrida el 1 de julio de 2024, la que finalmente marcó el declive y distanciamiento de la pareja. Luego de más de un año de los hechos, la abogada asegura que recién tras un proceso terapéutico ha logrado visualizarse como víctima de maltrato físico y sicológico en contexto de violencia de género, acusando a su expareja de sentirse “impune y poderoso” por ser una abogado reconocido a nivel académico y judicial.
La otra cara de la moneda
Vidal, en tanto, se querelló en contra de CAEE dos días después (el 27 de julio), pero interpuso la acción penal ante el Juzgado de Garantía de Viña del Mar, que también la admitió a trámite. Según relata el aún candidato a la Suprema, él fue objeto de una serie de amenazas en su contra por parte de su expareja, quien lo habría acusado de mantener una supuesta relación homosexual con un amigo cercano, lo que sería –según él– el origen del episodio del 1 de julio del año pasado.
“Estos celos –absolutamente injustificados e irreales– estallaron en forma sorpresiva el día del cumpleaños”, detalla el escrito, patrocinado por los abogados Felipe de la Fuente y Lizandro Godoy.
Las sospechas de la mujer –según la querella– se habrían intensificado durante las semanas previas, alegando que la relación de amistad que Vidal mantenía con un colega –otro académico de una universidad santiaguina– “le generaba celos y molestia, al punto que había comenzado a acusarlo de tener con él una relación homosexual”.
La incómoda situación habría terminado con la pareja retirándose de la celebración, de acuerdo con el documento, donde se relata que al ser emplazado por su amistad con el otro abogado, Vidal le propuso regresar al departamento para que ella hablara con el tercero. Según esta versión, “ella se indignó ante esta propuesta y le dijo que se iría caminando sola a la casa de sus padres, de paso en Santiago. Él se bajó del auto, dio la vuelta y fue hacia su puerta en el mismo momento en que ella, al intentar salir, cae sobre la acera a causa de su atolondramiento y del estado de ebriedad en que se encontraba”.
Tras ello, dice la acción penal, ella “siguió increpando a nuestro mandante a viva voz, gritándole toda clase de insultos homofóbicos, mientras él intentaba ponerla de pie, tomándola de un brazo para alzarla, sin que ella colaborara”, detallan los representantes de Vidal.
Posteriormente, al ser consultada por el incidente, cuando llegaron los funcionarios de Seguridad Ciudadana al departamento en que se seguía celebrando el cumpleaños (desde donde el dueño de casa la llamó), ella “respondió que estaba bien y que no había pasado nada de eso”.
A partir de entonces, señala el escrito judicial, Vidal decidió poner término a la relación, situación que no habría sido aceptada por la mujer, quien comenzó desde entonces a realizar amenazas en su contra buscando “afectarle en su trabajo y prestigio”. Las exigencias de ella, asegura, llegaron al punto de exigirle el pago de $250 millones, un trabajo con un sueldo de 3 millones y la prohibición de eliminar fotos de la web, donde aparecían como pareja.
El Mostrador se comunicó con Álvaro Vidal para tener su versión respecto de la querella presentada en su contra, pero derivó el tema al abogado Jaime Canitrot, quien declinó referirse por el momento a los hechos relatados en el documento judicial.
Cabe indicar que, además de Vidal, propuesto por el Ejecutivo para llenar el cupo de derecha que quedó vacante tras la destitución de Ángela Vivanco, La Moneda propuso el 22 de julio pasado también al ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago Omar Astudillo, quien –de ser aprobado por el Senado– reemplazará al ministro Jorge Dahm, en un cupo vinculado a la sensibilidad de izquierda.
N. de la R: En atención a las características de la Ley 20.066, sobre Violencia Intrafamiliar, este medio se reserva el nombre de la víctima.