Orgullo, códigos y ciencia
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Ya no hay duda alguna. Las computadoras superaron el test de Turing, algo que jamás soñé que iba presenciar durante mis años sobre el planeta.
El test –que concibió el matemático británico Alan Turing en 1949– consiste en hacer dialogar, a través de mensajes de texto, a humanos y computadoras, de modo que al final del experimento se pregunta a los participantes cuáles de sus interlocutores eran personas y cuáles algoritmos.
- Turing sostenía que, cuando una máquina lograse engañar a las personas luego de cinco minutos de conversación, la frontera entre pensamiento humano y cálculo automático perdería utilidad práctica.
Ya desde 2023 que este test parecía haber sido pasado por varios de los grandes modelos de lenguaje, pero el 15 de marzo de 2025 un experimento, llevado a cabo por dos investigadores de la Universidad de San Diego, parece haber disipado toda duda: GPT-4.5 pasó el test de Turing. El 73% de los interrogadores humanos aseguró que aquel interlocutor de texto era otra persona y no un programa.
- Este es sin duda uno de los momentos más impresionantes de la historia de la tecnología. Las máquinas ya no solo calculan, ahora nos engañan en cuanto a imitar todas las características de nuestra comunicación: empatía, interés, humor. Pero ¿nos engañan? ¿O tal vez eso que creíamos una capacidad humana casi mística no es más que lo que hacen los algoritmos?
Todo empezó con una idea todavía más asombrosa en su sencillez: la máquina universal que Turing describió en 1936, un dispositivo teórico que puede ejecutar cualquier algoritmo, esto es, cualquier lista de pasos mecánicos.
Una aplicación particularmente interesante de los algoritmos es la criptografía, disciplina en la que el mismo Alan Turing hizo contribuciones cruciales, y a la que le dedicamos buena parte de esta edición de Universo Paralelo. La encriptación es una serie de reglas que permite transformar un mensaje en otro imposible de comprender, pero cuyo procedimiento inverso, para deshacer la operación y recuperar el mensaje, es infinitamente complejo, a menos que se esté en conocimiento de cierta clave secreta.
Cada vez que hacemos una transacción bancaria, caudales de información son encriptados y desencriptados en fracciones de segundo. Estas dependen de un problema muy difícil de resolver en tiempos razonables: la factorización de grandes números primos. Por ejemplo, es fácil notar que 21 es la multiplicación de dos primos, 7×3. Pero si nos dan un número de 300 dígitos, incluso un gran supercomputador tardaría más que la edad del universo en encontrar sus factores primos.
- El número de 300 dígitos permite encriptar los mensajes, pero sus factores primos constituyen la llave que hace posible descifrarlos. Así, un banco puede publicar el número grande y permitir que todos sus clientes encripten la información antes de enviársela. Solo ellos, que conocen la clave, podrán descifrarlos.
Pero los límites de la computación están allí para ser quebrados. En 1994, Peter Shor mostró que un algoritmo cuántico –es decir, uno que funciona en un computador cuántico, cuyos fundamentos difieren totalmente de los de Turing– podría factorizar enteramente enormes números en muy poco tiempo.
La carrera por construir ordenadores cuánticos prácticos es frenética: de lograrse, nuestros candados digitales –y quizá nuestras certezas sobre lo que distingue al ser humano de la máquina– tendrán que reinventarse.
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EL ALGORITMO DEL DESPRECIO

Crédito: Imagen generada por IA.

La vida de Alan Turing parece un cruce entre un cuento oscuro de los hermanos Grimm y una tragedia shakespeariana. Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, decidió que una invasión por parte de Alemania era muy probable y cogió todos sus ahorros, los cambió por dos enormes lingotes de plata y se fue al campo, donde los enterró en dos lugares diferentes.
- Ni su detector de metales ni su críptico mapa del tesoro le permitieron recuperarlos al final de la guerra. En 1954, a los 41 años, puso fin a su vida mordiendo una manzana envenenada por él mismo, un acto que algunos vinculan a su cuento favorito, Blancanieves, y que se especula inspiró el icónico logo de Apple.
En 2009, tras 55 años de silencio, el entonces primer ministro británico Gordon Brown ofreció una disculpa oficial: “La deuda de gratitud que te debemos hace aún más horrendo el trato inhumano que recibiste… Lo sentimos, merecías mucho más”. Estas palabras aluden a la condena de Turing a castración química por su homosexualidad, un castigo injusto e indigno per se, pero más incluso para un héroe de la Segunda Guerra Mundial.
Se estima que su trabajo acortó el conflicto entre dos y cuatro años. A diferencia de un superhéroe de cómic, su arma fue su intelecto, descifrando códigos, especialmente los de la máquina Enigma nazi.
- Turing es considerado el padre de la informática moderna. En 1936 propuso la Máquina de Turing, un modelo teórico capaz de simular cualquier algoritmo, por complejo que sea. En esencia, es una cinta infinita dividida en celdas (memoria), con una cabeza que lee y escribe símbolos según reglas predefinidas. Esta idea revolucionaria permitió abordar los límites de la computación, resolviendo el problema de decisión planteado por Hilbert en 1921 y complementando los hallazgos de Gödel de 1931.
Turing definió el concepto de algoritmo y demostró el “problema de la parada” (halting problem), que establece que es imposible predecir si un programa se detendrá o ejecutará indefinidamente. Su artículo de 1936 es ampliamente reconocido como el más influyente en la historia de las matemáticas.
- Sorprendentemente, Turing también sentó las bases de la inteligencia artificial (IA). En 1950 creó el test de Turing, una herramienta para evaluar si una máquina puede exhibir un comportamiento indistinguible del humano, consolidándolo como pionero en este campo.
En 1951, Turing exploró la biología matemática, logrando avances significativos en la morfogénesis, el proceso por el cual un organismo desarrolla su forma a través de cambios celulares. Sus contribuciones en esta área, como en tantas otras, fueron brillantes.
- La tragedia de Turing no radica solo en su muerte, sino en lo que el mundo perdió.La intolerancia de su tiempo lo llevó a un final prematuro, privándonos de imaginar qué otras disciplinas habría revolucionado.
Su legado, sin embargo, perdura: un testimonio de genio, resiliencia y una deuda de gratitud que nunca podremos saldar por completo.
CÓMO GUARDAR UN SECRETO EN LA ERA DE LA COMPUTACIÓN

Crédito: Cottonbro Studio.

La disciplina encargada de guardar secretos en las comunicaciones es la criptografía y las técnicas utilizadas se conocen como cifrado y descifrado –también como “encriptación” (a partir del inglés encryption), pero en español eso suena más a tumba–.
- Alan Turing y la computación en general fueron fundamentales en la automatización de las técnicas de descifrado. Tú mismo gozas de estos cifrados computacionales que te dan privacidad: en tu WhatsAppo tu computador si tienes activado el “modulo TPM”.
Sin embargo, aún se utilizan técnicas de la vieja escuela, modernizadas con la ayuda de la computación. Una de estas técnicas es la esteganografía lingüística. No confundir con la estenografía, que es el arte de transcribir el discurso hablado a alta velocidad, usando símbolos.
- La esteganografía es el arte de ocultar un mensaje –importante, significativo– dentro de otro mensaje más inocuo.Su potencial es que ni sepamos que hay un mensaje oculto en primer lugar. Veamos un ejemplo.
Supongamos que queremos transmitir el siguiente mensaje: “grillo” (decide tú qué representa este simpático animalito).
“Grillo”, en código binario, se escribe realmente así: 01100111 01110010 01101001 01101100 01101100 01101111. Pero esto es un juego, así que vamos a jugar a que se escribe mucho más simple: 10110.
- Formularemos una regla:
Bit | Regla lingüística |
0 | Palabra base |
1 | Sinónimo |
Esto significa que siempre que haya una palabra base, debemos colocar un 0 y siempre que haya un sinónimo, debemos poner un 1. Para descifrar el código, entonces, solo necesitamos una lista de palabras base y sinónimos lo suficientemente amplia.
Palabra base | Sinónimo | Código |
empezar | comenzar | 1 |
hablar | conversar | 0 |
decir | mencionar | 1 |
feliz | contento | 1 |
ayudar | asistir | 0 |
¿Ya te sientes en casa como James Bond? Si usamos la regla que creamos más arriba, nuestro mensaje queda así: “Ella comenzó a hablar en público, y mencionó lo contenta que estaba por poder ayudar a los demás”.
Tu compañero espía, obviamente, tiene que conocer la lista de reglas y palabras, y buscará las palabras clave y se preguntará: “¿Usó una palabra base o un sinónimo? Sinónimo (1), base (0), sinónimo (1), sinónimo (1) y base (0)= 10110, el mensaje queda decodificado”.
- Como plantea Claude Dufour, autor que habla sobre la Teoría de la Información, lo interesante de estas técnicas de esteganografía lingüística es que son resistentes a los análisis estadísticos. Para el descifrado de las mismas se suele analizar cómo la presencia de un símbolo o fonema influye estadísticamente en la presencia de un otro, un campo de sumo interés en la lingüística moderna. Pero de esos delirios tendré que hablarte en una próxima edición.
De momento, ¡usa esta información con responsabilidad! Para pasarlo bien con tus amigos y pelar al jefe con mensajes cifrados. Pero evita transmitir información sensible, mira que no me hago cargo si alguien inventa una máquina Enigma para averiguar tus chismes.
NOTICIAS: LA SEMANA EN CIENCIA

Crédito: NSF–DOE Vera C. Rubin Observatory.
Nebulosa Trífida (arriba) y Nebulosa de la Laguna (abajo), captadas por el Vera C. Rubin Observatory durante su primera observación oficial. Imagen compuesta por 678 exposiciones en siete horas.

Mientras tú sobrevivías a la semana, el universo seguía haciendo lo suyo: telescopios revelando galaxias, quirófanos viendo lo invisible y cerebros artificiales aprendiendo a pensar. Por si te lo perdiste, aquí va lo mejor que nos dejó la ciencia estos últimos días:
- Llegan las primeras imágenes desde Chile gracias a la cámara más grande del mundo
Qué pasó: fueron publicadas las primeras tomas captadas por el telescopio Vera C. Rubin Observatory, que posee la cámara digital más grande del mundo y está instalado en cerro Pachón.
Fecha de publicación: 23 de junio de 2025 en rubinobservatory.org.
Cómo lo lograron: durante la fase de pruebas capturaron datos de galaxias, nebulosas y más de 2.100 asteroides, incluidos siete cercanos a la Tierra, con un sensor de 3.2 gigapíxeles que escanea el cielo completo en solo unos días.
Por qué es importante: marca el inicio de un estudio de una década (LSST) que generará un “video cósmico” del universo, detectando cambios dinámicos, mapeando materia oscura y mejorando la vigilancia de asteroides.
Dato freak: en solo 10 horas detectó más asteroides que cualquier otro observatorio óptico en un año. Un nuevo estándar para vigilar el cielo.
- Drácula ya no verá rojo: la sangre se vuelve “translúcida”
Qué pasó: Ocutrx Technologies presentó un microscopio quirúrgico capaz de volver la sangre translúcida en tiempo real, para mejorar la visibilidad durante operaciones.
Fecha de publicación: 24 de junio de 2025 por Ocutrx Technologies Inc., vía PR Newswire.
Cómo lo descubrieron: desarrollaron un dispositivo óptico con filtros y calibraciones que hacen transparente la sangre sin extraerla, evitando succión constante.
Por qué es importante: podría reducir riesgos en cirugías complejas, agilizar procedimientos y disminuir pérdidas de tejido. Es un avance real hacia visiones internas mejoradas.
Dato freak: es la primera tecnología capaz de alterar ópticamente la sangre “en vivo” sin tintes ni contrastes.
- La IA empieza a pensar como científica
Qué pasó: la inteligencia artificial dio un paso clave en investigación química. Grandes modelos de lenguaje (LLM, por sus siglas en inglés) diseñaron experimentos químicos, optimizaron protocolos y analizaron resultados en un entorno real.
Fecha de publicación: 22 de junio de 2025 en Nature Computational Science.
Cómo lo descubrieron: integraron un LLM en un laboratorio automatizado y evaluaron su desempeño comparado con químicos humanos. Los resultados fueron sorprendentes.
Por qué es importante: sienta las bases de la “IA como asistente científico”, con potencial para acelerar descubrimientos y reducir errores.
Dato freak: el modelo propuso reacciones químicas, identificando rutas sintéticas inéditas, hasta un 30% más eficientes que las usadas por humanos. La inteligencia artificial no solo ejecuta: también diseña, decide y aprende.
LA IMAGEN DE LA SEMANA

Crédito: Wikimedia Commons.
No se trata de una máquina de escribir, sino de uno de los dispositivos de encriptación de mensajes más poderosos de la Segunda Guerra Mundial: la máquina Enigma.
Vemos en la imagen el teclado, arriba las lámparas de respuesta, clavijero con diez pares de cables y tres rotores que giran como un cuentakilómetros cada vez que el operador pulsa una letra. Para encriptar un mensaje, los operadores presionaban letra por letra en el teclado. La lámpara que se encendía indicaba la letra que la reemplazaría en el mensaje encriptado.
Reemplazar cada letra por otra en un mensaje completo es una forma de encriptación extremadamente fácil de descifrar. Por lo tanto, para dificultarlo, estos rotores “cuentakilómetros” cambiaban el código secreto luego de cada pulsación. Una misma “U” resultaba en una “Q” en cierto lugar del mensaje, pero en “Z” en otro.
- Para descifrar los códigos, el receptor tenía otra máquina idéntica que le permitía deshacer la operación de encriptación.
Además, cada mañana los radioperadores de la Marina de Guerra alemana cambiaban los tres rotores, su posición inicial y los cables del panel: había 10 mil billones de posibilidades distintas de encriptación. Sin la hoja de claves –quemada al anochecer–, el descifrado parecía estadísticamente imposible.
- En Varsovia, en 1932, el matemático Marian Rejewski, junto con Jerzy Różycki y Henryk Zygalski,idearon la primera “bomba” mecánica capaz de probar con miles de combinaciones por hora. Cuando Polonia estaba a punto de caer en julio de 1939, entregaron métodos y planos a británicos y franceses.
Fue así como, en los legendarios cuarteles de Bletchley Park, Alan Turing y Gordon Welchman ampliaron la idea: su Bombe alineaba 36 Enigmas virtuales y descartaba configuraciones a toda velocidad usando palabras frecuentes en los mensajes alemanes, tales como “WETTERBERICHT” (informe meteorológico) o el inevitable “HEIL HITLER”.
- En marzo de 1940, la primera unidad, llamada Victory, reducía a minutos lo que a mano habría llevado meses. Dos años después funcionaban más de doscientas; los Aliados leían tráfico naval casi en tiempo real y desviaban convoyes lejos de los temidos submarinos U-boats. Muchos historiadores calculan que el atajo acortó la guerra en al menos dos años y salvó innumerables vidas.
Descifrar la máquina Enigma no dependió solo de fuerza bruta, sino también de identificar la estructura algebraica que se repetía bajo miles de millones de combinaciones. De esa unión entre máquina y álgebra nació un principio que sigue definiendo la criptografía moderna:
- Cifrar es construir transformaciones fáciles de aplicar, pero arduas de invertir. Para descifrar se debe trabajar mucho más arduamente, mezclando la formalidad de las matemáticas con la automatización, rápida pero rutinaria, que permiten la madera, los rotores o la electrónica.
BREVES PARALELAS

Sally Ride en órbita, 1983. Crédito: NASA Image and Video Library.

Los viajes más largos no se hacen en kilómetros, sino en silencio
“Voy a ir allá”, decía de niña al mirar al cielo con un suspiro de emoción y ojos llenos de una curiosidad hambrienta. La idea estaba en su cabeza. Pero nunca dijo que soñaba con ser astronauta. Lo llevó consigo, sin compartirlo.
- No fue lo único que calló. Su forma de amar permaneció oculta durante toda su vida. Pero su contacto con las estrellas, con las que tanto soñaba de pequeña, se conocería. Y con un estruendo que cruzaría fronteras.
Entre partidos de tenis, donde también brillaba, su pasión por la física, la filosofía y la literatura inglesa, se preparó en silencio para su gran hazaña en el espacio. Sin embargo, cargaba con un dilema que no sabemos con certeza si la atormentaba. Lo que sí sabemos es que, en los años 80, el clima en la NASA y en EE.UU. no era seguro para personas como ella. Su forma de amar la obligó a ocultarse. A elegir entre ser astronauta o ser completamente ella.
Habría sido prácticamente imposible mantener su carrera si lo decía abiertamente. Lo dejó en reserva, en un refugio que solo ella conocía.
- El día que le ofrecieron subir al Challenger, no dudó. No por valentía, sino porque sabía que el mundo que la esperaba arriba era más amplio que el que dejaba abajo. Allá, suspendida en la oscuridad del espacio por 343 horas, quizás pensó en esa verdad callada, invisible en los titulares. Abajo, el país celebraba a su “héroe nacional”, sin saber que también celebraban a alguien que amaba diferente.
No podía decirlo. No entonces. No en ese mundo. Murió como vivió: con elegancia, con ciencia, con la mirada en las estrellas.
En memoria de Sally Ride: la primera mujer estadounidense en el espacio y la primera astronauta de la comunidad LGBT, cuyo silencio abrió caminos para que otros hablen.
- Nota: desde 1985 hasta su muerte, mantuvo una relación de pareja con la psicóloga y profesora Tam O’Shaughnessy, la cual se hizo pública tras su fallecimiento. El 20 de noviembre de 2013 recibió de forma póstuma la Medalla Presidencial de la Libertad, la mayor distinción civil en Estados Unidos.
Diversidad bajo el microscopio
El pez payaso: transiciones naturales
En esta especie, las jerarquías son claras: hay una hembra dominante y un macho reproductor. Cuando ella muere, el macho alfa cambia de sexo y la reemplaza. Literalmente. Transición social, hormonal, conductual y anatómica completa. Lo más natural del mundo. No hay cirugía ni presión social. No hay trauma ni debate. Solo biología. Y no es una excepción: es parte del ciclo de la especie.
La nueva hembra luego elige a otro macho del grupo para reproducirse. Así, el sistema asegura la continuidad sin importar el sexo asignado al nacer. La transformación no es una anomalía, es una estrategia evolutiva.
Roy y Silo, los pingüinos que escandalizaron Nueva York
En el Central Park Zoo, estos dos machos formaron una pareja estable. Y no solo eso. Empollaron un huevo juntos y criaron al polluelo como cualquier familia. Fueron portada de libros, pero también víctimas de censura en algunas bibliotecas escolares por “inapropiados”. Sin embargo, su historia sigue educando a generaciones.
Mariposas que cambian de sexo por una bacteria
Wolbachia es un microorganismo que altera el desarrollo sexual de mariposas y otros insectos, produciendo poblaciones enteras de hembras. La naturaleza no sigue categorías morales: sigue la diversidad como estrategia de supervivencia.
Frank Kameny: cuando la ciencia expulsa a los suyos
Fue un prometedor astrónomo del Servicio Geológico de EE.UU., despedido en los años 50 por ser homosexual. Nunca volvió a trabajar en ciencia. En su lugar, lideró una cruzada por los derechos civiles de personas LGBTIQ+ en espacios científicos. En 2009, la Casa Blanca lo reconoció públicamente. Medio siglo después.
Cuando el sesgo se disfraza de ciencia
Durante décadas, revistas científicas publicaron estudios que buscaban patologizar la homosexualidad. La mayoría eran mal diseñados, sin controles éticos ni rigor metodológico. Hoy son evidencia de otro fenómeno: cómo el prejuicio también se cuela en las publicaciones revisadas por pares.
RECOMENDACIÓN: DIVERSIDAD Y DIVULGACIÓN CIENTÍFICA

Crédito: Gemini U.S. Google.

Aquí te presento tres opciones excelentes que combinan la divulgación científica con las perspectivas, historias y realidades de la comunidad LGBTQ+.
- “Sabor a Queer”
Conducido por el cineasta David Velduque, es un buen espacio donde frecuentemente se invita a profesionales de distintas áreas, incluyendo la ciencia, la salud, la psicología y la tecnología, para conversar sobre sus experiencias, romper estereotipos y visibilizar sus aportes. Ellos buscan conversaciones honestas y un enfoque amplio que conecta la ciencia con la cultura, la salud mental y las vivencias personales de profesionales LGBTQ+ que están dejando su marca.
- “Mándarax”: ciencia, escepticismo y pensamiento crítico
Presentado por un equipo de divulgadores científicos, incluyendo a la física y comunicadora Rocío Vidal («La gata de Schrödinger»), “Mándarax” se caracteriza por su enfoque riguroso y escéptico. Si bien cubren ciencia en general, con frecuencia dedican episodios o segmentos a desmentir mitos pseudocientíficos que históricamente han afectado a la comunidad LGBTQ+.
- “SER Ciencia” con Javier Armentia
El astrofísico Javier Armentia es uno de los divulgadores científicos abiertamente gay más importantes de habla hispana. Aunque su programa “SER Ciencia”, en la Cadena SER, aborda la actualidad científica de manera general (desde la astronomía a la neurociencia), su sola presencia y su dirección son un acto de visibilidad.
Armentia –quien también dirige el Planetario de Pamplona– aporta una perspectiva inclusiva y a menudo conecta la ciencia con temas sociales. Ideal para aquellos que quieren mantenerse al día en los últimos avances científicos a través de la voz de un referente de la comunidad.
Y esto es todo en esta edición de Universo Paralelo. Ya sabes, si tienes comentarios, recomendaciones, fotos, temas que aportar, puedes escribirme a universoparalelo@elmostrador.cl. Gracias por ser parte de este Universo Paralelo.
- Mis agradecimientos al equipo editorial que me apoya en este proyecto: Fabiola Arévalo, Francisco Crespo, Francisca Munita, Ignacio Retamal, Camilo Sánchez y Sofía Vargas, y a todo el equipo de El Mostrador.
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