Fue escrito por el músico e integrante Cristóbal González
«Tumbao Rebelde. El rock mestizo de Santo Barrio» (Máske Ediciones) cuenta en primera persona el sueño de fundar un grupo de ska, pero también habla del fulgor del rock chileno de los noventa, de la industria y la resistencia musical que se ejercía, por algunas bandas, en aquellos años.
Un libro con la apasionante historia del grupo Santo Barrio acaba de publicar Cristóbal González (Santiago de Chile, 1976), quien fungió como vocalista y baterista de la banda, nacida en 1995.
«Tumbao Rebelde. El rock mestizo de Santo Barrio», es un libro que, en primera persona, cuenta la historia del sueño de fundar un grupo de ska, pero también del fulgor del rock chileno de los noventa, de la industria y la resistencia musical que se ejercía, por algunas bandas, en aquellos años. Una crónica necesaria, que con seguridad transportará a muchos a esa época.
«Era una historia bonita de amistad, pasión, música y persistencia, que tenía valor», comenta González. «Tenía sentido rescatarla y contar ademas como se vivió esa década de los 90, confusa y contradictoria, pero también intensa, y rockera, para algunos».
Cristóbal González.
La banda, que aún existe y por la que han pasado varios músicos, mezcla ska, el funk, la salsa, el jazz y el rock latino, con éxitos como «Toque» y «Tony Manero». Con un fuerte compromiso social y político, ha publicado los discos «Tumbao rebelde» (1996), «Ahora es cuando» (2001), «Plan maestro» (2005) y «La carta bajo la manga» (2010).
El libro recorre la infancia y juventud de González -con su residencia en Venezuela y España entre fines de los 80 y principios de los 90- hasta su regreso a Chile, en un vivo relato en primera persona de un cronista que ya tenía experiencia colaborando en medios como Extravaganza, Terra y Barrio Chile. Además cuenta con la ventaja de ser uno de sus fundadores.
«Guardé muchas cosas de la banda, harto archivo. Algunos amigos cercanos y queridos me dijeron por ahí por el 2012, ‘escribe la historia del grupo, tú tu tienes buena memoria, archivo , escribes’. Empecé a pensar que sí, que sería bueno hacerlo y me lancé».
González relata cómo vivió su adolescencia en pleno boom del rock latino y cómo luego conoció a personajes como Manu Chao, en Madrid, pero también su acercamiento a los Fabulosos Cadillacs. Además relata cómo lo influyó su vida en Venezuela.
«Haber vivido allí seis años me dio un visión más regional del fenómeno del rock hecho en Latinoamérica, del movimiento de ese rock, digamos», dice. «Por otro lado Caracas era y sigue siendo una ciudad compleja, de muchos contrastes sociales. Es difícil crecer allí y no hacerse preguntas sobre la sociedad y las diferencias sociales».
Entre sus influencias musicales, González reconoce el trabajo de Jorge González y Los Prisioneros, Soda Stereo y también grupos venezolanos como Sentimiento Muerto o Desorden Público.
«En Santo Barrio compartíamos el gusto por Desorden Público, Mano Negra, Fabulosos Cadillacs, Sumo. También escuchábamos mucho en esos años a Café Tacuba o Maldita Vecindad, de México», comenta.
«De Chile había varias referencias: Víctor Jara, De Kiruza, Fulano, Joe Vasconcellos. También admirábamos a grupos contemporáneos como Fiskales Ad-Hok, Los Miserables, Las Panteras Negras, la Pozze Latina, Makiza y Sandino Rockers».
En su libro también toca el encuentro con el vocalista César Farah en el Instituto Tabancura de Santiago Centro. Farah provenía del barrio Yungay, «justamente lo que aspirábamos a evocar y tributar: el barrio popular, tradicional chileno y latinoamericano», según relata el libro.
«Éramos gente muy soñadora y súper idealista, por eso el proyecto tenía tantos vértices atractivos, que se fundían, el rock, lo regional , el contenido, el compromiso», comenta González.
El músico recuerda varios hitos: el triunfo en 1996 en el primer Festival de Bandas Jóvenes de Balmaceda 1215 y el lanzamiento del primer disco en La Batuta, pero también los shows en las cárceles, el concierto contra la asunción del dictador Augusto Pinochet como senador vitalicio en 1998 o la gira a Alemania el 2001, entre otros.
Con su libro, González se da por satisfecho. «Ha habido buen feedback. La gente valora el ejercicio de recrear una época contradictoria pero potente en lo musical y una historia linda, que tuvo su alcance, la banda hizo un aporte y el texto da cuenta de ello».
Actualmente el artista está terminando la primera temporada del programa de radio Sudamerican Writers en Radio Lagarto, donde entrevista a diversos músicos. También trabaja en otros proyectos de escritura también ligados a la música.
Además trabaja junto al grupo Santaferia y forma parte del grupo de colaboradores y amigos del poeta Mauricio Redoles, a quien apoyan desde distintos frentes en su recuperación y proyectos.
