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La coherencia del PPD Opinión

La coherencia del PPD

Gonzalo Navarrete Muñoz
Por : Gonzalo Navarrete Muñoz Presidente Partido Por la Democracia
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La Nueva Mayoría se aglutinó en torno a una visión de progreso de la sociedad más inclusivo y justo, que logró sacar del gobierno a la derecha, tras cuatro años en el poder con Sebastián Piñera.


El sicólogo y profesor de la Universidad Mayor, Germán Silva Cuadra, se equivoca rotundamente en su columna de opinión titulada “La confusión del PPD”, en la cual afirma que el partido que encabezo está dando “palos de ciego”, que nos hemos puesto en “posiciones contradictorias” y que hemos quedado “a la deriva”.

La columna de Silva Cuadra no es más que su opinión personal, sin base ni antecedentes que la avalen. Si bien reconozco el derecho de opinión, se espera que juicios como los expresados en dicho texto sean fruto de información o investigación seria, más que una opinión personal e interesada.

Entiendo que la reflexión del columnista puede responder a la lectura caprichosa de una entrevista publicada el sábado 22 de abril en El Mercurio, en la que hago un análisis del actual momento de la Nueva Mayoría, en función de la contribución y el rol del PPD para mantener unido al bloque de centroizquierda. Es nuestra vocación democrática, como partido progresista, aportar a la construcción de una coalición con contenido transformador y abrir los caminos de entendimiento.

La Nueva Mayoría se aglutinó en torno a una visión de progreso de la sociedad más inclusivo y justo, que logró sacar del gobierno a la derecha, tras cuatro años en el poder con Sebastián Piñera. Hoy vemos la amenaza real de que el mismo Piñera, más derechizado y molesto con los avances sociales, pretende encabezar un proceso de desmantelamiento de políticas tan apreciadas como la gratuidad universitaria para los segmentos que no pueden pagar por su educación.

Por lo tanto, el norte del PPD está muy claro y nuestro accionar político ha sido coherente con nuestros principios y convicciones.

[cita tipo=»destaque»]La dimisión de Lagos, por razones ajenas al actuar del PPD, nos dejó sin nuestra figura emblemática, aunque teníamos la convicción y, así se lo expresamos en público y en privado, de que nuestro partido estaba en óptimas condiciones para asumir la conducción de la campaña a la primaria de la Nueva Mayoría.[/cita]

Debo recordar al columnista que la mesa que presido instaló, a pocos días de asumir, un equipo programático que fue la base para iniciar el debate sobre nuestro abanderado presidencial en 2016. Asumimos la tarea de dotarnos de una visión de país e ideas programáticas que respondieran al avance social, político, económico y cultural que el país debía acometer en los próximos años.

Luego de un debate nos comprometimos institucional y emocionalmente con la candidatura de Ricardo Lagos, uno de nuestros militantes fundadores, un estadista reconocido de la izquierda moderna chilena, que incluso trasciende nuestras fronteras. Una tarea asumida por el conjunto del partido en las instancias regulares de decisión, mesa directiva y consejo nacional.

Conjuntamente, nos abocamos a la reinscripción legal, conocida como refichaje, en un ambiente absolutamente adverso, en el cual el mundo de la opinología apostaba por la muerte del PPD, y que ello arrastraría al fracaso de la candidatura de Lagos. Es evidente que nada de eso ocurrió. El PPD logró inscribirse antes de la fecha límite para la primaria a nivel nacional, con 44 mil fichas de militantes recepcionadas en nuestra sede partidaria, 28 mil de la cuales ya fueron validadas por el Servel. De estas cifras, el 80 por ciento son personas nuevas en política. ¡Qué mejor victoria política que la incorporación de aire fresco al partido!

La dimisión de Lagos, por razones ajenas al actuar del PPD, nos dejó sin nuestra figura emblemática, aunque teníamos la convicción y, así se lo expresamos en público y en privado, de que nuestro partido estaba en óptimas condiciones para asumir la conducción de la campaña a la primaria de la Nueva Mayoría.

En todo este proceso de revalidación política, la conducción del PPD y la toma de decisiones se han realizado de manera colegiada, institucional y democrática.

Inmediatamente después de la renuncia de Lagos, en el partido nos dotamos de un cronograma, que nos permitiera expresar al resto de la Nueva Mayoría nuestra convicción de extender la coalición, como un desafío estratégico de la vocación de poder del eje de centroizquierda, para defender e incrementar los avances sociales indiscutibles en un marco programático progresista, candidato presidencial único y un acuerdo electoral para mantener la actual mayoría del Congreso.

Nuestro próximo hito de definición partidaria lo hemos fijado para el sábado 13 de mayo. Una vez más adoptaremos las decisiones que haya que adoptar para mantener la unidad de la centroizquierda, en coherencia a cómo nuestro partido ha actuado en el último tiempo.

Si en lo anterior alguien lee “confusión” en el actuar del PPD, no es problema nuestro. Los hechos demuestran lo contrario, duela a quien le duela.

 

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