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Una buena entre tantas: corregir el agujero en la capa de ozono ralentiza el calentamiento del Ártico Sustentabilidad

Una buena entre tantas: corregir el agujero en la capa de ozono ralentiza el calentamiento del Ártico

El tratado internacional que salvó la capa de ozono del planeta es considerado como uno de los esfuerzos medioambientales más exitosos en la historia. Ahora, hay evidencia de que hizo aún más que solo preservar el crítico escudo del planeta.


El protocolo de 1987 de Montreal sobre sustancias que reducen la capa de ozono eliminó el uso de clorofluorocarbonos – un poderoso químico industrial que consume ozono-, y de paso también el llamado «agujero de ozono» que crearon estos químicos se encuentra en recuperación. Eventualmente, la capa de ozono se espera que regrese a su condición original. Sin embargo, los científicos dicen que el Protocolo de Montreal tuvo importantes beneficios secundarios: sin él, el impacto del calentamiento global hubiera sido aún peor.

Eso es porque los mismos químicos que causaron el agujero de ozono son también potentes gases de efecto invernadero, de duración más corta pero muchas veces más potente en la atmósfera que el CO2. Investigaciones recientes sugieren que al mismo tiempo que devoraba la capa de ozono, también aportaba al calentamiento global.

Un nuevo estudio publicado en Nature Climate Change, ayudó a colocar su influencia en perspectiva. La investigación encontró que los químicos nocivos para el ozono en la atmósfera pudieron haber aumentado en casi la mitad la crecida de temperaturas árticas entre 1955 y 2005.

¿Por qué es tan relevante importante el descubrimiento? Porque el ártico es la región que más rápido aumenta sus temperaturas. El estudio no reduce el impacto de emisiones globales de dióxido de carbono, o otras emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El dióxido de carbono permanece el contribuyente más significativo al cambio climático desde la revolución industrial.

Pero lo que sí reconoce es la sorprendente influencia que otros gases de efecto invernadero han tenido en el clima de la tierra. Y apunta que la cooperación global impulsa cambios medioambientales significativos. «El alza en las temperaturas árticas no será tan grande como sí lo hubiera sido sin el protocolo de Montreal», comentó el coautor del estudio, Michael Previdi, meteorólogo y científico medioambiental de la Universidad de Columbia. «Se podría decir lo mismo sobre el futuro del cambio en las temperaturas globales».

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