Salud
El virus puede ingresar al organismo a través de los ojos, por eso, para optimizar la protección frente a este patógeno, el uso de antiparras o escudo facial es recomendado.
La infección por Covid-19 y sus manifestaciones son materia de investigación cada día. Sin embargo, desde que la pandemia comenzó, se ha detectado que este virus, además de atacar al sistema respiratorio, también se presenta a través de sintomatología ocular.
“Se han reportado casos cuyo signo inicial comienza con la expresión de conjuntivitis, la que incluso aparece durante el tiempo de hospitalización de un paciente ingresado, en primera instancia, por causas respiratorias” explica Julie Gajardo, académica del Área de Oftalmología de la carrera de Tecnología Médica de la Universidad San Sebastián (USS).
Bajo este contexto, la docente enfatiza que la protección ocular debe igualarse al uso de mascarilla, por tanto, debiese ser usada ampliamente en lugares públicos, hospitales o clínicas, supermercados, locomoción colectiva y lugares de mayor riesgo, más aún por parte del personal de salud que está expuesto constantemente.
“El uso de escudos faciales y/o antiparras ha evidenciado la reducción del riesgo de contraer Covid-19 de manera óptima. Sin protección facial el riesgo de contagio es de un 16%, por el contrario, cuando nos protegemos, este peligro baja a un 6% aproximadamente”, puntualiza.
Si se trata de comparar entre escudo facial y antiparras, la tecnólogo médico señala que el primero es un elemento aparatoso, que igualmente tiene posibilidad de entrada de las manos a zonas del rostro. “Esto no ocurre en el caso de los protectores oculares, ya que reducen el contacto directo con la membrana mucosa del globo ocular”, explica.
Para que la protección ocular sea óptima y cómoda para el usuario, la especialista USS indica que debe cubrir completamente los ojos y el área adyacente, protegiendo el párpado inferior y superior, idealmente hasta la sobreceja. “La antiparras debe estar fabricada en material impermeable, con tecnología anti empañe para no obstruir visibilidad y arriesgar a las personas a otro tipo de accidentes más bien domésticos. Asimismo, tiene que ser de calce cómodo para evitar estar acomodándolo constantemente”, detalla.
En el caso de usuarios de gafas, la protección ocular debe ir sobre el lente óptico y permitir el retiro sin necesidad de quitarlos. “Es importante destacar que los lentes ópticos no cumplen la misma función que una antiparras. Estas últimas tienen una distancia al vértice mucho mayor, vale decir, una distancia con la superficie ocular mucho más amplia que un lente óptico o de sol, alejándose de la superficie ocular, lo cual disminuiría el riesgo de contagio”, especifica Gajardo.
Finalmente, la especialista indica que es de suma importancia la correcta postura, mantención y retiro de los elementos de protección ocular. “Para ello se recomienda alejarlo inmediatamente del rostro cuando cese su uso. Posterior a ello, se recomienda su limpieza con los elementos adecuados, que no sean abrasivos”, concluye.
