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Vuelta de vacaciones y virus respiratorios: cómo identificar cuando se complican y en qué momento debemos consultar Salud

Vuelta de vacaciones y virus respiratorios: cómo identificar cuando se complican y en qué momento debemos consultar

Se trata de infecciones virales cuya recuperación, en general, es rápida. Pero en algunos casos los síntomas se intensifican, como el caso de la predisposición a alergias o la edad de la persona, sobre todo niños y adultos mayores.


En esta época del año, es común que las bajas temperaturas lleguen acompañadas de virus responsables de resfríos. En general, se desarrollan de manera normal y esperable, pero en ciertas personas y casos, estos se complican y duran más.

“El resfriado común es una infección viral de la nariz y la garganta (tracto respiratorio superior). Por lo general es inofensivo, aunque puede que no lo parezca. Muchos tipos de virus pueden causar un resfriado común. Podemos esperar tener dos o tres resfriados al año y la mayoría de las personas se recuperan en una semana o 10 días”, explica Felipe Erpel, especialista broncopulmonar de Clínica Bupa Santiago.

Asimismo, existen factores de riesgo que pueden aumentar la posibilidad de resfríos y la duración de estos. Según explícale especialista, influyen la predisposición a alergias, la edad de la persona (los niños corren mayor riesgo, especialmente si asisten a centros de cuidado), tener un sistema inmune debilitado (en caso de enfermedad crónica), el tabaquismo, la época del año y la exposición a multitudes.

Principales complicaciones

Entre las complicaciones más habituales derivadas de un resfrío están:

  • Infección aguda del oído (otitis media). Esto ocurre cuando bacterias o virus entran en el espacio detrás del tímpano. Los signos y síntomas típicos incluyen dolor de oído o el retorno de fiebre después de un resfriado común.
  • Bronquitis obstructiva. Un resfriado puede desencadenar sibilancias, incluso si no hay asma. Si existe la condición de manera previa, un resfriado lo puede empeorar y/o gatillar una bronquitis obstructiva.
  • Sinusitis aguda. En adultos o niños, un resfriado común que no se resuelve puede provocar hinchazón e infección (inflamación) de los senos paranasales (sinusitis).
  • Otras infecciones. Los resfríos pueden provocar otras infecciones, como faringitis estreptocócica, neumonía y laringitis o bronquiolitis en niños. Estas infecciones deben ser tratadas por un médico.

¿Cuándo consultar? “Hay que buscar atención de un especialista en caso de que los síntomas empeoren o no mejoren, haya fiebre mayor de 38,5 ºC que dure más de tres días, la fiebre regrese después de haber desaparecido, se presente falta de aire, silbido al respirar o dolores intensos de garganta, de cabeza o de los senos paranasales”, recomienda el doctor Erpel.

Virus Respiratorio Sincicial

Si bien durante los últimos días hemos visto un descenso en los casos de personas contagiadas por virus respiratorios, el virus sincicial sigue siendo el que más está afectando a la población (más del 48% de los casos positivos), especialmente a menores de un año.

Según la decana de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, Mónica Canales, las bajas temperaturas sumado a la alta humedad ocasionada por las lluvias generan un ambiente propicio para la proliferación de enfermedades respiratorias, siendo las personas más vulnerables niños menores y adultos mayores.

El Virus Respiratorio Sincicial (VRS) es el principal virus que afecta las vías respiratorias bajas en los niños pequeños, puede generar estados variables en cuanto a gravedad de esta enfermedad, que van desde un resfrío simple hasta neumonías graves.

El VRS es altamente transmisible, más aún si existe una persona enferma en contacto cercano con otras personas y en ambientes cerrados. Este virus, como otros, se disemina por medio de gotitas de la saliva de personas sintomáticas por 3 a 8 días, pudiendo durar hasta 15 días en la vía respiratoria.

Las personas más expuestas y sensibles a complicaciones por este virus, son los niños menores de 6 meses y los adultos mayores, especialmente aquellos con antecedentes de enfermedades pulmonares crónicas o que hayan tenido cuadros previos de neumonía, si son inmunocomprometidos o si además tienen otras patologías de base.

Los síntomas se presentan dentro de los 4 a 6 días después que la persona se ha infectado y puede presentar mucosidad nasal, tos, estornudos, inapetencia, fiebre variable y que, ante la complicación de la enfermedad, puede generar dificultad respiratoria, llevando a la persona a desarrollar patologías como la bronquiolitis y neumonías.

Por eso entrega diversas consideraciones para evitar el contagio de enfermedades respiratorias, confirmando que no existe vacuna para prevenir el VRS, por ello la mejor forma de combatirlo es prevenir la posibilidad de adquirirlo.

  • Las medidas de prevención son las mismas para prevenir otros virus respiratorios: frecuente higiene de manos, cubrir con antebrazo al toser o estornudar, usar mascarilla, evitar exposición con personas infectadas, ventilar, evitar contaminación intradomiciliaria con humo de cigarro o estufas y evitar los cambios bruscos de temperatura en personas más susceptibles.
  • En niños menores de un año, la lactancia materna ofrecería cierta protección. Hay estudios que sugieren que los niños alimentados al pecho tienen menor riesgo de adquirir una infección por VRS que requiera hospitalización. Se recomienda no llevar a niños pequeños a lugares con alta concentración de gente.
  • No existen medicamentos para tratar el VRS, se debe tratar la sintomatología manteniendo bien hidratada a la persona, aseo nasal frecuente y la administración de medicamentos debe ser con indicación médica.
  • Estar alerta a signos de complicación, como fiebre alta, dificultad respiratoria, retracción de las costillas al respirar, labios azulados, entre otros.
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