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“Se trata de familiarizarnos con la zona”: Cuidados y recomendaciones para el piso pélvico Salud

“Se trata de familiarizarnos con la zona”: Cuidados y recomendaciones para el piso pélvico

Recién en 2009 empezó a estudiarse como especialidad en Chile. También llamado suelo pélvico, involucra un grupo de músculos, órganos y otros tejidos que cumplen funciones en la digestión, micción, actividad sexual y otros. “Es una carrera relativamente nueva y poco a poco se han desnaturalizado ciertos problemas asociados a la zona gracias a la mayor información que existe hoy”, sostuvo la kinesióloga especialista en el área.


Mientras estudiaba los últimos años de la carrera de kinesiología, Camila Boettiger se interesó en el área de suelo pélvico, una zona que consideró “muy desprotegida” y lo es hasta el día de hoy, según planteó.

“Se normaliza mucho todavía el hacerse pipí durante el embarazo o en otros momentos, hay personas que están acostumbradas a ponerse toallas por eso y si bien no se trata de algo vital, impacta en la calidad de vida, porque te sientes mal, estás con dolor, incómoda, preocupada”, sostuvo la presidenta de la Sociedad Kinésica de Reeducación Pelviperineal (SOKIP).

El suelo o piso pélvico es una estructura de músculo y tejido conectivo que contiene los órganos de distintos sistemas, tales como el sistema urinario (vejiga y uretra), sistema digestivo (recto y ano) y sistema genital (útero, anexos y vagina en la mujer). 

Así pues, la zona es fundamental para múltiples funciones corporales y por ello sus afectaciones repercuten de diversas maneras. Según explicó Boettiger, el común de los problemas “es la incontinencia”, que puede darse por esfuerzo, “porque me reí, tosí, hice ejercicio”, de la misma forma ocurre con las urgencias cuando “las personas que van muy seguido al baño”. Asimismo, se relaciona con dolores.

“En la actividad sexual, al realizarse exámen ginecológico o al ponerse un tampón, eso está muy normalizado y existen distintas disfunciones naturalizadas en ese sentido porque se presentan desde el inicio de la actividad sexual, por ejemplo”, aseguró la diplomada en kinesiología del embarazo y posparto.

En ciertos casos, el dolor permite de igual manera mantener relaciones sexuales o realizar exámenes ginecológicos con cuidado, pero “se asocia el dolor a esas prácticas”, lo cual constituye un problema, detalló la profesional.

“Todas estas disfunciones generalmente parten de a poco, entonces no se consulta mucho porque es la zona más privada, más tabú, y además no se le toma el peso a que se escape una gotita de pipí o bien se puedan tener relaciones con dolor y de hecho hay gente que retrasa sus exámenes, como el pap, por ese motivo”, agregó.

Recomendaciones y cuidados

Durante la pandemia, y debido también a la proliferación de mayor información sobre el área “hoy se habla más de piso pélvico, se conoce más, se busca más información”, subrayó la especialista.

Mientras antes la buscaban más por situaciones de embarazo, en la actualidad se acercan pacientes por diferentes motivos, “desnaturalizando” problemas antes considerados típicos.

“Es importante, en primer lugar, reconocer el piso pélvico, que está atravesado por vagina, uretra y ano, se siente como cuando uno quiere cortar el chorrito de pipí o aguantar las ganas de ir al baño, no se debe hacer cuando se va al baño porque se desordena la micción”.

Otro aspecto importante es “trabajarlo en un buen rango”, esto quiere decir que se debe sentir y localizar “el apriete y afloje sin apretar glúteo, guatita, piernas y tampoco dejar de respirar”, ilustró Boettiger.

En el caso de las personas que presentan problemas en la zona, “sentir molestias o dolor”, la kinesióloga aconsejó considerarlo un problema y tratar de iniciar tratamiento “porque existe la opción que se empeore”.

Por otro lado, quienes no reconocen problemas y quieren ejercitar el suelo pélvico es importante que tengan en cuenta ciertas recomendaciones.

“La musculatura de piso pélvico es un conjunto de músculo entonces se puede ejercitar como cualquier otro, pero cada ejercicio se puede ver como algo poco o insignificante y cuando no le doy las caracteristicas adecuadas a un entrenamiento, el músculo puede sobrecargarse o generar compensaciones y eso va a generar que no trabaje bien y predisponer a disfunciones”, recalcó.

En este sentido, el piso pélvico “no trabaja solo” sino que lo hace en conjunto con el abdomen, la postura y otros, entonces es distinto “querer mejorar las condiciones del musculo (fuerza, resistencia, que se active)” a que el músculo se coordine bien “como que levante peso y no se me salva el pipí”. Así pues, los ejercicios van a ser diferentes de acuerdo a lo que se quiera mejorar.

“La idea es poder asesorarse bien, cuando no hay problemas y si se quiere aprender muchas veces solo basta con una sesión de kinesiología para adquirir las herramientas para hacerlo de manera autónoma, lo importante es que siempre los entrenamientos sean acordes a lo que yo necesito, no se puede estandarizar un solo ejercicio, hay que adaptarlo a lo que mi músculo puede hacer”, dijo la dirigente.

“Por eso no es recomendable usar bolas chinas sin un guía, es como usar mancuernas, se ven pequeñas y se piensa que no hacen daño pero 50 gramos para un músculo pequeño puede generar problemas”.

Otras consultas

De acuerdo a lo explicado por la presidenta de la SOKIP, Camila Boettiger, la especialización en piso pélvico recién vio la luz en la academia chilena al aparecer como un diplomado en 2009, y en algunos países de Sudamérica “no tienen esta especialidad como algo formal”. De allí el bajo número de especialistas en relación a otras áreas de la salud, con poca presencia especialmente en la zona norte de Chile.

-¿Puede ser que exista desconocimiento de otros médicos sobre los problemas en esta zona y la propia especialidad? 

-Existe mucho desconocimiento médico también, muchísimo, no es algo de conocimiento general. Hay muchas cosas que se normalizan, minimizan y hasta infantilizan, sobre todo cuando se trata de mujeres. Entonces profesionales no actualizados o poco empáticos normalizan que las embarazadas se hagan pipí, o no son cuidadosos en exámenes. A veces desconocen que pueda haber algo más allá del sistema músculo-esquelético. 

-¿Hay un componente psicológico en relación al funcionamiento del suelo pélvico, no?

-Claro, sobre todo para las disfunciones sexuales, que a veces tienen un componente físico y psicológico, depende mucho también de los antecedentes. El dolor también genera un impacto en la salud mental. 

-Siempre que se habla de piso pélvico se le asocia a la mujer ¿qué pasa con el hombre? 

-Sí, muy buena pregunta porque todos tenemos piso pélvico, lo que pasa es que anatómicamente las mujeres estamos entre comillas más en desventaja porque tenemos el canal vaginal. 

Si piensas el piso pélvico como un puente tenemos un pilar menos porque tenemos una apertura más, y además tenemos otros factores de riesgo que el hombre no tiene, por ejemplo la gestación, el parto, la menopausia, que tienen un gran impacto en esta zona. Lo femenino está muy asociado al embarazo cuando es algo que deberíamos trabajar siempre.

Los hombres también tienen piso pélvico y están propensos a disfunciones pero en menor medida, pueden presentar disfunciones sexuales; disfunción eréctil, eyaculación precoz, dolor también, incontinencia asociada a próstata, constipación, en ciclistas a veces hay compresión de un nervio que genera dolor, pasan menos en proporción a las mujeres pero se menosprecia un poco, se habla poco.

-Cuando nombras los problemas que pueden tener los hombres lo asocio a urólogos…

-Como el piso pélvico es todo lo que está en la pelvis baja también trata del funcionamiento de los órganos sexuales, la vejiga y el recto. Cualquier problema en la zona puede involucrar ginecólogos, urólogos, coloproctólogos, neurólogos, psicólogos, nutricionistas que tienen un rol importante cuando hay problemas digestivos u otros, las matronas también tienen un rol importante, depende de cada caso. 

También se trata el piso pélvico de niños que se hacen pipi en la cama, o les cuesta defecar. 

Para la especialista en piso pélvico, lo ideal es poco a poco “familiarizarse con la zona”, que a niños y niñas se les eduque desde pequeños sus nombres y cómo funcionan los órganos que forman parte del cuerpo y en especial de esta zona, y en adultos y adultas “al menos” aprenderlo en controles ginecológicos o urológicos. 

“Así, si algo no está funcionando identificamos un problema, hoy no sabemos bien cuando algo no está funcionando y no es culpa nuestra, porque no está en nuestra cultura”, manifestó la especialista.

Además de la educación, el compromiso personal con el propio cuerpo es otro aspecto importante en este sentido.

“Si te falla el auto lo llevas a un mecánico, no vas explorar tú a ver si resulta el arreglo, en la salud es lo mismo y cuesta mucho”, cerró.

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