¿Cómo cuidar tu auto durante el otoño e invierno? Claves para evitar fallas comunes

Con la llegada del frío y las lluvias, los automóviles enfrentan condiciones más exigentes. Según datos recientes, más del 30% de las fallas mecánicas en esta temporada se relacionan con problemas en la batería, mientras que neumáticos y frenos suman cerca de un 25% de los casos, afectando especialmente a vehículos en regiones con climas extremos.

La batería es uno de los elementos más sensibles al frío. Las temperaturas bajas afectan su capacidad y pueden dificultar el arranque del motor, especialmente durante las mañanas. Se recomienda comprobar su carga y estado general al iniciar la temporada. En algunos casos, es necesario reemplazarla si ya tiene más de dos años de uso continuo.

Presión y adherencia de los neumáticos

Por otro lado, la presión de los neumáticos tiende a disminuir debido al frío, lo que afecta la adherencia al pavimento mojado o resbaladizo. Una presión incorrecta puede aumentar el riesgo de accidentes, por lo que se sugiere revisarla regularmente y utilizar neumáticos adecuados para condiciones húmedas o de baja temperatura.

La sugerencia es verificar la presión cada dos semanas, mantenerla según las recomendaciones del fabricante y, si se conduce en zonas con nieve o hielo, considerar el uso de cadenas especiales.

Frenos e iluminación

El sistema de frenos también es crítico en climas húmedos. Las pastillas, discos y sensores deben ser inspeccionados y, si es necesario, se debe cambiar el líquido de frenos, ya que la humedad puede reducir su eficacia. Un freno que responde tarde o resbala puede marcar la diferencia entre un susto y un accidente.

Con neblinas y lluvias más frecuentes, la visibilidad se vuelve un aspecto crucial. Es fundamental verificar que todas las luces funcionen correctamente y reemplazar ampolletas defectuosas. También se recomienda usar productos antiempañantes en los vidrios y mantener en buen estado las plumillas de los limpiaparabrisas, que suelen deteriorarse en esta época.

Además, el frío y la humedad pueden afectar la pintura del auto. Aplicar una capa de cera protectora cada tres o cuatro meses ayuda a evitar corrosión y a repeler agua y suciedad.

Conducción segura

Además del estado del vehículo, el estilo de conducción debe adaptarse al clima invernal. Reducir la velocidad, aumentar la distancia de frenado y evitar maniobras bruscas son prácticas recomendadas. En condiciones lluviosas, el pavimento puede estar resbaladizo incluso sin que se note a simple vista.

Según Orlando Villalobos, gerente comercial de Gama Mobility, cuidar el vehículo antes y durante el invierno no solo prolonga su vida útil, sino que garantiza mayor seguridad para el conductor y los pasajeros.