
Experta alerta sobre los riesgos de depender de la IA y llama a recuperar el valor de la memoria
Durante su conferencia en la Universidad Central, la experta destacó que el exceso de tecnología puede debilitar la memoria, la creatividad y el pensamiento crítico, y subrayó la importancia de equilibrar la inteligencia artificial con estrategias tradicionales de aprendizaje.
Durante su conferencia magistral “Sabiduría ancestral y mentes modernas: aprender en la era de la IA”, realizada el 10 de octubre en la Universidad Central de Chile, la profesora Bárbara Oakley advirtió sobre los riesgos de una dependencia excesiva de la inteligencia artificial. En su exposición, analizó cómo esta tendencia puede afectar nuestras capacidades cognitivas y destacó la importancia de mantener un equilibrio entre el uso de la tecnología y las estrategias tradicionales de aprendizaje, como la memoria y la práctica constante.
Frente a una audiencia compuesta por académicos, estudiantes y autoridades, la reconocida investigadora profundizó en los más recientes hallazgos de la neurociencia sobre la relación entre memoria, atención y aprendizaje. Durante su exposición, explicó que la práctica constante y la memorización fortalecen los circuitos cerebrales que sustentan la intuición, el pensamiento crítico y la creatividad. Sin embargo, advirtió que estas capacidades tienden a debilitarse cuando se delegan en exceso a las herramientas digitales.
Oakley advirtió que la mentalidad de “¿para qué memorizarlo si puedo buscarlo?” se ha vuelto común entre las nuevas generaciones, fenómeno que —según sostuvo— coincide con el estancamiento del Efecto Flynn, una tendencia que durante décadas reflejó un aumento sostenido en los puntajes de coeficiente intelectual a nivel mundial. La investigadora explicó que este deterioro se manifiesta especialmente en las habilidades verbales y en el conocimiento general.
Respaldada por evidencia neurocientífica, la académica subrayó que la práctica y la memorización son fundamentales para que la información se consolide, pasando de la memoria declarativa, relacionada con hechos y conceptos, a la memoria procedimental, que permite adquirir hábitos y destrezas automáticas. Este proceso, explicó, es clave para el desarrollo de la intuición y el pensamiento fluido, pero tiende a interrumpirse cuando se recurre de manera constante a calculadoras, buscadores o chatbots para resolver tareas básicas.
La expositora describió este fenómeno como una forma de “altruismo patológico”, es decir, aquellas buenas intenciones pedagógicas como intentar liberar a los estudiantes de la memorización que, en la práctica, terminan debilitando las bases cognitivas esenciales para un aprendizaje profundo.