“El Estado falla y los explotadores aparecen como salvación”: mecanismos de la explotación infantil
Entre 2022 y 2023, la explotación sexual infantil en Chile aumentó. La experta Belén Ortega señala que en el caso de las niñas, suelen venir de entornos vulnerados y que el fracaso del Estado las expone a explotadores. Por eso urge una red de protección integral para recuperar la confianza perdida.
La explotación sexual infantil es una problemática significativa en nuestro país. El acceso a redes sociales sin supervisión, el abandono del Estado y la infiltración de explotadores sexuales en los círculos privados de los niños, niñas y adolescentes son factores claves para entender el porqué de este problema.
Bajo este contexto es que surge el podcast Un llamado a actuar, proyecto que narra historias reales basadas en condenas de explotación sexual infantil. La iniciativa, creada por la plataforma Actuar Es Urgente, tiene como objetivo concientizar a la sociedad sobre la complejidad de este delito, evidenciar los métodos de captación empleados por los explotadores y, especialmente, poner en tela de juicio el papel de las instituciones encargadas de proteger a la infancia.
Además, uno de los propósitos de contar historias basadas en condenas reales es prevenir, informar, empoderar e incidir en las políticas públicas para erradicar la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes (ESNNA).
Las fallas en el sistema
En el tercer episodio de este podcast, titulado Violencia estatal y crimen organizado: El relato de Tania y Camila, escuchamos la historia de dos jóvenes, quienes vivían en una residencia de protección del Estado y tras conflictos internos con otras niñas, huyeron del recinto. Días después, mientras pedían dinero en la calle, fueron capturadas por una red de explotación sexual.
En conversación con Belén Ortega, coordinadora del diplomado internacional en intervención integral en explotación sexual de niños, niñas y adolescentes de la OEA, se profundiza en la importancia de la participación del Estado y la creación de políticas públicas.
“Hay que poner en contexto de que estas niñas normalmente tienen una trayectoria, un periplo tremendo de victimización vital, por parte de sus contextos vitales de relación afectiva, emocional, familiar en las propias poblaciones, pero además institucional. Normalmente son niñas cuando llegan a ser víctimas de explotación, es porque son niñas que han sufrido otras vulneraciones antes y que están en el servicio de protección desde bien pequeñitas”, explica Ortega.
La experta advierte que, cuando se llega al punto de ser explotadas sexualmente, es porque absolutamente todos los conductos regulares han fallado. “Cuando todos los demás hemos fallado aparecen estos explotadores que dicen ‘yo sí te voy a ayudar, yo sí que voy a ser la persona que va a estar contigo’, y las chicas, que cada vez hemos ido empujándoles a caminos sin salida, dejándoles muy pocas alternativas, terminan justamente siendo explotadas”, detalla.
También advierte que “no siempre son raptadas o no siempre son obligadas en forma amenaza, si no que muchas veces llegan a una situación en la que piensan que efectivamente estos explotadores son realmente una salida para ellas y no es un tema solo económico, es un tema especialmente vinculado a lo emocional, a lo afectivo”.
La urgencia de una red de protección integral y confiable
Ortega insiste en que el trabajo de protección debe ser colectivo entre el Estado, las policías, toda entidad encargada de cuidar y proteger a los niños, niñas y adolescentes. “Tenemos que hacerlo mitad integral, donde las residencias sean muy importantes porque son los que tienen los vínculos afectivos, tienen la vida cotidiana, son las personas con las que pasan diaria, pero tenemos que encontrarnos también intersectorialmente con todos los demás actores. Yo creo que hay que sumar vínculos, muchos vínculos, todos los más posibles”, comenta la experta.
Asimismo, agrega que “los adultos que tenemos que recuperar de alguna manera la confianza, eso no se hace rápidamente después de 13, 14 ó 15 años en los que les hemos fallado una y otra vez”.
“Tenemos que encontrar varios vínculos, personas en las escuelas, en la comunidad, en los pares, en organizaciones externas por donde ellas vayan encontrando un contexto donde puede tener alternativas de vida”, sostiene.
Entre 2022 y 2023, el Ministerio Público identificó a 2.184 niñas, niños y adolescentes como víctimas de explotación sexual, registrando un aumento del 29% en ese periodo. Del total, un 86% corresponde a niñas y adolescentes mujeres, y un 64% tiene entre 14 y 17 años.
La importancia de las residencias
La experta explica que para que las residencias funcionen se debe contar con un sistema de trabajadores y colaboradores que tengan las ganas y la motivación de ayudar a los niños, niñas y adolescentes. “Tenemos que tener lugares con buenas condiciones, bien pagadas, donde efectivamente el que sabe, el que tiene buena preparación quiere estar ahí. Es solamente destinar un montón de recursos que destinamos a focalizarlos en un lugar donde efectivamente hacen falta en beneficio de los niños”, concluye.
Bajo este contexto, el podcast y la plataforma lo que buscan es que se reflexione y se actúe ante esta realidad que no es ajena. Para obtener más información ingresa aquí.