
Día Mundial del Medioambiente: por qué es clave y cómo Chile está marcando la diferencia
El Día Mundial del Medioambiente busca visibilizar los principales desafíos ecológicos. Chile destaca en la región por su política ambiental y el impulso de iniciativas que apuntan a un modelo más sustentable.
El Día Mundial del Medioambiente, instaurado por las Naciones Unidas en 1973, se celebra cada 5 de junio como un llamado de atención global para proteger el entorno natural. Este año, el foco está puesto en la lucha contra la contaminación por plásticos, una de las mayores amenazas para la biodiversidad y la salud humana.
Más que una efeméride simbólica, esta jornada busca movilizar hacia prácticas más sostenibles que ayuden a enfrentar la triple crisis ambiental que hoy vive el planeta; cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación.
El medioambiente no es solo la naturaleza lejana o los paisajes protegidos. Es todo lo que rodea a las personas; el aire que respiran, el agua que usan, los suelos y los recursos de los que dependen a diario. Por eso, su degradación impacta directamente en la salud, economía, alimentación y bienestar.
La crisis climática, la escasez hídrica, los incendios forestales, la contaminación del aire y el agotamiento de los recursos naturales no son amenazas futuras, son realidades presentes que afectan especialmente a las comunidades más vulnerables. Y su solución exige cambios estructurales y también cotidianos.
Chile como referente ambiental en América Latina
Chile se ha posicionado como uno de los países líderes en acción climática de la región, gracias a un marco legal robusto y políticas públicas ambiciosas. Fue el primer país de Latinoamérica en prohibir los plásticos de un solo uso (2021), y en 2022 ratificó el Acuerdo de Escazú, que garantiza el acceso a la información y la participación ciudadana en temas ambientales.
Además, la Ley Marco de Cambio Climático obliga a todos los ministerios a integrar criterios ecológicos en sus decisiones, con el objetivo de alcanzar la carbono neutralidad al 2050.
Entre las medidas destacadas están:
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Cierre progresivo de centrales a carbón.
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Fuerte inversión en energías renovables (solar, eólica).
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Desarrollo de hidrógeno verde.
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Protección del 43% de las aguas jurisdiccionales mediante reservas marinas.
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Electrificación del transporte público: Santiago es hoy la ciudad con más buses eléctricos de América Latina.
Instituciones que apuestan por la sostenibilidad
El sector privado también juega un rol clave en la lucha climática. Un ejemplo es la inmobiliaria Onewaite, que ha implementado una política ambiental concreta: plantar 15 árboles por cada departamento vendido.
Esta acción, desarrollada en regiones como Temuco y Pucón, ya ha permitido plantar casi 10.000 árboles nativos, compensando más de 277 toneladas de CO₂. A diferencia de las plantaciones masivas con especies exóticas, esta reforestación se realiza con especies nativas, que regeneran los suelos, protegen la biodiversidad y se adaptan mejor al entorno.
Gastón Braithwaite, gerente general de Onewaite, destaca que han “no solo compensamos el impacto ambiental de nuestras obras, sino que fomentamos la preservación de nuestros recursos naturales y el bienestar de las comunidades donde desarrollamos nuestros proyectos”. En un mercado inmobiliario cada vez más consciente, las iniciativas verdes se transforman en un valor agregado, tanto para las empresas como para los futuros propietarios.
Desde la academia, instituciones como la Universidad de O’Higgins destacan la importancia de formar profesionales con enfoque interdisciplinario y compromiso ético, capaces de liderar soluciones sustentables en todos los niveles.
El académico Humberto Aponte, del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, advierte sobre la amenaza silenciosa de los microplásticos, que ya están presentes en el aire, el agua y en organismos vivos, incluido el ser humano. “Cada artículo plástico puede fragmentarse en micro y nanoplásticos que terminan alojándose en organismos vivos, incluido el ser humano. Aunque existen esfuerzos de reciclaje, solo entre el 9 y 12 % del plástico producido a nivel mundial logra ser reciclado”, explica Aponte.
Desde la UOH también se impulsa la investigación aplicada, la participación comunitaria y la comunicación ambiental, como herramientas esenciales para construir una cultura ambiental activa y transformadora.