
La importancia de los Océanos y el llamado urgente a proteger el “pulmón azul” del planeta
Cubre más del 70% de la superficie terrestre, genera más de la mitad del oxígeno que respiramos y regula el clima. Pero hoy, el océano enfrenta una triple amenaza: contaminación, sobrepesca y crisis climática.
Cada 8 de junio se conmemora el Día Mundial de los Océanos, una fecha impulsada por Naciones Unidas para recordar el rol fundamental que cumplen los mares en la vida del planeta.
Sin los océanos, la vida tal como la conocemos no existiría. No solo son el hogar de más del 80% de la biodiversidad del planeta, sino que también absorben cerca del 50% del CO₂ generado por la actividad humana, ayudan a regular el clima global y producen al menos la mitad del oxígeno que respiramos.
Sin embargo, su salud está en crisis. Desde las costas de Chile hasta las profundidades del océano global, la contaminación por plásticos, la pérdida de especies y el impacto del cambio climático dibujan un escenario preocupante.
El plástico que ahoga al mar
Uno de los mayores enemigos del océano es el plástico. Y en Chile, el tema es más urgente de lo que parece. Según Oceana, más de 23 mil toneladas de plásticos de un solo uso se generan anualmente solo en locales de alimentos. Muchos de estos residuos terminan en el mar, desintegrándose en microplásticos que ya no flotan en la superficie, sino que se han hundido hasta las zonas más profundas del planeta, como reveló recientemente un estudio global liderado por la Universidad Atlántica de Florida.
Claudio Brinkmann, CEO de Maihue, explica que “el océano absorbe cerca del 50 % del CO₂ generado por la actividad humana. Si ese sistema está siendo alterado por la presencia masiva de microplásticos, las implicancias para el cambio climático podrían ser mucho mayores de lo que imaginamos”.
Lo alarmante es que en el Congreso chileno se discuten hoy proyectos que debilitarían la Ley de Plásticos de un Solo Uso, postergando la entrada en vigor de normativas clave como la exigencia de vajilla reutilizable en locales de comida. Para Cristóbal Correa, de Oceana Chile, esto es un retroceso ambiental peligroso. “No se entiende que la ley haya sido aprobada por unanimidad en 2021 y que ahora algunos parlamentarios y parlamentarias, que en su minuto apoyaron la normativa, le estén dando la espalda”, añadió.
La amenaza invisible que se hunde en el océano
Un nuevo estudio liderado por la Universidad Atlántica de Florida mapeó por primera vez la distribución vertical de los microplásticos en los océanos, revelando que las partículas más pequeñas se dispersan en toda la columna de agua, incluso a grandes profundidades.
En Chile, se estima que cada año se acumulan más de 25.000 toneladas de plásticos, posicionando al país como líder per cápita en generación de residuos plásticos en América Latina. Solo el 8,5% de las botellas es reciclado. El resto, en su mayoría, termina en vertederos o directamente en el mar.
Pesquerías en peligro
La situación de las pesquerías tampoco da señales de mejora. De los 28 recursos marinos que monitorea la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, 15 están en estado de sobreexplotación o agotamiento.
Oceana ha impulsado programas piloto junto a autoridades para combatir la pesca ilegal y mejorar la transparencia del sector, uno de los pasos clave para evitar que estas especies desaparezcan del ecosistema y de las caletas artesanales.
Trazabilidad y alimentación responsable
El sector privado también ha comenzado a asumir responsabilidades. Novotel, en alianza con WWF, celebra un año de su programa global de conservación marina con avances como:
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Prohibición de 350 especies de mariscos en peligro en sus menús.
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Fomento de pesca certificada y mariscos cultivados de forma sostenible.
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Capacitación en conciencia oceánica para más de 600 hoteles.
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Eliminación progresiva de plásticos de un solo uso en su operación.
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Filtros para microplásticos en lavandería y reducción de desperdicio alimentario.
“Regula el clima, sustenta medios de vida y protege ecosistemas. Pero ese equilibrio está amenazado. Para garantizar un futuro sostenible, debemos reequilibrar nuestra relación con los océanos, reducir nuestro impacto y asegurar la salud marina. Nuestro bienestar está profundamente conectado con la salud del océano. Protegerlo no es solo una cuestión ambiental, también es una cuestión de salud y longevidad humanas”.”, afirmó Jean-Yves Minet, presidente global de la marca.
Además, promueven la alimentación basada en plantas con su estrategia “Plant-Forward”, que busca reducir el consumo de proteínas animales y su impacto ambiental, sumándose así a la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles.
A pesar de los desafíos, Chile ha sido reconocido internacionalmente por su liderazgo en conservación marina, siendo uno de los primeros países en ratificar el Tratado de Alta Mar (BBNJ) y proponiendo que la primera área marina protegida bajo este acuerdo sea en las cordilleras submarinas de Salas y Gómez y Nazca.
El país también protege más del 40% de su zona económica exclusiva con parques y reservas marinas, como Juan Fernández, las islas Desventuradas y el Archipiélago de Humboldt, aunque organizaciones como Oceana advierten que muchas áreas aún carecen de planes de manejo efectivos.