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Universidad de Aysén: ciencia y conocimiento desde la Patagonia para el mundo Educación Universidad de Aysen, edificios Campus Lillo, en la ciudad de Coyhaqiue

Universidad de Aysén: ciencia y conocimiento desde la Patagonia para el mundo

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La vida universitaria en la Región de Aysén no se parece a la de ninguna otra parte del país. En un territorio marcado por su geografía aislada, la Universidad de Aysén proyecta convertirse en referente de investigación e innovación territorial.


En un territorio marcado por su geografía aislada, hasta hace poco, los jóvenes de Aysén no tenían otra opción que dejar sus hogares para estudiar en ciudades como Valdivia, Concepción o Santiago. Ese desarraigo, sumado a los altos costos de traslado y mantención, hacía que el acceso a la educación superior fuera una barrera difícil de superar para las familias patagónicas.

Con la creación de la Universidad de Aysén en 2015, se abrió un camino distinto: el de formar profesionales sin necesidad de migrar y con carreras diseñadas en función de las necesidades locales. Hoy, la oferta académica incluye áreas como Ciencias de la salud, Ciencias sociales, Ciencias naturales y tecnología y se proyecta la apertura de Derecho y una nueva ingeniería civil de Energías renovables, pionera en el país. Todas con un marcado énfasis en la pertenencia territorial, así como el primer Magíster en gestión del cambio climático.

Pero instalar una universidad en la Patagonia no es tarea sencilla. El aislamiento geográfico complica la atracción y retención de académicos, eleva los costos de vida de estudiantes y funcionarios, y existen limitaciones en la infraestructura disponible para docencia e investigación.

Ese mismo aislamiento, sin embargo, se ha transformado en una de las mayores fortalezas de la región. La Patagonia chilena es reconocida mundialmente por su biodiversidad y sus ecosistemas poco intervenidos, lo que la convierte en un escenario privilegiado : un laboratorio natural para el estudio del cambio climático, la transición energética y la conservación de especies nativas.

Por eso, la investigación universitaria en Aysén tiene un sello distintivo: está pensada para la región y desde la región, con un enfoque interdisciplinario y colaborativo.

Un plan con visión de futuro

A diez años de su instalación, la UAysén alcanzó un hito clave: culminó la primera etapa del Fondo de Investigación para Universidades – Territorial (FIUT), financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (MinCiencia).

Bus institucional de la Universidad de Aysén en la estepa trasandina de Pto Ibáñez con investigadores y estudiantes de la universidad de Aysén para estudiar los efectos del cambio climático en un laboratorio natural.

Este financiamiento permitió elaborar de manera participativa un Plan de Desarrollo de Capacidades en Investigación (PDCI) con horizonte de diez años, orientado al desarrollo sostenible de la Patagonia con un enfoque de pertinencia territorial

“Este proceso no solo busca fortalecer capacidades técnicas, sino también instalar una visión compartida sobre el rol de la universidad en la transformación regional. Es una invitación a repensar cómo hacemos investigación, con quiénes y para qué”, señaló el director general académico de la UAysén, Marco Vega López.

La adjudicación, en un proceso altamente competitivo, permitió conformar un equipo de trabajo, organizar talleres internos y dialogar con actores como el Gobierno Regional, Corfo, el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) y el Nodo Ciencia Austral. De ese trabajo nació un plan que recoge desafíos y oportunidades para avanzar hacia una investigación interdisciplinaria y asociativa con pertinencia territorial.

El PDCI se construyó durante varios meses con metodologías colaborativas como análisis FODA, mapeo de actores y dinámicas de co-creación.  se identificaron brechas y oportunidades para la gestión de investigación I+D+i desde la universidad considerando dimensiones como gestión de proyectos, articulación interdisciplinaria, formación de capital humano avanzado y vinculación con el entorno

Para la directora del proyecto, Delphine Vanhaecke, la participación fue clave: “El trabajo junto al Comité de Docencia e Investigación de la UAysén, así como con el Nodo Ciencia Austral, fue fundamental para alinear nuestras líneas estratégicas con los desafíos específicos de la Patagonia-Aysén en materia de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación”.

Cuatro ejes estratégicos para la próxima década

El plan definió cuatro líneas de acción prioritarias:

  1. Cambio climático y territorio sostenible: abordar los efectos ambientales y sociales del cambio climático en la Patagonia.
  2. Patrimonio, desarrollo y bienestar humano: relevar la cultura, identidad y calidad de vida de las comunidades locales.
  3. Innovación tecnológica y desarrollo productivo: impulsar soluciones que fortalezcan la competitividad y sostenibilidad de los sectores económicos regionales.
  4. Transición energética en la Patagonia-Aysén: avanzar hacia modelos más limpios y renovables de generación y uso de energía.

Para el administrador provisional de la UAysén, Juan Pablo Prieto Cox, la visión es clara: “Queremos consolidar a la Universidad de Aysén como un referente nacional e internacional en investigación, innovación y formación avanzada, articulada territorialmente, que contribuya de manera decisiva al desarrollo sostenible y al bienestar de nuestra región”.

Una universidad con vocación regional

La escala más pequeña y el fuerte sentido de comunidad marcan la diferencia. La UAysén mantiene una relación directa con el entorno social y productivo. Sus proyectos buscan impacto real: formar profesionales e investigadoras/as que permanezcan en la Patagonia, desarrollar I+D+i en ciencias naturales y sociales aplicables a localidades aisladas o rescatar el patrimonio cultural como motor de identidad regional.

Entre los objetivos del plan se incluyen:

  • Apertura de programas de posgrado, con magísteres y un futuro doctorado.
  • Creación de un Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica.
  • Desarrollo de nueva infraestructura, incluyendo laboratorios, espacios de cowork y un openlab en el futuro Campus Río Coyhaique, con apoyo del Gobierno Regional.

El siguiente desafío será postular a la segunda etapa del FIUT, a cargo de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), que permitirá financiar la implementación de esta hoja de ruta en la próxima década.

La seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e innovación (CTCI) de las regiones de Aysén y de Magallanes y la Antártica Chilena, Verónica Vallejos Marchant, acompañó el proceso en la construcción del plan, reafirmando el compromiso del Ministerio con la descentralización de la ciencia en Chile.

“Fortalecer la investigación que desarrolla la Universidad de Aysén, con la mirada puesta en el territorio, es de la más alta relevancia. No podemos olvidar que la Universidad adjudicó el financiamiento para la Etapa 1 del FIU en la primera convocatoria, lo que refleja no sólo la calidad de su propuesta, si no también la del equipo, por lo que espero que las articulaciones que han desarrollado permitan hacer realidad este sueño a corto, mediano y largo plazo, aportando al desarrollo de la región”, sostuvo.

Ciencia desde y para la Patagonia-Aysén

La UAysén demuestra cómo una universidad joven, instalada en uno de los territorios más australes y aislados del país, puede proyectarse como un polo de investigación con impacto local y global.

El PDCI reconoce las particularidades geográficas y culturales de la Patagonia como un verdadero laboratorio natural, y promueve una investigación inter y transdisciplinaria que integra al mundo productivo, el emprendimiento y la industria.

En definitiva, se trata de poner la ciencia al servicio de los desafíos concretos de Aysén: desde la protección de sus ecosistemas hasta la generación de energías limpias, pasando por la valorización de su patrimonio cultural y humano para el bienestar de las comunidades.

Con este hito, la Universidad de Aysén reafirma su compromiso con una ciencia ética, situada y vinculada al territorio, proyectándose como un motor de innovación para el desarrollo sostenible de la Patagonia.

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